Amor Clandestino |j.b|

23.

_________.

Justin aparco su auto fuera de mi casa, mire la fachada de esta y encontré la casa con sus luces encendidas por todos lados. Luego, desvié mi mirada aquel hombre de ojos mieles que tan boba me tiene.

-Asumo que te has divertido-murmuro el entregándome una sonrisa.

-Claro que si, cariño-acaricie su cabello con mis manos-espero que podamos repetir este maravilloso día.

-Por supuesto que lo repetiremos, mi amor-mantuvo la sonrisa en su rostro.

-Justin... hay algo que quiero decirte.

-¿Qué sucede?-ahora su sonrisa se esfumo.

-No es nada malo-dije para tranquilizarlo-solo quiero decirte que las semanas que llevo a tu lado han sido maravillosas. Te prometo que nunca había sentido esto tan importante por ningún hombre.

-Yo tampoco, por ninguna mujer. Ya te lo he dicho en reiteradas ocasiones, pero no cabe decírtelo nuevamente. Y créeme que estos no serán los últimos momentos que viviremos juntos, te lo prometo.

Me acerque lentamente a su rostro y no dude en unir nuestros labios en un beso apasionado y lleno del amor que siento, o mejor dicho, que ambos sentimos mutuamente.

-Te quiero, Justin-solté sin vergüenza al finalizar nuestro beso y juntando nuestras frentes.

-Yo te quiero mucho mas, _________.

Lo bese nuevamente, o mejor dicho, lo bese un par de veces mas antes de despedirme de aquel canadiense que tanto me ha hecho sentir en tan poco tiempo.

Camino a la puerta de mi casa con una inmensa sonrisa, y sintiendo la mirada de el a mi espalda. Antes de entrar, le lance un último beso como despedida y cerré la puerta a mi espalda suspirando profundamente, pero por amor.

Iba a acercarme a las escaleras para dirigirme a mi habitación, pero sentí las voces de mi mamá y abuela en la sala de la casa, y me sorprende ya que son casi las doce de la madrugada y por lo general ellas están durmiendo a estas horas. Y mas aun si mañana deben trabajar.

Me dirigí a la sala, y al entrar vi a mi madre y abuela sentadas en distintos sofás vistiendo sus pijamas y conversando entre ellas con murmureos. Al verme, se quedaron en silencio y me miraron fijamente.

-¿Qué hacen despiertas?-pregunte divertida, se quedaron en silencio-¿o estaban esperándome?

Nuevamente se mantuvieron en silencio.

-¿Sucede algo?-pregunte otra vez, pero esta vez confundida.

-________, tenemos que conversar contigo-dijo mamá-¿puedes sentarte?

-¿Debe ser ahora?, porque la verdad es que estoy cansada y...

-Si, debe ser ahora-me interrumpió-por favor, siéntate.

Hice caso a sus palabras, me acerque al sofá donde mi abuela esta sentada y me coloque a su lado.

-¿Por qué nunca nos mencionaste que Justin iba a casarse?-dijo mi madre en un tono serio.

-¿Qué? ¿mamá, que estas hablando?

-Lo que oíste, _________. Esta tarde vino una mujer a decirnos que tu fuiste la amante de Justin, la que causo el quiebre en su relación.

-¿Stella estuvo aquí?-pregunte estupefacta.

-Así que es cierto, entonces. Tu si fuiste la amante de Justin.

Saco del bolsillo de su bata un sobre color blanco y me lo entrego, al abrirlo en mis manos me encontré alrededor de diez fotografías de Stella y Justin cariñosamente. Claramente son de su noviazgo.