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Justin.

Después de todo, no fue tan terrible que la chica interrumpiera mi momento especial con _________, evidentemente no pude besarla como lo quería, pero a cambio de eso pudimos revivir una de nuestras actividades favoritas mientras convivimos el poco tiempo en mi departamento: comer chatarra, reír y charlar.

La chica se fue al poco tiempo en que le recibí el carro pequeño metalizado con la comida y los líquidos que pedí. Instalamos todo con ________ sobre la cama y comenzamos a comer las deliciosas hamburguesas y patatas fritas del hotel, intentando no manchar el fino cubrecama que yace sobre las sabanas.

Charlamos de cualquier tema posible, y como siempre, en medio de esas largas y profundas conversaciones, las risas eran cómplices de nuestras charlas. Risas de niños pequeños que acaban de hacer una travesura sin que sus padres puedan darse cuenta. Si que no esperaba que estos valiosos recuerdos volvieran a repetirse.

-¿Vas a pensar la idea que te mencione?-dije recostando mi cabeza sobre la almohada, ella no tardo en hacer lo mismo. Nuestras miradas están completamente fijas en el techo color crema de la habitación.

-¿Qué idea?-pregunto confusa pero a la vez divertida.

-La idea de ir mañana por la noche a visitar la torre Eiffel-gire mi mirada para observarla y admirar su perfecto perfil.

-Ya te dije que puede ser una buena idea.

-Pero eso no significa que me hayas dicho que si o que no.

-Esta bien-rodeo sus ojos riendo-si aceptare que mañana salgamos a visitar la torre Eiffel juntos.

-Tampoco iba a dejar que me contestaras un no como respuesta-ella giro sus ojos hacia a mi, alzo una de sus cejas reprimiendo una sonrisa-te hubiera convencido de la mejor manera que se.

-¿Así? ¿y que manera seria esa?

-¿Estas segura que quieres saberlo?

-Ponme a prueba, Bieber-guiño uno de sus ojos azules.

-¡Tu lo has dicho!

Me lancé sobre ella con cuidado y comencé a hacer cosquillas sobre su abdomen, ________ comenzó a reír de inmediato, apenas las yemas de mis dedos se instalaron sobre su abdomen.

-¡Tu has querido ser victima de las cosquillas Bieber!-mencione mientras se retuerza de risa sobre la cama. Sonrió como un bobo mientras la observo reírse, me encanta tanto disfrutar esta noche con ella, es como si nuestra de historia de amor continuara viva por los momentos que continuamos proporcionándole.

-¡Justin... detente!-exige en medio de risas.

-Esta bien... esta bien-me uní a sus risas dejando de provocar cosquillas en su abdomen. Lanzándome a su lado y mirando por el rabillo de mi ojo el como comienza a calmar su respiración y su risa comienza a disminuir.

-Eres un idiota-me insulto volviendo a soltar una pequeña risa-pero, un idiota que me hacer reír muchísimo.

Dieron las una de la madrugada en Paris, ________ tomo la decisión de irse a su habitación para dormir, y bueno, yo imitar su acción. Me asegure de que un chico se llevara los trastes sucios que utilizamos para que no me interrumpan.

-La pase muy bien contigo, Justin-dijo, ambos estamos en medio del pasillo fuera de la puerta de la habitación. No hay nadie merodeando por estas horas en el pasillo, y eso nos da mas privacidad.

-Yo también, espero que no sea la ultima vez que disfrutemos una velada así mientras estamos aquí en Paris.

-No te preocupes, me encargara de que tengamos una próxima vez.

Amor Clandestino |j.b|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora