—¿Pero te gustaría?
—Supongo que sí —le dijo sonriendo, mientras él le pintaba las uñas.
Una de las tantas cosas que le gustaba de Luca, que fuera tan espontáneo, tan simple y sencillo.
—¿Cuántos?
—No lo sé, Lu, dos quizás —pronunció pensativa—. Mi mamá tuvo algunas complicaciones en nuestros partos, y me da un poco de miedo.
—Mm, hablando de eso, ¿cómo funciona en ustedes? Es decir, ¿tienen la regla y eso? Porque Stephan me contó que ustedes tienen ciertas modificaciones. Él por ejemplo, no se ha enfermado jamás, y tiene mucha resistencia —rio recordando una noche que habían salido juntos—. Una vez, estuvo con más de cinco chicas en una noche.
—¿Qué? —Exclamó aturdida—. ¿H-Hablas en serio?
—No le digas que te conté, pero sí. Obviamente no todas a la misma vez, creo que una vez estuvo con dos.
—No puedo creer... Que Stephan haya hecho ese tipo de cosas —pronunció desconcertada, sin poder salir del asombro.
—Bueno, hay mucho que no conoces de él.
—Ya veo...
—¿Entonces? ¿Cómo funciona tu organismo?
—N-Nosotras... No tenemos la regla —murmuró tímidamente.
—Mi amor, es lo más hermoso que me has dicho. Podremos hacerlo cualquier día del mes.
—¡Lucas!
—Okay, okay, continúa —rió—. ¿Cómo saben cuándo son fértiles entonces?
—No podemos saberlo, es por eso que mi mamá está embarazada de nuevo.
—Entonces, deben cuidarse sí o sí todo el mes.
—Sí.
—Mm, bueno, es razonable. De todos modos, ¿Falta mucho no?
—¿Para qué?
—Para que lo hagamos.
—Yo... No lo sé —murmuró mirando hacia abajo.
Luca sonrió y levantó su mano derecha, mirándola.
—¿Escuchaste eso, Manu? Aún tendremos más noches de "amor".
—¡Basta Luca! —exclamó avergonzada.
Rió bajo, y la tomó del rostro, robándole un beso.
—Te amo —le dijo antes de volver a besarla.-o-o-o-o-
Mordió su hamburguesa, mirando curioso a Stephan.
—¿Qué te pasa?
—Que... ¿Qué tan malo sería darle una oportunidad?
—¿A quién?
—A Becca.
Rodó los ojos y tomó su soda.
—¿Otra vez con lo mismo? Creí que eso ya era un tema viejo.
—Siento que se lo debo.
—Es que una relación no puede comenzar por un sentimiento de obligación, de culpa, o lástima. Debes querer de verdad a la otra persona.
—Pero yo la quiero.
—Sí, pero no como novia. ¿Quieres saber cual creo que es tu problema?
—¿Cuál?
—No olvidaste a Bill.
—Y-Yo, por supuesto que sí. Fue solo algo de una noche.
Rio divertido, mordiedo una papa.
—Ahí está el problema, no pasó nada esa noche. Ve, follen, y luego, libre de culpas, fíjate si sientes algo por la celópata o no.
—No estoy seguro de... Hacerlo con un hombre —murmuró, mirando hacia abajo.
—Yo no lo haría con un hombre, sería.
Cerró los ojos, estremeciéndose de sólo imaginarlo.
—Sólo lleva lubricante, y bueno, después me cuentas, o mejor no —pronunció rápidamente—. No me lo cuentes.
—Okay —sonrió el moreno.-o-o-o-o-
—Lo encontraron, eso fue lo único que me contó mi papá —le dijo Becca, mientras ambas comían un helado.
—¿Crees que lo denunciaron o algo así?
—Lizzie, mi papá a veces, me da miedo.
—¿Josh? ¿Miedo? —Preguntó confundida—. Pero si es el hombre más bueno que hay. Jamás conocí a alguien tan amable y alegre como él.
—Mi papá tiene mucho dinero, y a veces... Lo utiliza de formas no tan "correctas".
—¿Qué quieres decir?
—Nada, olvídalo —le dijo negando con la cabeza—. ¿Cómo está todo con Luca?
—Bien, ayer hizo una estupidez.
—¿Qué cosa?
—Se paró en una banca, en pleno centro, y comenzó a decir que estaba enamorado, y que yo era su novia, ¡Jamás me sentí tan avergonzada! —reconoció con las mejillas rojas.
Becca sonrió.
—Pero estoy segura que te encantó, ojalá... Yo pudiese tener algo así.
—Y lo tendrás, Becca, sólo debes esperar.-o-o-o-o-
Estaba en su oficina traduciendo un nueva publicidad, cuando una bonita morena entró.
—Luca Baker.
Levantó la vista, y al verla, sonrió.
—El mismo, ¿qué necesitas?
—Esto envían de la otra dependencia, dice que es importante que lo traduzcas cuanto antes —le dijo acercándose a él, entregándole una memoria USB.
—Oh, okay, comenzaré ahora mismo.
—¿Hace mucho trabajas aquí?
—Am, unas semanas —pronunció extrañado, conectado la memoria a su ordenador.
—No te había visto antes —le dijo rodeando el escritorio, acercándose a su lado.
—Bueno, no socializó mucho aquí —sonrió abriendo el archivo—. ¿Cuál es tu nombre?
—Rebecca, pero puedes decirme Beckie.
"Genial, otra loca" pensó mientras leía el primer párrafo.
—¿Es tu hermanita? Es muy bonita —pronunció tomando la foto que estaba en un portarretratos sobre su escritorio.
La chica de la foto, era una tierna rubia vestida con su uniforme del instituto, y lucía realmente incómoda, sonriendo tímidamente.
Sonrió divertido.
—Eres la segunda persona que pregunta eso, ¿Es por qué somos rubios?
—¿No es tu hermana? —preguntó extrañada.
—No, es mi novia.
Lo miró sorprendida, y luego dejó la foto nuevamente.
—¿Tu novia? ¿Cuántos años tienes?
—Wou, se me hace tarde. ¿Qué tal si seguimos con nuestros trabajos, Beckie? Me gusta cumplir horario. Las horas extras no son lo mío.-o-o-o-o-
—Bill —Pronunció llegando al muchacho.
En cuanto lo tuvo en frente, le dio un corto y suave beso a Stephan en los labios, sorprendiéndolo.
—Hola, Steph. Creí que no volvería a verte luego de aquella noche —sonrió.
Respiró profundo, y cerró los ojos.
—Yo... Quiero probar, quiero hacerlo.
—¿En serio? ¿No te arrepentirás como la última vez?
—No.
Sonrió de lado, y lo tomó del rostro con una de sus manos, antes de besarlo.
Y el moreno le correspondió, acariciando suavemente su mejilla. Y bajó su mano hacia el cuello de Bill, pasándola por detrás del mismo, y acercándolo más a él, mientras le daba acceso a su boca.-o-o-o-o-
Estaba llegando a casa de Lizzie, y aunque sabía que Aiden no lo soportaba, al menos habían hecho un gran avance al poder ir a buscar a su novia a su casa.
Vio a un tipo rubio, sintiéndose realmente molesto.
—¿Qué haces tú aquí? —le preguntó llegando a él.
—Vine a ver a mi amiga Lizzie, ¿Y tú? —le dijo con una sonrisa de lado.
—A mi novia, que es justamente Lizzie. En vez de intentar joder a las novias de los demás, ¿Por que no te haces cargo de tu hijo?
—¿Quién te dijo eso? —preguntó aturdido.
—Conozco a Amelie, ella está viviendo aquí con su hijo. ¿Al menos sabes como se llama?
—No me interesa, yo no quería que naciera. Ella lo tuvo porque quiso, mío no es nada. Ya bastante tengo con pasarle todos los meses dinero, por una criatura que ni me compete, para que vengas tú a recordármelo.
Le dio un puñetazo, haciéndolo tropezar.
—Eres un completo hijo de puta, sabía que eras una mierda, pero no tanto. Amelie tuvo más huevos, de lo que tú jamás tendrás.
—¿Por quedarse embarazada? Si no fuera por el análisis de ADN, ¡hubiese seguido creyendo que era tuyo! O de quien sabe, si andaba con varios.
Se acercó para volver a golpearlo, pero Lizzie llegó hasta ellos, preocupada.
—Luca, ¿Qué haces? ¿Quieres qué mi padre tenga otro motivo para molestarse contigo?
—¿Por qué mejor no le preguntas a tu "amigo" por Dashiell?
—¿Quien?
—Su pequeño hijo de tres años, a quien ni siquiera, quiere reconocer....
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¿Y si me dices que sí?
Teen FictionBecca ha estado enamorada de Stephan desde que eran pequeños, incluso, podría afirmar desde el primer día que se vieron. ¿Pero Stephan? ¿Qué sentía por Becca? Bueno... El muchacho no lo sabía con exactitud, solo que ella era importante. Pero no era...