Do you wanna know? -BTS-

Capítulo 36... Suga...

~2~

Antes de ir a casa de NamJoon, Hoseok y yo estuvimos riendo muchísimo mientras teníamos una cita improvisada a las orillas del río Han.

Su motocicleta estaba estacionada a un lado de nosotros; dos novios que jugaban a hacer caras graciosas, usando los filtros divertidos de mi teléfono para tomarse las fotos más locas.

El tiempo se fue volando y cuando nos percatamos, supimos que debíamos darnos prisa para llegar a casa de RM pronto. 

Me puse la camisa de los Rolling Stones que Hoseok me había regalado y él se colocó la chamarra que tenía el mismo estampado en la parte de atrás. De nuevo me pidió usar su chaqueta de Bangtan, la cual parecía más mía que suya ahora; sin embargo, combinábamos perfectamente como pareja.

Lo que iba a ser una pequeña reunión, terminó en una fiesta enorme y descontrolada, puesto que los padres de NamJoon no estaban en casa. Al parecer, al anfitrión no parecía importarle demasiado.

Tomé a mi novio del brazo y lo llevé al jardín lejos de la sala, donde todos no dejaban de hablar sobre el regreso de YoonGi y alabarlo como una celebridad. Enseguida sentí que estaba separando a mi novio de su mejor amigo, arrebatándole la oportunidad de charlar y preguntar todo eso que el pálido se negó a decirme cuando nos reunimos.

Quizá al castaño si le daría respuestas. 

"Debes decirle esta misma noche"

Estuve chateando con MinAh todo ese tiempo. Mi mejor amiga ya sabía lo que acontecía en mi vida, desde que me aceptaron en la universidad. Sabía incluso, que me había reunido con Min y que me sentía muy extraña después de éso.

"Está con Yoongi ahora. No siento que sea una buena idea"

"Lee Brooklyn. Sabes que tienes que decirle dos cosas esta noche. La universidad y el asunto Min, antes de que alguien más le diga cualquiera de las dos cosas"

MinAh tenía razón pero no podía dejar de sentirme nerviosa, culpable y mortificada

«¿Y sí lo tomaba mal? ¿Si lloraba?»

Chillé en mi silla y pataleé, llamando la atención de algunas personas a mi alrededor.

— ¡Hoseok! —el nombrado estaba saliendo de la casa en ese momento.

Enseguida sonrió y se acercó a mí rodeando mi cintura.

—Preciosa, justo te estaba buscando —la manera en que comenzaba a arrastrar las palabras, me hizo mirarlo con mucho más atención—. No has estado conmigo toda la noche ¿Qué sucede? ¿Hice algo mal? Has estado rara desde esta mañana. —habló como un niño pequeño.

Lo abracé cuando él quiso refugiarse en mis brazos, olía delicioso por su colonia pero sabía que ya estaba ebrio.

— ¿Qué bebiste? ¿Ya te sientes mal, verdad? —le acaricié el cabello, alejándolo de la puerta puesto que estorbábamos ahí.

—Jugué un poco con los chicos. Hay muchos juegos divertidos en la sala por si quieres entrar —negué con la cabeza acariciando sus mejillas, mirándolo a los ojos. Era adorable como un cachorro y aunque no percibía alcohol en su aliento, imaginé que había tomado demasiado—. Hace mucho que los siete no estábamos juntos. Perdón, me dejé llevar... pero NamJoon dice que podemos quedarnos aquí. No voy a conducir así.

Al menos era un ebrio razonable. 

—Está bien —reí y lo hice sentarse en el pequeño quiosco, que la bonita casa tenía en el jardín. Era pequeño y de madera, suponía que servía para beber té—. Tranquilo, quizá se te bajen los niveles de alcohol con lo que te tengo que decir.