Capítulo XIV

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Aleksandra se acurrucó sobre su cama y observó el panel de corcho lleno de fotografías y notas, sobre el panel unas letras de papel colgaban, su nombre escrito en cirílico y en alfabeto latino, las paredes blancas se perdían detrás de muebles con ropa, zapatos y libros, Aleksandra se tumbó en la cama y suspiró con desgana.

— ¡Sasha, baja a comer! —Aleksandra volvió a suspirar y bajó las escaleras.

Su madre llevaba una camisa agujereada, con los agujeros estratégicamente colocados para mostrar sus tatuajes, el largo cabello de un rojo encendido con mechas de colores, agitaba la cabeza al ritmo de una canción de la radio y meneaba sus caderas contra las de su padre, a veces Aleksandra sentía que sus padres eran dos adolescentes hormonales.

—Aleksandra, vamos a salir esta noche, más te vale dormir temprano, tu hermano salió y dudo que regrese a dormir, no quiero llegar y que estés despierta o dormida sobre las cobijas.

—Sí, mamá.

Anastasia se acercó a su hija y le acarició la cabeza, la abrazó por la espalda y le besó la coronilla.

—Lava tu cabello, es demasiado grasoso.

—Lo hice esta mañana.

—Vuelve a lavarlo, que mal que tengas el cabello grasoso.

—Deja a la enana en paz —comentó su padre, Anton Moskóv se sentó en la mesa y le guiñó el ojo a su esposa e hija.

—La genética no me ayudó con la altura, ni con mi cabello.

Ambos adultos dejaron sus actitudes risueñas y observaron a Aleksandra, nerviosos, la chica frunció el ceño y comió lentamente, maldiciendo mentalmente sus palabras, implorando que no fueran a cancelar sus planes e insistir para que tuvieran una charla tediosa sobre sentimientos negativos.

— ¿Has hablado con los Leroy?

No es buena idea llevar la conversación por ese lado.

—Claro, Jasmine me ha hablado de sus coreografías y pidió consejo para elegir sus trajes, al igual que Joshua.

—Natalie me dijo que ambos estaban en una relación.

—Sí, Joshua está saliendo con Danny, Jasmine tiene una relación con un patinador de Hockey que conoció en la pista, JJ se comporta como un hermano celoso y sobreprotector con ambos, Jasmine se queja de que es demasiado celoso y me pide que hable con él, Isabella está demasiado ocupada por la boda como para controlarlo.

—Qué mal que no puedas ir por las clases.

Aleksandra detuvo el tenedor a medio camino de su boca, lanzó una mirada escéptica a sus padres.

—Claro que voy a ir, me pidieron ser la madrina.

—Cariño —Anastasia acarició su mano a la de Aleksandra—, sé que quieres ir, pero tus estudios son más importantes.

—Es en temporada de vacaciones, tengo todo planeado.

—Excepto nuestro permiso para ir a otro continente.

—Tengo las cartas y todos los documentos al día, sólo me falta un vestido para la ceremonia.

—Sasha —su padre sonrió de medio lado—, si no estudias esos días puedes ir a la boda, aunque eligieron a la persona menos religiosa para ayudar en una ceremonia cristiana.

Aleksandra se levantó de la mesa y caminó con un paso tranquilo hasta la cocina, lavó la loza y se despidió de sus padres, que dedicaron miradas muy significativas entre ellos y a Aleksandra, la canadiense subió hasta su habitación y gritó sobre la almohada, destendió la cama y se acurrucó entre las cobijas, suspiró derrotada entre los cobertores y limpió las pequeñas lágrimas en sus ojos.

ErrantesWhere stories live. Discover now