Tuve que llamar a MinAh para decirle que no podría ir a su fiesta, puesto que no me sentía bien. Me sentía incluso peor por mentirle tanto a ella, que sólo me estaba brindando su amistad y apoyo sincero, por lo que tuve que negar cuando se ofreció a venir a cuidarme.
Hoseok estaba en el sofá más largo de la sala y aún así colgaba un poco. Era demasiado incomodo para dormir, no comprendía cómo es que papá se acomodaba ahí cada que discutía con mi madre por las noches.
Fui por un poco de alcohol al botiquín de emergencias y con ayuda de un algodón, lo pasé cerca de la nariz del castaño. El frunció un poco el ceño pero con lentitud comenzó a despertarse. Seguí atendiendo los moretones en su rostro y la fiebre que sin duda tenía.
— ¿Por qué estoy aquí? —murmuró confundido, sin moverse en realidad, parecía tan cansado y jodido que no quería moverse.
—No lo sé... tú dime —respondí aplicando un poco de astringente en la herida de su mejilla partida. Se quejó por el dolor que le produjo.
—Brooklyn... —pareció haberme reconocido hasta ese momento y vi como su mano se levantaba para tocarme, aunque enseguida volvió a caer por su propio peso. Me dolió un poco que no pudiera sonreír, como siempre—. Realmente pude llegar hasta aquí...
—Sí —respondí eliminando la sangre de la comisura de sus labios y debajo de su nariz— ¿Por qué lo hiciste, Hoseok? Mira lo que ha pasado.
Sus ojos se volvieron vidriosos de inmediato, quebrandome un poco también.
Era el segundo chico con el corazón roto que conocía.
—La amo, Brook. Como no tienes idea. Nunca me había sentido así por alguien, nunca había deseado estar a lado de alguien como con ella. Sé que tenía esposo, una familia y que probablemente estuviera rompiendo un hogar pero... su sonrisa, con sólo eso... eliminaba todo lo malo de mi patética vida. Llegó como un ángel a ayudarme... y debo regresar —cuando inutilmente intentó levantarse, lo obligué a recostarse de nuevo aún cuando tenía lagrimas y preocupación en sus ojos—. Debo asegurarme que no le haga daño. Por favor, Brook. Dejame ir. Debes ayudarme.
Hoseok estaba en shock, en una especie de trance y probablemente ebrio de amor... lo sabía porque había visto a YoonGi así antes, en la cafetería. Seguramente el castaño no hubiese bebido alcohol pero no estaba pensando con sus cinco sentidos
¿Qué podía hacer una persona con él corazón roto?
Dudé con mis brazos detendiendolo por el abdomen cuando dijo lo último, quería hacerlo, deseaba ayudarlo, aunque regresar con el sujeto que lo lastimó parecía peligroso. Hoseok era uno de esos siete chicos rudos, se peleaba afuera del colegio la mayoría del tiempo sólo por ayudar a YoonGi y me demostró lo fuerte que era cuando me defendió de mi vencino. Que alguien lo hieriera tan mal, significaba que había peleado contra un monstruo.
—Lo haré. Sólo deja que primero te atienda...
Como un niño pequeño se quejó y detuvo mis dedos todas las veces que tocaba un punto que le generaba mucho dolor. Sus ojos me suplicaban que no lo hiciera más, que no podía soportarlo y estuve a punto de llorar cuando se quitó la sudadera del torso, mostrando los hematomas más feos que miré en toda mi vida. Si ese hombre hubiese tenido un arma, Hoseok estaría muerto.
Lo quise abrazar tan fuerte para consolarlo pero sabía que le haría más daño.
Evité pensar en el hueco que sentí sin explicación, cuando razoné porque algunas prendas le hacían falta y la verdadera razón de porqué no tuvo tiempo de volver a ponerselas. Eso respondería los golpes con tanta ira descargada sobre su cuerpo.
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Do you wanna know? -BTS-
FanfictionUna chica nueva. Un chico problemático. Una mala e inestable combinación. «Te diré "te amo", si eso es lo que necesitas...» Él no es el típico chico malo y ella no es la típica chica que intentará hacerlo cambiar. "No eres lo que ella merece pe...