Do you wanna know? -BTS-

Capítulo 7... Suga...

Cuando la última clase finalizó, todos comenzaron a levantarse y a guardar sus cosas dispuestos a marcharse. Necesitaba ir al baño antes, así que le dije a MinAh que no había problema si ella decidía adelantarse, que si necesitaba llegar a su casa temprano no importaba. Ella asintió suave y se retiró tranquilamente.

Me tardé lo suficiente en los sanitarios mientras me lavaba las manos, me veía en el espejo y mojaba un poco mi rostro.

Estaba un tanto adormilada y cansada. No quería salir aunque internamente sabía que lo que no me agradaba del todo, era la idea de regresar a casa...

Suspiré con fastidio y caminé despacio por los pasillos. Suponiendo que todos odiaban la escuela, no pensé que los corredores se vaciaran tan rápido o ¿Acaso yo me había tardado demasiado? No le tomé mucha importancia y seguí caminando.

Con las manos dentro de los bolsillos de mi suéter y con los auriculares en mis oídos, me dirigí a la salida del edificio. «Mierda...»

La suerte no estaba de mi lado el día de hoy. Sorpresa. Bangtan.

Bangtan estaba reunido ahí. Un escalofrío enorme y esa sensación de alerta recorrió todo mi cuerpo en un segundo, al ver a los... uno, dos, cuatro... ¡siete chicos reunidos ahí!

Miedo. Precaución. Temor.

Tenía que regresar y buscar otra salida en todo el desconocido edificio. Ninguno de ellos debía verme, en especial Suga y ese tal Hoseok.

Giré sobre mis talones e intenté no hacer ruido con mis zapatos, al ir rápido por lo largo del pasillo. Salones vacíos, un corredor que parecía infinito y la agitada melodía que escuchaba en mis oídos, no eran precisamente la mejor combinación para mantenerme tranquila.

- ¡Tú! ¡¿Qué haces aquí?! -oí el grito de alguien a lo lejos.

Si no fuera por que mis costillas seguían ahí, mi corazón probablemente se hubiera salido de mi pecho. Sentí la descarga de adrenalina recorrer mi cuerpo, haciendo bajar mi color hasta la punta de mis pies y aunque mi respiración se detuvo, me forcé a ir más rápido

- ¡Detente ahí! ¡¿Acaso no me oíste?! -Mierda, mierda. Lo oí correr hacia mí. Asustada también comencé a correr por los pasillos

Escaleras, mi única salida visible. Tendría que subir de nuevo por el edificio. Estúpida mochila, estúpido cansancio, estúpida falda, estúpido traslado... Maldita situación.

Estaba tan nerviosa como si se tratara de una verdadera persecución y un nudo en mi garganta comenzó a formarse.

Desesperación. Miedo. «¡Lo que me faltaba, comenzar a llorar como una tonta!»

Un descanso en las escaleras ¡ah! Como los odiaba.

En segundos vi como ese alguien recargaba su brazo en el barandal, como brincaba por encima y como desaparecía la distancia de los pocos escalones que teníamos de distancia.

«Perdida» .

Una mano en mi brazo me jaló tan fuerte, que en un segundo me llevó contra la pared. Un pequeño grito de dolor fue arrebatado de mis labios, ante tal acción mientras bajaba la cabeza para ocultar mi rostro entre mi cabello y no verlo a los ojos.

- ¿Por qué... corres? ¿Acaso... acaso tienes miedo?... ¿Nos estabas espiando? -preguntó en un tono engreído mientras intentaba manipular su respiración y no sonar agitado. Vaya control de oxigeno el que poseía, yo respiraba como un animal. Su frente estaba recargada sobre la cima de la mía y si era así, ambos debíamos mirar al suelo-. Vamos, preciosa; muéstrame tu rostro que las escaleras me han dejado admirar más que tus lindas piernas -mis ojos se abrieron a tope ante tal respuesta.