—Jodida Mierda.—Cerré mis ojos con fuerza para despejar todo mal recuerdo de mi amarga y despreciable existencia.
Seguí caminando con más pesar sobre mis hombros, con más dolor en las sienes que nunca, me dolía él pecho por tantas penas que tenia guardadas.Pero eran tan orgullosa, y masoquita que prefería mil veces esto a pedir ayuda, o a recurrir a las personas; quería irme de aquí y empezar y tal vez olvidar mi maldito pasado que no me deja avanzar.
Mi barriga trono, amugue mi cara y al paso que iba no iba a poder llegar a tiempo a las regaderas. Me bañaria mañana, total, no apesto.
Segui caminando hasta encontrar algún tipo de restaurante.
Digo tipo, por que vas bien parece un local de comida rápida. No me llamo la atención pero tenia que comer algo.Me adrente en él lugar, y este estaba inundado de gente, claramente hize un gesto de, desagrado. Odio a las personas y ahora estoy en un lugar lleno de ellas.
Me senté en una mesa cerca de la ventana, esta tenía un mantel cuadriculado, y él menú a lado de un arreglo de flores artificiales.
Lo tome y comenzó a leer, vi varias cosas que ni yo podía creer, que se me antojaron.—Disculpe, tiene claro lo que esta dispuesta a pedir.—Mire al dueño de la ronca voz y me quede perpleja.
Era Owen, acaso no podía estar mas salada?.—Jane, Hola..—Me miro sorprendido, bajo su libretita y se sentó frente de mi, yo me remori incómoda en él asiento.— Ariana esta histérica.— Sonrió Burlón, y Vaya... Su sonrisa es mejor sin los metales.
—Lo imaginó.— Trato de acomodar mi cabello, pero se que esta esponjado y desaliñado.
—Tozier!.—El volteó enseguida, y yo lo seguí la mirada.— Tu deber es trabajar, no estar hablando con los clientes.— Mire al hombre perteneciente de, la tan sonora voz.
Supuse que era su Jefe, me reí un poco y él me miro apenado.Quite mi sonrisa, y recorri mi vista por todo él lugar, evadiendo su mirada.
—Ya voy, ya voy.—Repitió parándose del aciento.—Sabes que pedirás.— hablo con algo de risas entre cada palabra que dijo.Lo mire, y le sonrei solo un poco, tome él menú y dije.
—Quiero, Papas fritas, una coca cola, y dos rebanas de pizza.— Lo mire y le di una sonrisa falsamente verdadera.
El anoto mi pedido y asintió.—Algo mas?.— había algo en el que me causaba un poco de nerviosismo, y me hacia remover mis píes. Trate de sostenerle la mirada lo más posible, y agradecí que él fuera él primero en bajarla.—Tocino.—Respondí poniendo un mechón de cabello tras mi oreja.— Pero por favor..—Me miro.—Podrías no demorarte, Tengo mucha hambre.— Hize un leve puchero y él extendido su sonrisa.
¿Dije algo,que le causo gracia?.—No te preocupes, pondre tu pedido antes que el de todos.— Me guiño él ojo, y enseguida se dio la vuelta, pero antes de estar lejos dijo:
—Te vez mejor con él cabello suelto.Yo abrí mis ojos un poco, y no podía creer lo que hize.
Sonreí... Sonreí sin fingir, sin muecas, entre labios, Sonreí como lo hace una persona feliz.La fui bajando poco a poco, aunque no quería hacerlo, no podría estar sonriendo sola, estaba loca pero no es ese aspecto.
Pasaron unos 15 minutos, cuando mi "Cena", estana frente a mi, tuve un mal presentimiento de este lugar, pero al ver él tocino bien frito, las rebanas enormes de pizza, la coca cola con hielo y él gracioso popote, y las papas que le salían algo de humito por que estaban recién salidas.
Suspire y comenzó a comer, mi paladar estaba agradecido por la tal comida, y es que en mucho tiempo no había sentido esto que estoy sintiendo algo comer.Cerraba los ojos por estar disfrutando, vendría aquí mucho mas seguido.. Si claro que lo haría.
Termine demasiado satisfecha, y lo peor era que aun tenia algo de hambre, recordé que no había pedido él postre.. Tal vez eso me faltaba.—Owen.—Halze mi mano, y algunas persona se me quedaron viendo. Yo les rodee los ojos y enseguida volvieron a su mundo.
—Un segundo.—me contesto poniendo una orden en otra mesa.Debo a dimitir que esa camiseta color colar y ese jeans negro ajustado le sienta muy bien, sin quitar la gorra al reverso puesta en su cabeza, esta trae él logo del local.
Puse mis brazos sobre la mesa, ya que había juntado los platos para no dejarlos todos regados.
Y lo observe, vi sus jestos, sus ademanes, sus sonrías hacia los clientes, lo apresurado que se ponia. Lo concentrado que estaba cuando tomaba él pedido.Él... Él era diferente.
Lo era por que sin saberlo me hizo sonreír mostrando mis dientes, sin necesidad de hacerse él gracioso, o contar un chiste. Solo lo hizo sin esforzarse, sin intentarlo.
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~Amnesia~.
RandomCuando los recuerdos invaden, las ojeras no ayudan, y las cicatrizes no sanan., los problemillas empiezan.