Capitulo 18

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Kay

Pude sentir como un molesto sonido se colaba por mis oídos a través de la bruma del sueño. Gemí cuando me dí cuenta que era el tono de llamada de mi celular; me las arreglé para encontrarlo sin romper ni arrojar al piso ninguna de las demás cosas que tenía sobre la mesita de noche y abrí mis ojos con pesadez.

¿Quién diablos se atrevía a despertarme uno de los pocos días que podía dormir más allá de las seis de la mañana?

-Dire?-Pregunté con voz ronca por el sueño.   [¿diga?]

-¿Kay?

Parpadeé mientras mi cerebro procesaba a quien pertenecía la voz que estaba escuchando...cuando descubrí quien era tuve que mirar dos veces la pantalla de mi teléfono para asegurarme de que no era ningún tiempo de sueño extraño.

-¿Kay, estás ahí? escucho tu respiración.

No era mi imaginación.

¿Qué hacía Lena llamándome a las (miré una vez más la pantalla del teléfono) 7:08 de la mañana?

-¿Kay?

-Oh, sí, dispiace, estoy aquí-Dije mientras me sentaba en mi cama, el sueño desapareciendo completamente de mi sistema-, ¿qué ocurre?

-¿Estabas durmiendo?

Arqueé una ceja aunque ella no pudiera verme, se escuchaba nerviosa, ¿por qué estaba nerviosa? ella nunca se ponía nerviosa, al menos no fácil.

-No, mi dirai cosa sta succedendo?-Pregunté.   [no, ¿me dirás qué pasa?]

-Estamos afuera.

Parpadeé. Che?

-¿"Afuera"?¿dónde?¿tú y quien más?

-Estoy afuera de tu casa, con Lynette.

Volvía a parpadear mientras me las arreglaba para recordar como respirar.

-Che ci fai qui?   [¿qué hacen aquí?]

-Puoi uscire?   [¿puedes salir?]

Me miré a mi mismo, estaba usando un simple pantalón corto de algodón que usaba como pijama.

-Estaré ahí en diez minutos.

-Okay.

Colgué y me levanté para caminar al baño para una ducha. Algo en esto era realmente preocupante. ¿Qué diablos podían querer esas dos como para llegar hasta aquí?

***

Zeth

-È meglio che tu abbia un buon motivo per svegliarmi-Dije apenas respondí a mi celular.   [más vale que tengas una muy buena razón para despertarme]

-Levántate, ahora-Ordenó Kay desde el otro lado.

Fruncí el ceño, ¿y a este idiota que le pasaba?¿desde cuando era tan mandón de manera tan abierta? normalmente nos manipulaba de manera callada y difícil de ver.

-¿Qué pasa, Kay?

-Estoy fuera de tu casa.

-¿Y?

-Con Lena y Lynette.

Me senté de golpe en la cama mientras el nombre de la rubia de mis sueños corría por cada uno de los pasillos de mi cabeza.

-¿Lynette?, estaré en la puerta en cinco minutos.

Dicho y hecho, cinco minutos después estaba en la puerta, duchado, vestido con unos jeans y una camiseta manga corta y con mi cabello aún mojado. No extrañé el aire en mis pulmones por la carrera una vez que vi a la hermosa rubia que me esperaba con los brazos cruzados.

Bajo las OlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora