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Me observo en el espejo de mi habitación, mis manos sin pensarlo acarician mi barriga en círculos, y es inevitable no suspirar con pesadez al sentir como crece cada día mas. Tengo unas grandes bolsas bajo de mis ojos por las horribles y largas semanas que he vivido desde que me entere de este embarazo.

Un toque en mi puerta hizo que desviara mi vista del espejo, saque mis manos de mi barriga y grite un pase. La figura de mi madre apareció apoyada en el marco de la puerta.

-Hija, venía a decirte si...-se cayó al verme, me observo por un segundo y volvió a decir-¿te sientes bien?

-Si-murmure-¿por qué lo dices?

-Te noto cansada, ¿enserio que te sientes bien?-le asentí con una pequeña sonrisa de lado-bien, quería saber si quieres acompañarnos al centro comercial. 

-¿Irán de compras?-pregunte.

-Un poco-rió encogiendo sus hombros.

-La verdad es que prefiero quedarme en casa, no tengo ánimos de salir. 

-Entiendo. Sabes que puedes llamarnos si te ocurre algo, estaremos atentas a los celulares.

-Tranquila, mamá. Estaré bien.

-Te amo, ¿lo sabes?

-Y sabes bien que yo también te amo.

Sonrío y cerró la puerta de mi habitación, a los pocos segundos sentí sus pasos alejarse. 

Me lance en la cama con mi cabeza apoyada en la almohada, observando el techo blanco de mi habitación, la lluvia afuera es una excelente compañía. Este es uno de mis panoramas favoritos desde que comenzó el invierno en la ciudad.

Mi abuela y mi madre ya se han enterado de mi embarazo, fue inevitable no querer contárselos, creí que ellas serían las únicas que me entenderían a la perfección. Al principio fue de mucha sorpresa, pero luego me apoyaron sin lugar a duda.

Están tan encantadas con esta noticia que poco a poco llegan con regalos a mi habitación para el bebé, y yo agradezco fingiendo una sonrisa. Mi madre ya se siente con el bebe en sus brazos, no para de mencionarme lo emocionada que esta con esta noticia. Y yo lo único que deseo es que esa emoción se detenga.

De hecho, mi mamá también quedó embarazada muy joven de mi, es por eso que entiende a la perfección mi situación. Les agradezco mucho ya que han estado muy pendientes de lo que ocurre conmigo y el bebé estos últimos días.

Los chicos han sido un apoyo fundamental para mi estas últimas semanas, Nick y Nathan también saben acerca de esto, y junto a Samantha y Abby han estado apoyándome como buenos amigos que son. Han cumplido los antojos que he tenido, y están conmigo cuando tengo los dolores frecuentes de un embarazo.

Samantha, tal y como me lo prometió desde un principio, consiguió el numero de la chica que menciono hace unas semanas. No he decidido llamar porque aún no estoy cien por ciento segura de mi decisión.

Estuve leyendo por páginas de internet que los abortos clandestinos son muy peligrosos si no saben prepararse bien, uno de los contras es que pueda quedar infértil para el resto de mi vida, o bien, pueda morir en el proceso. Si deseo continuar con este embarazo debo sumir que mis estudios tendrán que ser congelados hasta nuevo aviso, y que lamentablemente deberé dejar mi trabajo en la cafetería.

Lo que mas me ha afectado estas semanas es la indiferencia que Justin me ha brindado, me imagino que lo único que quiere es que desaparezca de la tierra. Para lo único que me escribe es para saber si necesito algo o como me he sentido del embarazo. He intentado millones de veces conversar con el y aclarar la situación que estamos viviendo, pero siempre se excusa diciéndome que tiene una urgencia.

Amor Clandestino |j.b|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora