A la mañana siguiente, me encontré a Suga coqueteando con una chica.
Fue sumamente incómodo y hubiera preferido borrar esa imagen de mi cabeza, de no ser porque lo estaban haciendo frente mi casillero. Maldición.
Suspiré fastidiada y rodé los ojos. Me planté a un lado para llamar su atención y crucé los brazos; una sonrisa ladina del cretino chico junto con una mirada furiosa de parte de la chica fue lo que recibí. Decidí ignorarlos. Mis libros eran más importantes.
Le sujetaba la cintura y la tenía toda sonrisas y pucheros acorralada contra los casilleros, hasta que llegué.
- ¿Podrían darme permiso? -tosí suavemente.
- ¿Por qué deberíamos? -espetó la chica arrogante; juzgándome con la mirada de arriba a abajo, sin despegar las manos del pecho de YoonGi.
-Oh, ¿éste es tu casillero? -cuestionó él con un asombro fingido, como si acabara de darse cuenta; ignorando totalmente a la chica.
Entrecerré los ojos recelosa ¿Lo hizo a propósito?
-Eso parece... -suspiré de nuevo, intentando olvidar esas ideas-. Sólo necesito un cuaderno y después ambos pueden continuar con lo suyo. No me importa realmente lo que están haciendo -miré a la chica directamente para que lo tuviese claro; ella sólo giró los ojos.
-Vamos, Yoonie... deja que la nerd saque lo que necesita.
Suponía que ese adjetivo lo decía como un insulto, ya que la campana de inicio de clases había sonado y ellos no se veían muy interesados en asistir a alguna de sus clases como yo. Bufé. Era mejor ser llamada nerd que quedarme como ellos, sin nada que hacer.
Tomé mis libros tan pronto me dieron permiso y azotando mi casillero, sonreí cuando conseguí interrumpirlos una última vez.
[***]
Creo que toda mi valentía se fue cuando vi a Suga entrar a nuestra clase y buscar nuestro asiento con la mirada.
Obviamente aparté los ojos de sus acciones, para que no pensara que estaba muy atenta a lo que hacía. Sentí miedo cuando se sentó a mi lado sin decir nada. Solía molestarme un poco, puesto que no socializaba con alguien más allá de MinAh y ella estaba en el baño.
Ese día nos tocaba clase de inglés y como era costumbre, Suga decidió molestar a la profesora. Todo momento rodé los ojos con fastidio. Sin embargo, sabía como los demás, que era mejor quedarse callado que meterse con el buscapleitos de todo el colegio.
- ¿Así que te gusta ver cómo las personas se besan?
Fue la manera en que inició la conversación cuando nos quedamos solos y con la obligación de asear de nuevo el salón de clases. Preferí no contestar y en esta ocasión, gracias a todo lo celestial, pude sacar la aspiradora con facilidad.
Esperaba que se marchara y me dejara sola, no tenía problema alguno con hacerlo todo, de hecho creo que su amenaza consistía en éso pero me sorprendió bastante verlo levantar los asientos para darme espacio.
- ¿Tú casa o la mía? -cuestionó en medio del silencio.
- ¿Qué...? -lo miré atónita, él sonrió.
La profesora de inglés había dejado un trabajo en parejas. Era de imaginarse, ya que Suga la había fastidiado bastante prefirió dejarme el problema a mí, haciéndonos realizarlo como nos sentamos por escritorio. Ni siquiera se imaginaba que todo el trabajo terminaría haciéndolo yo, ya que cuando nos poníamos de acuerdo en clase, YoonGi sólo murmuró un "Ya sabes lo que puedo hacer" y cansada lo único que hice fue subrayar mi libro todo el tiempo.
-Para el trabajo de inglés, por supuesto... ¿O pensabas que realmente deseaba otra cosa? ¿Contigo? -eso pareció un insulto.
-Claro que no -bufé continuando con la limpieza del pizarrón, hasta que sentí un par de manos picar mis costados desde atrás y salté asustada- ¡Idiota! -giré sobre mis talones y empujé con fuerza su pecho.
Abrí los ojos cuando quien trastabilló hacia atrás fue el castaño y no YoonGi como pensaba. El pálido se estaba riendo unos metros más adelante. J-Hope cayó sentado sobre una mesa y su sonrisa engreída tampoco desapareció.
- ¿Por qué tanta agresividad, preciosa? -preguntó.
Mi corazón comenzó a latir más rápido, estar sola en medio de ellos me hacía sentir acorralada y vulnerable.
- ¿Qué haces aquí? -cuestioné despacio.
Quizá solo debería mantener mi boca cerrada. Me coloqué detrás del escritorio de los profesores en busca de seguridad.
-Suga me dijo que era tu turno de limpiar el salón de clases -miré a Suga de inmediato, él se encogió de hombros.
Se supone que nos toca esa labor a los dos, no sólo a mí ¿Y por qué tenía que comentarlo?
-P-pues c-creo que ya t-terminé... -titubeé ¿Por qué demonios lo hice?
-Perfecto, puedo acompañarte a casa -se ofreció. Eso tampoco parecía ser amable de su parte.
-No creo... -el chico enarcó una ceja.
-Suga, ¿Te conté lo que escuché de esta niña?... -mis ojos se abrieron con sorpresa. No pensé que me estuviera amenazando con decirle a Suga las cosas que comenté la otra vez.
Realmente, ni siquiera parecía muy importante, estuve reflexionando sobre ello todos los días antes de dormir; sin embargo, por el carácter del chico blanquecino, sentía que algo malo iba a pasarme si se enteraba.
-Basta -lo silencié. Suga nos miraba expectante mientras sacaba una barra de chocolate de su bolsillo y se la comía-. Está bien -susurré.
-Perfecto -dijo el chico aplaudiendo.
- ¿Debo preocuparme? -preguntó el pálido.
-No realmente -de un saltó se bajó del escritorio donde estaba sentado-. Vamos ahora, preciosa.
Comencé a caminar despacio fuera del salón de clase.
-Oh, esto te faltó -Suga tiró su basura justo frente a mis zapatos cuando pasé a un lado de él.
Quería golpearlos a ambos.
Tuve que inclinarme muy cuidadosamente a recogerla. No les iba a dar la satisfacción de mirarme como perversamente querían hacerlo.
-Vamos -J-hope tiró de mi brazo de mala gana cuando notaron que no me incliné como ambos deseaban.
- ¡Oye! -me quejé, dejando que me llevara cuando mejor tomó mi muñeca.

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Do you wanna know? -BTS-
FanfictionUna chica nueva. Un chico problemático. Una mala e inestable combinación. «Te diré "te amo", si eso es lo que necesitas...» Él no es el típico chico malo y ella no es la típica chica que intentará hacerlo cambiar. "No eres lo que ella merece pe...