La edad no importa.

Capítulo 50.

*JULIE POVS*
Estaba con mis amigas, pero no podía dejar de pensar en que Diego estaba con Matías, y ya se estaba tardando mucho. ¿Se habrán quedado hablando con él? Intenté alejar ese pensamiento de mi cabeza.

-Chicas.-dije por lo bajo, pero ellas siguieron hablando entre sí, sin escucharme.- ¡Chicas!-dije esta vez más alto.

Ahora todas se giraron a verme.

-¿Qué pasa?-dijo Agus.

-Matías...

-¿Matías?-dijo Martu.

-Él... me dijo feliz cumpleaños.-sonreí embobada recordando esas simples palabras saliendo de sus labios.

-Julie...¿no te habías olvidado de él?-dijo Bri.

-Eso pensé. Pero hoy, antes de que lleguen, no sé, se quedó mirandome, y yo a él, y no puedo explicarles lo que sentí. Es como si estos dos meses hubieran sido en vano. Volví a sentir mariposas en mi estómago, y ni con Diego en todo este tiempo sentí eso. Y recién cuando hablamos también, estaba más nerviosa que nunca, pero me sentía bien hablando con él después de tanto tiempo. Hasta que llegó Diego.-expliqué.

-¿Y qué pasó?-dijo Mica.

-Nada, entró y pareció sorprendido al verme hablando con Matías, pero él contestó por mí diciendo que solo me estaba deseando un feliz cumpleaños, y después me fuí. Dijo que iba a buscar plata para comprar, pero todavía no viene...

-¿Se habrán quedado hablando?-dijo Belén.

-No sé. Espero que no.

-Ya volví.-dijo Diego, tomandome por sorpresa con un abrazo.

-¿Por qué tardaste tanto?-dije yo.

-No encontraba la plata, y después me di cuenta que no traje...-dijo de manera extraña. Pero lo dejé pasar.

×××

El día continuó tranquilamente, yo estaba literalmente perdida en mis pensamientos, y la profesora de Historia pareció notarlo.

-Señorita Vazquez, es la tercera vez que le llamo la atención.-dijo sacandome de mis pensamientos.- ¿Podría explicar con sus palabras lo que acabo de decir? ¿O está muy perdida en lo que sea que esté pensando?

Me quedé mirandola con los ojos abiertos como platos, sin decir nada.

-Voy a pedirle que se retire del salón.-dijo señalando con su dedo índice a la puerta.

Sin decir una palabra, rodé los ojos, me levanté y me dirigí afuera del aula. Después de todo no tendría que soportar esta hora que quedaba de Historia.

Había un banco ahí, pero yo decidí sentarme contra la pared, abrazando mis rodillas, y hundiendo mi cara en ellas.

-¿Julie?-dijo alguien después de unos minutos.

Esa voz... esa voz que hacía que todo tiemble en mi interior.

Levanté mi mirada y pude ver esos hermosos ojos color café, encontrandose con los míos.

-Matías... Hola.-dije aún mirandolo y levantandome del suelo.

-¿Qué haces acá? ¿Y por qué estabas ahí sentada teniendo un banco prácticamente al lado tuyo?-dijo él.

-Me sacaron de la clase. Estaba muy distraída, supongo.-reí, encogiendome de hombros.- Y la verdad no sé por qué me senté en el suelo y no ahí.-dije señalando el banco.