#37 - Mi mejor droga

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Kyungsoo sonrío mientras guardaba su pistola en el cinto para comenzar su caminata hacia su bar favorito.

Con un simple asentimiento pidió una gran cerveza que se tomó en pocos segundos sorprendiendo a una linda muchacha que miraba su tequila margarita demasiado atenta.

– Hola – La muchacha corrigió su postura, mientras movía su cabello de manera coqueta sin evitar mirar de abajo hacia arriba a Kyungsoo.

A pesar de tener la pistola cargada y poder sentir el hedor dulzon del perfume de la muchacha dejó el billete de diez dólares en la mesa mientras se despedía del cantinero y evitaba responder a la chica que solo pudo suspirar ante el rechazo que le dió el hombre guapo.

II

Kyungsoo sabía que era un malnacido, o eso pensaba mientras limpiaba el cuchillo en el lavatorio del lugar. Había tenido que lidiar con un maldito que no quiso darle respuestas y a pesar de que no debía matarlo, el simple hecho de saber que no había logrado lo que quería se desquitó a puñaladas del idiota que estaba en el suelo.

El aroma metálico de la sangre en el suelo eran como una droga adictiva para él, su color burdeo, su textura y la forma en que caía por el cuerpo de un ser humano era digno de una obra de arte.

Como siempre había sido cuidadoso utilizando guantes y limpiando su cuchillo de la sangre, buscando uno de cocina manchándolo de sangre y dejándolo tirado. Sonrío al encontrar fajos de dólares en el colchón del inutil y desordenando el lugar como si fuese un robo salió por el patio trasero para evitar ser visto.

Con su rutina preparada miró el reloj marcando las ocho de la noche y con una sonrisa lasciva decidió terminar su jornada de trabajo por ese día y pensar en el dulce hombre que lo esperaba en casa.

II

Dejando los zapatos en la entrada, sintió el aroma a carne asada y ají que preparaba el hombre frente a él

– Bienvenido a casa – Saludó el muchacho de piel oliva y sonrisa perfecta besando sus labios. 

Era esa sensación perfecta de ambos labios saboreándose que amaba Kyungsoo. El aroma a calena y chocolate que tenía el hombre y el cuerpo fibroso bajo sus dedos.

Definitivamente podía ser uno de los asesinos más importantes de Korea, podía ser uno de los sicarios mejor pagados y disfrutar el aroma metálico de la sangre cuando mataba a alguien. 


Pero estar entre los brazos de Jongin y sentir su sabor era la mejor de sus drogas. 

II

428 palabras


88 + 12 = 100 historias de amor (Colección de Drabbles Kaisoo/SooKai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora