Georgi entró al apartamento de Yuri cargando con grandes bolsas en sus manos, el chico de ojos azules lo recibió en la entrada y organizó los víveres en la cocina, Aleksandra y Yuri estaban en la sala, viendo alguna serie o película.
La chica descansaba plácidamente en el sofá, a su alrededor había gran cantidad de cojines y peluches, Yuri tenía una venda en la mano derecha y tiritas sobre la ceja y un moretón en la mejilla.
Georgi envió al niño con sus amigos y continuó hablando con su novia a través de los manos libres.
—Te extraño tanto, lamento no poder estar a tu lado.
—Georgi, eres tan buen amigo, cuidas de Plisetsky a pesar de que el niño podría estar en peligro.
—Haría cualquier cosa por las personas que me importan.
—¡Georgi es un cobarde, no le creas nada!
El patinador suspiró ante la risa de su novia y prefirió ignorar la provocación del rubio, continuó hablando de cosas banales con la chica mientras cocinaba.
—¿Es verdad que Plisetsky se peleó con alguien en el hospital?
—Es cierto, pero no debes contarle a nadie —Georgi bajó la voz en un susurro—, el hermano de la niña llegó al hospital bebido, discutió con su tío y entró en la habitación, sacudió a la niña, logrando que se reabrieran las suturas, y la insulto, Yurio le pegó en la nariz y él lo golpeó en la mejilla, la policía los separó pero al parecer alguien grabó y compartió información.
—Georgi, ¿El hermano de Aleksandra ha ido a buscarla?
—No, al parecer su tío no se lo permite, y ambos hermanos se detestan, nadie extraño ha venido.
—¡Georgi, deja de chismear con tu novia y no quemes la comida!
Ambos adultos se despidieron y Georgi sirvió la comida para los tres adolescentes.
—Mijaíl, ¿Qué tal están las cosas con Aleksandr?
—Le dije que era gay y no quiere no verme, el otro día nos peleamos y lo expulsaron, gracias a mis buenas notas y buen comportamiento obtuve un castigo menor, debo ser ayudante en el festival de verano y no podré ir como invitado a la fiesta de grado.
Aleksandra golpeó el hombro del chico e hizo unas señas que Georgi no entendió.
—Al principio me ignoraba, Tatiana y Vladimir lo imitaban, luego me atacaba cuando no había profesores, me empujaba, tiraba al piso, palabras hirientes, cosas por el estilo, pero el otro día le dije que parara y me golpeó, como estábamos en el laboratorio de química hizo que rompiera algunos tubos y derramé ácido en la mesa y quemé la manga de mi bata.
Aleksandra rió por lo bajo, Yuri se carcajeo y el castaño gruñó molesto, levantó los platos y se alejó con una mueca de molestia en el rostro.
La chica apartó las cobijas y se abanicó el rostro, Georgi observó el abdomen vendado con morbo, las gasas cubriendo la herida cerca de su cadera y una venda envuelta alrededor de su cuello.
Aleksandra levantó los pulgares al notar la mirada de Georgi, señaló a sus heridas y asintió, indicando que todo estaba bien. El hombre revisó su reloj y abrió la puerta, debía irse a entrenar y el novio de Yuri solía ser impuntual.
—Señor Popovich, puede irse tranquilo —Misha se acercó a la puerta y se asomó al pasillo.
—Andrei siempre tiene una excusa, mejor vete a entrenar, por lo menos un ruso aparte del viejo debe estar en la final —Yuri apoyó sus nudillos en la espalda del hombre y lo empujó—, no deshonres al país.
—Tú podrías entrenar y ganar pero prefieres quedarte en casa.
—Yo soy joven, tengo más oportunidades de ganar y por órdenes médicas no debería competir, por otro lado... Georgi, debes aceptar que eres viejo y tu carrera se va a acabar tarde o temprano, aunque en tu caso es más pronto que tarde...
—Niño insolente —replicó Georgi.
—Joder, no eres capaz de aguantar una maldita broma, yo no soy un niño, ahora fuera de mi casa, y no vuelvas a llorar durante tus presentaciones cuando apenas comienzan, es demasiado dramático.
Yuri dio un puntapié en la espalda baja del patinador mayor y cerró la puerta en su espalda, rodó los ojos en un gesto de molestia y caminó hasta el sillón que ocupaba Aleksandra, se sentó a sus pies y subió el volumen del televisor.
—Yo no soy dramático, soy un excelente artista y un gran actor, las lágrimas son parte del acto, no una exageración —Georgi se quejó mientras salía del edificio, quejándose con su novia sobre la actitud repelente y voluble del menor.
—Son adolescentes, estoy segura que muchos a esa edad tuvieron una época rebelde en la que no respetaban a sus mayores y eran groseros con cualquier persona.
***
Andrei bebía un gran vaso de chocolate caliente, a su lado Yuri cubría su rostro con la taza y se escondía entre los cojines del local, al parecer no se daba cuenta de que con esa actitud llamaba aún más la atención.
—Yuri, intenta actuar de manera relajada, somos dos amigos en una salida.
—Somos más que amigos, Andrei, ¿No crees que fue muy estúpido ir a un país homofóbico, salir con una celebridad que hace poco salió del closet e iniciar una relación con un menor de edad?
—En Rusia la edad para el consentimiento sexual es a los dieciséis, no estamos haciendo nada ilegal, no he podido darte la mano porque estás demasiado tenso y no me saludaste bien.
— ¡Te dije hola!
Andrei le dedicó una sonrisa maliciosa, empujó el tenedor de plástico que se encontraba cerca de su plato y señaló al suelo con la cabeza.
— ¿Me ayudas a recogerlo?
—Tú lo tiraste, no sé por qué debería.
Andrei tiró los cubiertos del rubio también, con un gesto de molestia Yuri se agachó para recogerlos, el mayor se inclinó y besó a Yuri en los labios, se levantó con una gran sonrisa en el rostro.
—Ese es un saludo.
Yuri gruñó y limpió los cubiertos, refunfuñó en contra de las personas molestas, pero acarició los dedos de Andrei debajo de la mesa, el mayor le dedicó un guiño y con un cubierto limpio robó un trozo del pastel de que Yuri tenía.
—Eres más molesto que Aleksandra.
Andrei rio y tomó un trozo de su propio pastel para acercarlo a la boca de Yuri.
—Vamos, prueba un poco.
Casi a regañadientes el rubio probó el pastel de la mano de su novio, se relamió los labios e intercambió los platos. El chico bufó molesto y le dedicó una mirada furiosa al ruso.
—Odio que las personas toquen mi comida, es justo.
Ambos se rieron por lo bajo y Yuri siguió comiendo.
Estar con Andrei era lo mismo que estar con su abuelo, era tranquilo y cómodo, ambos se preocupaban por él, le mimaban, le daban regalos y él se sentía como un pequeño niño, un niño mimado y necesitado de afecto que iba a los brazos de otros para que lo consintieran.
De no ser por los besos que ocasionalmente se daban Yuri podría asegurar que su relación era similar más fraternal que romántica, Andrei llegaba a comportarse como Nikolai, tratando que se sintiera cómodo y tranquilo.
Andrei lo llevó de regreso a su apartamento y en la puerta besó de manera casta sus labios, se despidió de Aleksandra y se fue.
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Errantes
FanfictionYuri Plisetsky vive una buena vida, ganó el Grand Prix a la edad de quince años, tiene un abuelo querido y amoroso, Otabek Altin es su mejor amigo y confidente, va a tomar unas merecidas vacaciones antes de regresar a la pista. Peo a raíz de una ter...