- Por favor – dice la abuela con voz baja – discúlpala no soporta que hagan lo que quiera con ella eso es todo
- Ah, no, no hay problema – contesta Balthazar y esta vez su voz es muy cortes - pero aun no comprendo ¿Por qué...?
No creo que sea momento para darle ese tipo de explicaciones así que grito desde el baño nuevamente.
- Abuela, no le digas nada no es de su incumbencia
- Pero yo solo ...
- Lo siento si ella no desea que lo diga no puedo
- Que tiene de interesante tenerme atado a ella como un humano
- Bueno... la verdad es que no tiene amigos así que tal vez quiere que seas su amigo
- ¿no tiene amigos?- pregunta sorprendido, pero después escucho un chasquido que hace con la boca – no me extraña ella es bastante peculiar
- Bueno a diferencia de otras adolescentes ella no lo tiene demasiado facil ¿sabes?
- Por qué a que se refiere con eso
- Abuela – vuelvo a decir recordando que no le de explicaciones innecesarias, aunque claro creo que ya hablo de mas, me cierro el saco de mi uniforme y salgo del baño
- Ya no diré nada más, pero creo que de todos modos te lo dirá
- Lo dudo, por el momento no me apetece decirle nada – mientras hablo reviso que los puños de mi uniforme estén bien
Balthazar me mira fijamente de arriba abajo y no puedo evitar dar una inspección a mi aspecto, me he colocado el uniforme dela escuela.
El uniforme es negro, y esta compuesto de una falda, un saco decorado con francas azules y con un chaleco que llevaba del lado derecho lo que parecía ser el emblema del colegio. Una cruz, con un rosario enredado y enmarcada por una corona de laureles. No es por nada pero es un uniforme bastante mono.
Llevo el cabello suelto, y en el rostro ni una pisca de maquillaje, no me gusta la sensación pegajosa que a veces dejan todos esos productos, y además tengo puestas mis gafas de sol. No es que haga sol, pero no puedo ir por ahí teniendo los ojos verdes y violetas sin que la gente me mire y piense que soy una loca con gustos excéntricos.
Lo miro y el esta mirando la corbata que tengo suelta, la sostengo y comienzo a colocarla correctamente.
Cuando al fin termino miro de nuevo a Balthazar.
Se que el no tiene idea pero tendrá que acompañarme al colegio, entonces le suelto sin mas
- ¿Qué aun no estás listo?
- ¿listo para qué? – me pregunta desconcertado
- Si yo voy al instituto tu también – lo miro y comienzo a dar vueltas en torno a el – tu ropa puede llegar a pasar por el uniforme – ya que es oscura nadie notara la diferencia. No mientras solamente miren su cara, algo que seguramente harán, de pronto recuerdo que tengo algo que servirá - abuela podrías ir arriba y traer de mi armario el saco que tengo por favor
- Si claro – me vuelvo hacia ella y veo que ya está camino a mi habitación.
- Ah, y la corbata de mi cajón: el tercero a la izquierda – grito mientras veo como sierra la puerta de mi habitación.
- Si, si – la escucho decir.
Continuo mirando a Balthazar y acomodando su ropa, no había notado que había tomado su chaleco y cinturón mientras salíamos de la habitación, solamente le ayudo colocando la solapa del saco en su lugar correcto y alisando el saco para que la arrugas no sean tan notorios. Después me coloco frente a el y colocándome de puntillas le ayudo a ponerse correctamente el cuello de la camisa.
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La condena anticipada - Angeles de la muerte (CA libro 1) ¡¡TERMINADA!!
FantastiqueElla no pidió mas tiempo sin embargo se lo concedieron. ¿El precio? convertirse en un ángel de la muerte. Elizabeth deberá recolectar el alma de los muertos y tomarlas para sobrevivir pero... ¿que pasa cuando un ángel de la muerte se revela? ¿que...