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-Te he traído un café-dijo Justin sentándose a mi lado y entregándome un vaso con el líquido.

-Gracias-mencione recibiendo su vaso en mis manos y bebiendo un pequeño sorbo. Estas son unas de las pocas palabras que hemos cruzado ambos.

Llevamos alrededor de tres horas aquí en el hospital, son casi las tres de la madrugada, y junto a Justin hemos estado sentados en la sala de espera durante todas estas horas. No hemos recibido ninguna noticia nueva sobre nuestros padres, solo que continúan dentro del quirófano y que la señora Bieber se encuentra descansando de sus lesiones. El no saber nada nos ha hecho estar muy impacientes.

Lo único que he podido hacer es rezar porque esa operación salga sin problemas, y nuestros padres puedan mejorarse del horrible accidente por el que pasaron. Lástima que ya no puedo continuar llorando para desahogar mi tristeza, ya no me queda ninguna lagrima para botar.

Una chica vestida de traje azul marino, se acerco hacia nosotros con un rostro muy amable.

-Disculpen que interrumpa, ¿eres Justin Bieber?-le pregunto al chico de ojos mieles que se localiza sentado a mi lado.

-Si, soy yo. ¿Sucedió algo?-frunció su ceño.

-Me han dicho que puede pasar a visitar a su madre en el segundo piso, habitación 26.

-¿De veras?-sonrió el ampliamente, vi sus ojos brillar de emoción.

-Si. Ella despertó y esta esperándote.

Al terminar de hablar, la chica se retiró alejándose de nosotros para volver a darnos privacidad.

-Justin, ve-dije bebiendo otro sorbo del vaso de café.

-¿No te molesta que te deje sola?-pregunto preocupado.

-Claro que no-le di una sonrisa pequeña-tu madre también te necesita. Me quedare aquí y esperare noticias de la operación.

-De acuerdo-dijo levantándose de su silla.

-Dale mis cariños a tu madre.

-Lo hare-se acerco a besar mi coronilla-cualquier cosa que ocurra no dudes en llamarme.

Le asentí conservando mi pequeña sonrisa.

Lo vi caminar hacia las escaleras a paso apresurado y subir los primeros escalones, luego, lo perdí completamente de vista. Me acomode en la silla, colocando mis piernas sobre la silla sobrante en la que Justin estaba sentado, y cerré mis ojos rogando que todo lo que esta sucediendo sea una pesadilla.

Lastima que mis pensamientos fueron interrumpidos por mi celular, este vibra sin parar en el bolsillo de mi polerón, con la mano sobrante lo conseguí de aquel lugar y me sorprendí al ver que es Nick quien me llama a estas horas de la noche.

-¿Hola?-pregunte al contestar su llamada.

-Monito...-susurro con una voz adormilada-siento llamarte tan temprano, pero tengo un mal presentimiento. ¿Estás bien?

-No-dije en un hilo de voz-no... estoy bien.

-¿Qué te sucedió, monito?

-Estoy en el hospital-comencé a explicarle-mi madre tuvo un accidente muy grave.

-No puede ser-susurro sorprendido a través de la línea-¿en que hospital estas?, voy de inmediato a...

-Nick, es imposible-lo interrumpí-no estoy en la ciudad, estoy en Paris.

-¿Qué? ¿en Paris? ¿por qué?

-Es un poco largo de explicar-dije mientras observo a mi alrededor de la sala-pero mi madre y los padres de Justin fueron protagonistas de un accidente grave.

Amor Clandestino |j.b|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora