Capítulo V

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Una de las ventajas de estudiar era que no debía quedarse en casa y sufrir por su abuelo o por no poder patinar, mente ocupada.

Siguió a la secretaria por los pasillos mientras fingía atender a la explicación.

—Más de tres retardos o reportes convivenciales es igual a una advertencia, con tres advertencias se citarán tutores y si el mal comportamiento sigue repitiéndose el caso será llevado a comité de convivencia y allí se decidirá qué medidas tomar.

Yuri quiso gruñir, ¿Las preparatorias no estaban llenas de libertades?, no le gustaban las reglas y se sentía traicionado por Hollywood.

—Aquí se quiere fomentar las relaciones humanas, por eso cada estudiante tiene un compañero, no se puede cambiar de compañero y será el mismo hasta la graduación, o cuando alguno de los dos cambie de colegio.

La mujer tocó una puerta y otra señora con el ceño marcado abrió la puerta.

—El nuevo estudiante.

La secretaria se fue y dejó a Yuri con la mujer del ceño fruncido.

—No espere un tratamiento especial por ser una celebridad, señor Plisetsky, su compañera lo espera.

—Sí, señora.

—Profesora Françoise, encargada de su grupo, docente de Física.

—Sí, señora Françoise.

Yuri controló la necesidad de torcer los ojos, Lilia estaría orgullosa de su comportamiento.

La mujer le hizo entrar al salón y lo sentó junto a una niña que parecía ser el estereotipo europeo: Rubia, ojos azules y piel blanca.

Yuri se sentó a su lado.

—Aleksandra Antonova Moskóva

—Yuri Plisetsky.

La niña giró el rostro y concentró su vista en el tablero.

¿Se supone que debería ser amigo de ella?

Un golpe en su brazo por parte de Aleksandra por poco le hace perder su débil auto control, estuvo a punto de gritar e insultar a todos.

Un papel reposaba sobre su mesa.

Hola, perdón por el saludo, pero la profesora Françoise tiene un excelente oído y si nos escuchaba hablando tendrías el primer reporte, por suerte es medio ciega y no puede ver lo que hacen los estudiantes.

Aleksandra

No me interesa, púdrete

Aleksandra sonrió de medio lado al leer la nota, de su bolsillo extrajo una hoja de papel y escribió.

No me voy a amilanar ante el Vándalo Ruso, más te vale trabajar en las actividades, me niego a perder nota por culpa de un niño mimado.

Pd. Sí, sé acerca de patinaje artístico, puedo ser considerada una fanática.

Un escalofrío le recorrió, recordó a las Yuri Angels persiguiéndolo a cada lugar que visitaba.

No soy una Yuri Angel.

Yuri rió por lo bajo.

Aleksandra se sentó recta, borró la sutil sonrisa de sus labios, y guardó el papel en su bolsillo.

—Yuri Plisetsky, ¿Algo que compartir?

—No, profesora Françoise.

— ¿Nuestra pequeña celebridad piensa que la clase es aburrida?

ErrantesWhere stories live. Discover now