Mikaannie XI

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Capítulo 11

Mikasa y Hanji salieron de la enfermería, Eren estaba esperando para poder hablar con la pelinegra pero esta pasó de largo y poder arreglarlo de una vez por todas. Lo único que Mikasa quería era poder llegar a su habitación y poder descansar. La semana habia sido super agotadora para ella y las demas, sin agregarle que había estado recordando la noche en la que perdió a sus padres.

--Mikasa-- llamó Eren pero está decidio ignorarlo. --¡Mikasa!-- grito después tomando a la pelinegra del brazo. El necesitaba terminar con todo eso de una buena vez, ya no queria seguir peleando con Mikasa, no quería que la pelinegra siguiera enojada con el. Quería a su hermana de regreso.

--No estoy para tus reproches o lo que sea que quieras, estoy cansada y necesito una ducha. Hablamos luego--dijo Mikasa jalando su brazo y dirigiéndose a la habitación que compartía con Annie.

Eren vio a la pelinegra irse y frunció el ceño. Ahora. Mikasa no tenía tiempo para hablar con él, ya no era como antes.

--Te aconsejó que te mantengas lejos de ella por unos días-- dijo Hanji apareciendo detrás del chico. --Ella y las demás tuvieron una semana demasiado dura y lo que menos necesitan es que alguien las esté molestando. Sino haces lo que te digo te aseguro que Levi no tendrá problema en ponerte a limpiar todos los establos--

Eren dejo salir un suspiro, le daria su espacio a Mikasa.

......

Mikasa entró en su habitación y vio a Annie cobijando a las niñas. La rubia levantó la mirada al ver a Mikasa parada frente a la puerta.

--¿Te vas a bañar?-- pregunto la rubia en voz baja, tratando de no despertar a las pequeñas que habian tenido una experiencia muy dura.

Mikasa solo asintió para ir a su armario y sacar lo que necesitaría. Annie no le dijo nada y empezó a acomodar todo en la habitación, ya no serían dos personas ahora serían cuatro y tenían que acoplar todo de la mejor manera posible. Luego les dirían a los comandantes si podían tener una habitación más grande.

Mikasa entró al baño, se quitó la ropa y prendió la ducha. Dejo que el agua caliente golpeara su cuerpo, sintió como todos sus músculos se relajaban lentamente pero eso no quería decir que su mente se relajara. Su mente la llevaba a aquel día donde su feliz fue arrebatada y ahora habían dos pequeñas que habían vivido lo mismo. Ella y Annie tendrían que buscar una manera de poder ayudarles.

Luego de una buena ducha la pelinegra salió del baño para encontrarse a Annie recostada en la misma cama que las niñas, Alma tenía sujetada a Annie de la camisa como si quisiera evitar que la rubia la dejara. Akane estaba del lado de la pared, dormida profundamente.

Mikasa sabía que no podía dejar que la rubia se durmiera con esas ropas así que lentamente se acercó a la cama y con sumo cuidado despertó a la rubia. La pelinegra sabía que si asustaba a Annie terminaría con un puño en el rostro y con dos pequeñas llorando. A pesar de que Alma tenía siete años eso no evitaba que se asustara y empezara a llorar, después de todo lo que había tenido que pasar. El miedo seguía estando en parte de su subconsciente.

--¿Que pasa?-- pregunto Annie con voz ronca.

--El baño está libre-- dijo la pelinegra. --En lo que tú te bañas las despertaré para que cenen algo luego las dejamos con Christa e Ymir, tenemos que comprarles ropa y todo lo básico--

--Okay-- respondió Annie tomando todas sus cosas para luego entrar en el baño.

Mikasa terminó de arreglarse para luego despertar a Alma.

--Alma-- susurró Mikasa mientras acariciaba los cabellos de la pequeña. --Alma despierta-- volvió a susurrar con cuidado. --Alma despierta, tienes que cenar algo--

Mikasa vio como la pequeña iba abriendo los ojos para luego dejar salir un quejido que provocó que una pequeña sonrisa se formara en el rostro de la pelinegra.

--Cinco minutos más-- murmuró Alma para volver a cerrar los ojos.

--No, despierta-- replicó la pelinegra. --Annie ya va a salir del baño y tenemos que cenar--

Alma se sentó en la cama tratando de mantener los ojos abiertos. Mikasa sonrió ante eso, la pequeña era adorable. Segundos después Annie salió del baño.

--¿Listas?-- preguntó la rubia.

Mikasa y Alma asintieron, la pelinegra tomó a Akane en sus brazos, Alma tomó la mano de Annie y se dirigieron al comedor. En su trayecto se encontraron con Hanji.

--Chicas-- dijo la castaña. --Conseguí algunos biberones para Akane y otras cosas para Alma--

--Gracias-- dijo Annie tomando la pequeña mochila que la sub-comandate le estaba entregando.

--De nada-- replicó Hanji. --Ahora vayan, cenen y traten de descansar un poco. Mañana hare un anuncio importante y las necesito en su cien por ciento--

Annie y Mikasa decidieron no preguntar nada, sabian que Hanji no les diria nada. Solo decidieron asentir y seguir con camino hacia el comedor.

.......

Acomodarse había sido un poco facil para las chicas, movieron las camas para que quedaran pegadas a la pared. Alma dormiría con Annie y Akane con Mikasa.

El día siguiente habia sido un poco atareado para las dos chicas, asegurarse de que Alma estuviera lista para el desayuno, asegurarse de que sus uniformes estuvieran bien, alistar a Akane y asegurarse de que tuvieran todo lo necesario para el día.

Mikasa y Annie sabian que tenian que apurarse para comer, ir con Hanji para que esta diera la noticia, luego salir y comprar cosas para las dos pequeñas. Hablar con el comandante para el cambio de habitación y buscar a alguien con el que pudieran dejar a las dos niñas cuando ellas estuvieran de misiones.

--Atención-- dijo Hanji mientras entraba en el comedor. --Hay algunas cosas que tengo que decirles-- la sub-comandante se puso frente a la mesa donde estaban Annie, Mikasa, Ymir, Christa y las niñas. Smith y Levi entraron segundos después. --Para todos aquellos que quieran meter a Annie o a Ymir en problemas por sus poderes de titanes será mandado a prisión-- murmullos se escucharon en el comedor. --Ambas chicas estaba bajo mi manda y cuidado, y no quiero que absolutamente nadie las moleste o las acose--

--Si me entero de que algo está pasando-- agrego Smith. --Me encargare personalmente de que sufran las consecuencias--

--De los castigos me encargare yo-- dijo Levi con sorna. Todos palidecieron al recordar lo que el cabo le había hecho a Eren.

Annie e Ymir estaban en shock despues de lo que su sub-comandante les había dicho. Ahora entendian porque la castaña se había quedado, ahora entendia los planes de Hanji y ellas no podían evitar sentirse felices y seguras de que ahora estaban más que protegidas por la sub-comandante.

Annie e Ymir harían lo que fuera posible para no decepcionar a Zoe Hanji, ellas sabían que la sub-comandante les estaba dando su confianza total.

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