No se cuántas cosas malas tienen que pasarme para que dios decida llevarme consigo.
El dolor que siento es terriblemente desagradable, mi cuerpo duele como si una manada de elefantes estuviesen danzando sobre el.Siento mi cuerpo temblar, y mis párpados no quieren abrirse, para saber en donde estoy... si me encuentro en lugar seguro.
Mi garganta seca no me ayuda a nada,el temblor que siento en mi, no me tranquiliza.
Estoy fatal, estoy jodida.Trago saliva y trató de respirar, pero siento unos tubos metidos en mis fosas nasales , lo poco que veo lo utilizó para ver mis manos.
Hay un montón de cables en la derecha, genial.. estoy de nuevo en el hospital.Volteó y la habitación está un poco más oscura abro los ojos lo mayor que puedo.
Me siento tan sensible, tan mal, tengo unas ganas inmensas de llorar, tengo unas ganas inmensas de que toda esta mierda termine de una buena vez.
Trató de tragar el nudo que hay en mi garganta, pero las lágrimas comienzan a caer por si solas, ya que no tengo fuerzas ni para eso, para tener el suficiente orgullo de ser fuerte.Me siento la persona más triste, repugnante y sola de todo chicago.
Me tengo un odio terrible.La puerta de la habitación se habre, volteó a ver y es él, cuya presencia me calama un poco.
Owen se acerca a paso lento, su cabello despeinado, las ojeras que se le notan algo profundas, la nariz roja que lo acompañan con un cansancio en los ojos, me hace saber que el también está algo mal.Se que mis ojos llorosos se notarán, por que se me inchan como una fresa.
El se acercó y ni siquiera saludo, y con las yemas de sus dedos quito las pocas gotas que salían de mi ojos.—Cuántas cosas malas tienen que pasarte para que aceptes la ayuda de las personas a las cuales haz comenzado a importarles.— su voz suena cálida, dulce. Siento un hueco en mí, me siento vacia.
No se que responder, no se si, el aceptar que tiene la razón sea un error, no puedo asimilar nada por que el dolor que siento físicamente es demasiado.
Solo me limito a cerrar los ojos, quiero dormir, dormir eternamente. Quiero dormir 2 semanas completas.Siento las hebras del cabello de Owen en mi hombro, y tímidamente su mano quiere un pase para ser entrelazada con la mía.
No tengo la suficiente negación para no aceptar.
Así que lo hago, su mano está junta con la mía, e inmediatamente unas cuántas lágrimas más caen sobre mis mejillas, por que la tristeza que siento es inmensa.Mis ojos permanecen cerrados, a decir verdad no quiero abrirlos, el muchacho cuya presencia por alguna extraña razón, me tranquiliza un poco, habla.
—Que tanta mierda te rodea para que seas a si, Jane?.— dice, pero no se siente como si fuese una pregunta para mi, si no más bien, para el.
—La suficiente.—mi voz tiembla un poco, pero trató de no tartamudear.
El no responde, se queda con la respuesta insípida que acabo de darle.Unos nudillos cortan el silencio en la habitación, que para mi no resultó incómodo.
—Adelante.—contesta el chico, sin separarse de mi, o quitar su mano con la mía.. sigo teniendo mis ojos cerrados, no quiero abrirlos, ya que, por alguna razón siento un poco de temor al hacerlo.
—Señorita Flores.— es que hoy no es mi día, realmente jamás lo son, pero este tiene algo de especial algo de intenso.
El doctor Davis me hace saber que me trajeron al mismo hospital en el que estuve hace unas horas, siento una vergüenza enorme por verle la cara.—Creo que el mundo está de su lado hoy.—Creo yo que sería todo lo contrario, se que el médico trata de que abra mis párpados y que se despeguen de mis ojos.
—Jane, el doctor quiere hablar contigo.—Owen habla tranquilo no muy cerca de mi, el ya no está en mi hombro, y creo que tiene una minúscula distancia entre nosotros, por que su mano siguen entrelazada con la mía.
Doy un gran suspiro, y decido ser "valiente" y abrir mis ojos.
La primera cara que visualizo es la del doctor Davis, después ladeo mi cabeza hacia Owen y allí está, analizandome con una pequeña sonrisa curveada .Vuelvo mi vista a hacia el médico, quien tiene una cara fija, pensativa.
—Bien, hablemos entonces.—trato de sonar serena, pero más bien sueno a la defensiva.
Tantos jodidos cambios de humor, me hacen tenerme un estrés indescriptible.
ESTÁS LEYENDO
~Amnesia~.
RandomCuando los recuerdos invaden, las ojeras no ayudan, y las cicatrizes no sanan., los problemillas empiezan.