Capitulo 21

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Allana

Había visto muchas extrañas en esta vida, Dios, yo misma podía ser considerada una "cosa extraña", pero por alguna razón el hecho de que mi madre le estuviera disparando miradas llenas de intenciones asesina a Luca D'Altrui era una de las más raras que había visto, principalmente porque mi madre no dejaba ver nunca sus intenciones asesinas.

Pero por supuesto, el hecho de que hubiéramos seis adolescente (dos con cola) y dos adultos en la sala de estar de la casa en donde estaríamos con mi madre el resto de mis vacaciones de verano (o così ho continuato a credere) no podía ser catalogado como extraño, sino que era completa, absoluta y totalmente incómodo.    [o eso seguía creyendo]

-Allana, ¿puedes por favor traer unas toallas y algo para que ellas se cubran?-Pidió mi madre mientras no dejaba de mirar lo que Luca hacía, es decir, ver la herida de Lynette.

Asentí en silencio con la cabeza y subí las escaleras con la mirada de los otros cinco adolescentes en la habitación, busqué rápidamente algunas toallas y un par de vestidos que deberían quedarles a Selena y Lynette. Bajé apenas hube cambiado mi vestido (ahora traslucido) por uno azul que me llegaba hasta los tobillos con la vana esperanza de que de esa manera no se notara como me temblaban las piernas.

¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora? mi madre siempre me había dejado claro que mantuviera el secreto de mi identidad tan escondido como fuera posible, pero desde que había llegado a esta isla lo habían descubierto más personas que en toda mi vida.

Bajé los últimos dos escalones de la escalera y me quedé congelada un segundo antes de caminar a los sillones y entregar las toallas y la ropa.

-¿Cómo está?-Preguntó Zeth mientras veía con cuidado lo que hacía su tío.

-De momento paró la hemorragia, pero aún queda ver como estarán sus piernas-Dijo antes de mirar los ojos de la chica a la que estaba curando-. De momento tienen que secarse para que vuelvan a ser humanas pronto...Y tú, Zeth, ve a mi auto y busca en el bolso que hay en el maletero una camiseta y úsala.

En ese momento el chico pareció darse cuenta de que hasta el momento había estado con el pecho descubierto, y en contra de cada pronóstico que podía suponer, Zeth Casiraghi se sonrojó.

El tiempo que él demoró en cumplir la orden de su tío fue de tres minutos, en esos tres minutos tanto Selena como Lynette pudieron recuperar sus piernas. Y voy a admitirlo, ver a dos adolescentes pasmados por dos chicas en traje de baño era más divertido de lo que uno podía imaginar.

Las dos chicas se sonrojaron cuando notaron la mirada de Zeth y Kay y se apresuraron a pasar sus respectivos vestidos por sobre sus cabezas. Una vez que estuvo hecho Lynette dejó que Luca se apoderara de su pierna herida para revisarla.

-Es un rasguño un poco profundo, pero no creo que necesite puntos, de todas formas si quieres ir a un hospital no estaría mal.

-¿Infecciones?-Preguntó Selena mientras se acercaba a su hermanastra.

-No lo creo, yo me he hecho más de un rasguño y nunca me ha pasado nada, aún así en el hospital se creen el cuento de "me herí mientras nadaba".

Ambas asintieron con la cabeza y todos nos mantuvimos en silencio mientras Luca con cuidado colocaba una gasa sobre la herida (que se extendía unos cinco centímetros por la pantorrilla de la pierna derecha) antes de empezar a vendarla.

Sin embargo cuando terminó no nos quedaba ninguna excusa para guardar silencio, a parte, por supuesto, de que ninguno en esta habitación tenía ganas de mantener esta conversación en particular.

Bajo las OlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora