Siete

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—Lika de mi vida, ¿estás en casa?
—¿Qué quieres pedirme? —preguntó divertida la muchacha.
—Escucha amor, en dos horas sale mi vuelo, necesito hablar con tu papá.
—¿Cual de los dos?
—Con Milo —Sonrió—. Dile que mañana eso de las siete estaré en su despacho.
—¡¿En serio?! —chilló emocionada—. Ven a casa, prepararé algo delicioso.
—¿Tú en la cama?
Idiota —pronunció riendo—. ¿Por qué no le dices eso a mi papá cuando estés aquí, eh?
—Porque con lo celoso que es, mínimo me saca media dentadura —sonrió divertido.

-o-o-o-o-

—Bievenida a Susane'Style señorita, ¿En que podemos ayudarle? En el centro de estética y belleza de Susane'Style, tenemos una gran variedad de productos de belleza, si usted me lo permite, podríamos-
—Gracias —se apresuró a decir—. Estoy aquí porque mi amigo-
—¡Oh sí! —la interrumpió la mujer, con una gran sonrisa—. Seguro hablas de ese apuesto muchachito rubio.
—Luca —sonrió ella.
—No recuerdo su nombre, pero vino temprano. Él dejó pago una sesión completa para una amiga. Pobrecito, tan guapo y amable, y lo dejan en la friendzone. No sé en que piensan las chicas de ahora, sí un muchacho como él no consigue una novia, Jesús santo, ningún otro chico lo hará.
—Ajá... Yo soy su amiga, Lizeth.
—A ver —pronunció revisando en su computadora—. Así es cariño, él pagó la sesión para ti. Que suerte tienes, hoy en día, y con el pensamiento egoísta que tienen la mayoría de los jóvenes, tu amigo decidió gastar en ti. Deberías agradecerlo, no cualquier muchacho hace eso. Cuando yo tenía tu edad...
Lizeth cerró los ojos y la siguió por detrás.
¿Es que acaso no se callaría? ¿Y cuánto duraría esa sesión? Saldría de ahí con un tremendo dolor de cabeza.

-o-o-o-o-

Observó el lugar, era hermoso, y tenía muy buenos recuerdos de él.
Sonrió levemente antes de dejar la última pista.
El juego se había terminado para él, y ya faltaba menos para que ella llegara a aquel lugar.
De seguro se vería hermosa.
—Cuando baje del auto, le da esto —le dijo a un tipo, entregándole una cajita rosa.

-o-o-o-o-

"—Dime que no te secó la mente a ti también, por favor —rio—. Perdí más de media hora ahí adentro, y solo para pedir un maldito turno. Y sé que a las mujeres les encanta hablar, tengo a mi madre y hermana prueba de ello, ¡Pero esa vieja se pasó!

Sonrió divertida mirando el vídeo, ya había salido del salón de belleza.
La habían maquillado, algo muy natural para la vista, ya que Luca así lo había pedido.
Sabía que a Lizzie no le gustaban los colores muy fuertes o llamativos.
Su cabello lo llevaba suelto, levemente ondeando, y una tiara sobre su cabeza en forma de cadena.

"—Sabes, ya solo queda una última pista. Y estoy seguro que el sol ha comenzado a caer también. Apuesto a que el cielo ya luce sus tintes rojos anaranjados."

Miró hacia el horizonte, y así era, pronto anochecería.

"—Tú última pista, está en un lugar muy... Como decirlo —pronunció pensativo, mirando hacia arriba—. ¿Especial? Sí, podríamos decirle así—sonrió—. Ahí conocí a una bruja muy sexy, que además de llamarme idiota, y echarme como siempre, aceptó salir a dar una vuelta conmigo, pero, con la condición de volver antes de media noche."

Sonrió, sí, como olvidar aquel Halloween. Si Aiden no hubiese llegado más tarde de lo que había dicho, ella seguro tendría negado salir sola hasta que cumpliera la mayoría de edad.
Ya que a medio camino, a Luca se le había ocurrido tomar un "atajo", en donde terminaron con el jeep varado en la arena, debido a que esta estaba húmeda por una reciente lluvia.
Y habían llegado media hora después de las doce de la noche, por tener que hacerlo caminando.

"—Sé que esa noche no cumplí mi palabra, y volvimos más tarde. Y estabas muy molesta conmigo."

Lo vio reírse, mirando hacia abajo.

"—Te habías negado que te llevara en mi espalda, hasta que finalmente aceptaste, luego de torcerte el tobillo, siempre tan testaruda."

Sonrió y ya se sentía emocionada por saber que era la sorpresa, porque tanto misterio.

"—Esa noche para ti seguro es un mal recuerdo, lo sé. Pero te prometo, que hoy te llevarás un recuerdo inolvidable de ese lugar. Todos conocemos el nombre de esa playa, pero yo la bauticé con el trago que te invité aquella vez, que al final no tomaste."

Okay, si ésta vez la estaba esperando de nuevo con ese Sex on the beach, prometía tomarlo, y no rechazarlo.
Era lo mínimo que podía hacer luego de todo lo que Luca había hecho ese día por ella.

"—Lizzie, desde la ciudad, hasta aquí, hay una hora de viaje, no te duermas —sonrió—. Estás en la última parte. Ve hasta Giorggio Lissano, ahí te estará esperando un taxi con el número veintitrés. Él te traerá hasta aquí —le dijo sonriendo levemente antes de acercar su mano a la cámara."

-o-o-o-o-

Llegó hasta la playa que él le había dicho, y antes de bajar, el chofer le entregó una cajita pequeña de color negro.
Sonrió y comenzó a caminar, sintiendo como la brisa cálida, ondeaba su cabello y su vestido.
Ya podía escuchar el oleaje, y ver sentado en una barra que había, a un muchacho rubio, de espaldas, mirando el mar.
Sí, ésta vez le aceptaría ese bendito trago, y por lo que podia ver, solo serían ellos dos, no había más nadie.
Sonrió emocionada, y abrió la caja, tomando el último usb, conectándolo a su celular.

"—Wau, lo has logrado Lizzie, has llegado a tu meta, ¡Felicidades!"

Lo observó tomar una última cosa de su chaqueta, y mirar hacia abajo varios segundos.

"—Cuando te vi por primera vez, fue en la fiesta de disfraces de Becca, ¿lo recuerdas? Tú estabas disfrazada de princesa, y yo de príncipe —sonrió."

Su mirada ya no expresa diversión, sus ojos verdes ya no se veían igual, estaban apagados, y evitaba lo mayor posible mirar al frente.

"—Bueno, no es Halloween, y no tienes tu disfraz de princesa, pero... Ahí está el chico, que supongo que te hará sentir como una."

—¿Qué? —murmuró confundida.

"—Mira, conseguí esto para ti —le dijo enseñándole una cadena de oro,  con un corazón rojo colgando—. ¿Crees que convine con tu anillo? ¿Qué sea digno de una princesa?"

Negó con la cabeza, ya no le parecía divertido el juego.

"—Espero hayas dicho que sí, porque él será quien te lo coloque. Así que, Lizeth, disfruta de este único momento. Ya no hay USB, ni viajes estúpidos —sonrió—. Lamento haberte hecho perder una tarde, solo espero haya valido la pena.
Sonrió por última vez, mirando la cámara.
—Por cierto, estoy seguro que te ves hermosa, disfraz o no, eres la envidia de cualquier princesa ahora... Colin estará muy feliz de verte. Y no hace falta que me lo agradezcas, es lo menos que podía hacer, luego de molestarte tanto tiempo... Adiós."

Lo vio acercar su mano frente a la cámara, y todo se puso negro.
El vídeo había terminado, y el misterio también.
Y el chico que la estaba esperando... No era a quien ella quería ver.
Y se sintió vacía, porque finalmente podía comprenderlo, y solo le había llevado cuatro horas entenderlo...
Era a Luca a quien esperaba.

...

¿Y si me dices que sí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora