La condena anticipada - Angeles de la muerte (CA libro 1) ¡¡TERMINADA!!

Inter - mundo

Siento una punzada muy dolorosa en el brazo, trato de gritar pero no puedo, en el lugar en el que me encuentro no puedo hacerlo.  Trato de calmarme y pensar en donde me encuentro, pero no entiendo nada de lo que sucede a mi alrededor. Trato de abrir los ojos pero mis párpados se siente tan pesados que me es imposible hacerlo, intento guardar la calma para comprender que es lo que paso.

Trato de serenar mi mente, cuento mis respiraciones y trato de escuchar todo lo que me rodea, y entonces lo escucho, mi abuela está discutiendo con alguien

- Dijiste que esa barrera no podía atravesarla ningún ser mágico

- No. Dije que esa barrera solo la podrían atravesar un Shinigami

- ¿Ahora están en nuestra contra?

- No, no es así, solo parece que algunos se aliaron a fuerzas oscuras

- ¿Que vamos a hacer, ya no esta segura allá?

- Lo mejor será que permanezcan aquí hasta que todo termine

- ¿Crees que ella querrá hacer eso?

- Deberá hacerlo

- Pero...

- Escucha, lo que esta pasando es un asunto serio, tendremos que tomar medidas extremas, debemos protegerla

- Pero ella...

- ¿Sabes lo que significa no es así?

- Limitar su poder

- Si, pero eso también significa limitar su vida

- Es muy arriesgado - dice con un tono de voz muy ansioso

- Lo es pero es la única forma de mantenerla con vida, si la descubren, y créeme lo intentaran todo se terminara y nada habrá servido

- Pero...

- Solo dile lo necesario, se enojara pero no creo que intente irse y por cierto ¿como esta?

- Mal.  La herida lastimo mucho su brazo. He intentado curarlo pero además de ser una flecha Shiginami, tenía magia negra rodeándola, por suerte él esta con ella

- Y eso ¿ayudara?

- Por el momento si

- Es hora de irme, necesito que seas fuerte y confía en ellos. No salió tan mal después de todo

- Tienes razón

- Cuídate Amelia

Después de esto no escucho ningún otro sonido. Trato de moverme pero nuevamente me es imposible. 

Trato de concentrarme en cada parte de mi cuerpo, pero solamente puedo ser consciente del dolor que viene de mi brazo izquierdo. Trato de concentrarme en otra parte de mi cuerpo y es entonces cuando siento una ligera presión sobre mi mano derecha, después logro percibir una calidez en toda mi palma, y entonces un pequeño roce sobre mi man. 

Es entonces que siento una ligera corriente recorriendo todo mi brazo. No lo entiendo, ¿que es?. Permanezco ahí, tratando de comprender cuando logro escuchar una voz.

- tienes que abrir los ojos Elizabeth

Entonces la reconozco. Es una voz que solo conozco desde hace algunos días, y sin embargo es esa voz la misma que hace que mi corazón tenga fuerzas para tratar de despertar, de moverme.

- por favor abre los ojos

La angustia en esa voz es tan latente que no me agrada, no quiero escuchar su voz tan preocupada por mi. No quiero, quiero hacerle saber que estoy bien que estoy escuchándolo, quiero que el sepa que estoy ahí.

Trato de empujar la pesada bruma que impide que abra los ojos lejos de mi cuerpo. Trato de concentrarme en el rostro que quiero ver a mi lado. Esos ojos azul celeste, esa media sonrisa, ese pequeño ojuelo, y entonces siento como poco a poco recuperó la movilidad de mis manos, de mis pies, de mis ojos. 

Cuando abro los ojos lentamente me encuentro con Balthazar tomando mi mano, cuando me ve abrir los ojos, comienza a llamar a la abuela, y por un segundo creo que soltara mi mano, pero antes de que pueda hacerlo yo la tomo con mayor fuerza

- ¿estás bien? - pregunta mientras me mira

- me duele el brazo - es lo único que digo

- una flecha Shinigami alcanzó a rosarte – se vuelve a colocar a mi lado

- eso no es bueno, ¿se ve muy mal? - preguntó mientras trato de no cerrar los ojos

- al principio estuvo pálida y fría.  Como muerta.  Después, Amelia y los otros te curaron. ya tiene un color un poco más normal

- ¿los otros? - preguntó confundida

- Evan nos transportó hasta aquí y cuando llegamos un grupo de ancianos estaban esperándonos

- ¿ancianos? - aquello no me está gustando como suena - ¿dónde estamos?

Digo tratando de incorporarme, lo hago lentamente, miro a Balthazar y todo a nuestro alrededor. 

No me gusta, no me agrada. 

Conozco la cama, conozco el tapiz de dos siglos atrás, conozco las cortinas y se exactamente cuál es el paisaje detrás de esa ventana, pero no me agrada. 

Miro hacia la puerta y me encuentro con una chica vestida con ropa de mucama que me hace reverencia en cuanto la miro, aprieto los puños, ¿porque? ¿Por qué? ¿porque estamos ahí?

- Este lugar es...

- Ínter mundo - responde alguien en el umbral de la puerta. Un hombre mayor me mira y hace reverencia - bienvenida a casa su majestad