Amor Clandestino |j.b|

17.

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-¿Esto es una broma?-sentí la voz de Samantha a mi espalda.

Me encuentro totalmente sorprendida ante lo que esta ocurriendo frente a mis ojos. Stella, la ex prometida de Justin, en mi lugar de trabajo y sentada en la mesa que debo atender. ¿Acaso hay algo mucho peor que esto?

-________, si tienes inconveniente, yo voy y la atiendo sin problemas-Abby me brindó su apoyo.

-No... digo, yo la atiendo-murmure sin quitarle la mirada de encima a ella-debo solo atenderla como cualquier otro cliente, además, Stella no sabe realmente quien soy. Eso es mucho mejor para la situación.

Cogí un menú del mesón y me aseguré de tener mi libreta y mi lápiz para anotar su orden, a continuación, me dirigí a la mesa en la que la ex prometida de Justin espera por ser atendida.

Al notar mi presencia, me miró fijamente regalándome una sonrisa.

-Buenas tardes y bienvenida a nuestra cafetería-dije en un tono firme y amable-aquí tiene nuestro menú. ¿Desea pedir de inmediato o le doy unos minutos?

Ella le dio una mirada rápida al menú que le entregue hace unos segundos.

-Solo quiero un café de vainilla y un par de medias lunas.

-Esta bien-dije anotando en mi pequeña libreta-en un segundo, permiso.

-Adelante.

Le sonreí sin mostrar mis dientes y volteando lentamente hacia donde Abby y Samantha me esperan impacientes.

-¿Qué te dijo?-pregunto Samantha.

-Solo pidió un café de vainilla y medias lunas. Ella no sabe la relación que tengo con Justin, y es genial. Solo cree que soy una trabajadora mas de la cafetería. Y si llega a conocerme, diré que se ha equivocado.

Las chicas me asintieron ante mis palabras.

Prepare el café de ella en unos minutos y serví dos medias lunas en un plato pequeño de color blanco. Coloque todo en una bandeja de color negro y me acerque nuevamente a aquella mujer para entregarle su orden.

Stella se encuentra con la mirada fija en un par de papeles que tiene repartidos por la mesa en la que esta apoyada. Parecen asuntos muy importantes aquellos papeles.

-Muchas gracias-dijo al entregarle su orden.

-No se preocupe-dije-¿necesita algo mas?

-Por el momento no.

-De acuerdo. Si necesita algo, puede llamarme a mi o cualquiera de mis compañeros.

-Esta bien, pero creo que te llamare a ti. Me has atendido muy bien, eres una chica muy simpática y amable. Que bueno que esta cafetería posea trabajadores de este modo.

Le di una sonrisa sin mostrar mis dientes y la deje a solas con su pedido y sus papeles importantes.

Abby y Samantha también están atendiendo a sus clientes o retirando trastes sucios de las mesas. Aproveche la ocasión para revisar mi celular, o mejor dicho, verificar si Justin ha contestado mi mensaje.

Justin: Ya que salgo de mi trabajo a las ocho, iré de inmediato a la cafetería para buscarte nos veremos antes preciosa, ¿qué mejor no?

Mire la hora en la pantalla, estas marcan casi las cinco de la tarde. Bien, solo quedan tres horas mas para las ocho. Dudo que esta mujer se quede por tanto rato en la cafetería, o mejor dicho, es lo que espero.

-¿Te ocurrió algo con esa tipa?-pregunto Samantha al llegar a mi lado con una bandeja llena de trastes sucios.

-No, ¿por qué?