Amor Clandestino |j.b|

42.

           
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Y aquí nos encontramos junto a mi abuela, caminando por el pasillo hacia la habitación donde yace mi madre, completamente ansiosas por verla. Estas largas horas sin verla han sido muy difíciles para ambas.

-Les pido que por favor no hagan que hable mucho, aun esta en recuperación y eso puede jugarla en contra. Tampoco menciónenle lo del coma, eso podría ponerla muy nerviosa-nos explicó el doctor amablemente-pero por todo lo demás, entren y disfrútenla. Ella también esperaba verlas, volveré en unos minutos y le explicare a Eva todo lo que vivio.

-Gracias, doctor-le dijo mi abuela con una sonrisa.

-No hay de qué.

Dio unos cuantos pasos de distancia comenzando a perderse a través de la gente que hay por el pasillo. Con mi abuela intercambiamos miradas de emoción y no lo pensamos un segundo mas en abrir la puerta de la habitación.

Hacia el lado derecho de la habitación esta mi madre recostada sobre una camilla, con su mirada clavada en la televisión que hay ignorando el hecho de que hay muchos cables conectados a su cuerpo.

Mis ojos no pudieron contener las lagrimas al notar el aspecto que posee, su rostro tiene algunos moretones y rasguños, y su brazo izquierdo esta vendado casi por completo. No soporto verla así ni pensar en todo lo que tuvo que pasar.

Mi abuela fue la primera en acercarse a ella, con una mirada emocionada, tomo una de las manos que se ve en buen estado, y comenzó a besarla delicadamente. Mamá nos mira con una pequeña sonrisa.

-Que bello tenerlas aquí-susurra en un tono muy bajo y con dificultad.

-Shh...-le dije acercándome al lado de su camilla-el doctor dijo que no era necesario que hables.

Continuo con la sonrisa en su rostro mientras continúa mirándonos, con una de mis manos acerqué mi mano a su cabello y comencé a acariciarlo lentamente.

-Creí que te perdería...-mencione, me escucha atenta-y te juro que no lo hubiera soportado, mamá.

-Gracias a Dios que estas bien, hija mía-comento mi abuela acariciando la mano de ella que hace un momento estaba besando-ahora solo debes enfocarte en recuperarte para que regreses completamente bien a Atlanta.

-¿Y el señor y la señora Bieber como están?-pregunto mi madre, nuevamente con la misma dificultad de hace un momento.

-Tranquila, ellos están bien-le conteste-Justin y sus hermanos están visitando a su padre y su madre también esta recuperándose de sus pequeñas lesiones.

-¿Y que me paso?, recuerdo haber estado dentro de la camioneta, sentir un impacto y luego desperté aquí. Nadie me ha dicho nada, ni siquiera el doctor.

Mi abuela y yo intercambiamos miradas de complicidad, tenemos prohibido decirle lo que le ocurrió, lo que menos querría es que se altere y pase algo mucho peor.

Agradecí completamente cuando el doctor se hizo presente en la habitación, con un archivador de papeles en su mano y un lápiz en la otra, asumo que es para controlar a sus pacientes.

-Hola, Eva-la saludo el acercándose hacia el lado de los pies de la camilla-¿cómo te sientes?

-Confundida, bastante confundida.

-Pero, ¿sientes algún dolor en alguna zona de tu cuerpo que te incomode?-la miro atento.

-No-volvió a contestar-me siento bien.

-Genial-dijo anotando aquellas palabras en su archivador-veo que los calmantes que te inyectaron hicieron efecto.

-Doctor, ¿puede explicarme que me sucedió?