¿Y si me dices que sí?

Diecisiete

"La separó con delicadeza de él, sintiéndose tan frustrado.
Porque realmente quería hacerlo, pero la imagen de aquella castaña en su mente, se lo impedía.
Y no era la primera vez que tenía sexo con una chica, pero quizás el hecho de no estar bien con Becca, lo hacía sentir culpable."

Desde aquella noche, ya habían pasado dos días, y no podía continuar de ese modo, debía hablar con la joven Phoenix.
"—Stephan, ¿Qué quieres?"
—Becca, ¿Cómo estás?
"—Bien, ¿Y tú?"
—Bien también.
"—... ¿Y, por qué me llamaste?"
—Quería hablar contigo, necesitaba hacerlo —pronunció con pesar—. No me gusta que estemos peleados.
"—Sin rencores, está todo bien."
—¿Segura?
"—Ajá..."
Se quedaron ambos silencio, sin decirse nada.
"—Bueno, debo volver. En unas horas estaremos viajando de regreso, y yo aún no he empacado."
—Eso es genial, así podríamos vernos.
"—Claro, tal vez nos veamos. Adiós Stephan."
Cortó la llamada, y el muchacho se quedó con un sabor amargo en la boca.
No sonaba como si todo hubiese quedado bien, ella no se oía igual.

-o-o-o-o-

—L-Luca —pronunció en un susurro, sintiendo su cuerpo estremecerse.
Lo tomó de los hombros, y lo separó de ella, respirando pesado, sintiendo su corazón latir con fuerza.
—¿Qué pasa?
—No —le dijo débilmente, negando con la cabeza.
El sonrió y le dio un corto beso en los labios.
—Tienes razón, podemos esperar.
—Gracias.
La abrazó a él, acunándola entre sus brazos. No sabía porqué, pero ahora que sabía que Lizzie sentía lo mismo, que lo había aceptado, no quería separarse de ella.
—Debo volver a mi casa.
—No, quédate conmigo —le pidió ajustando su agarre.
—No puedo, Lu.
—¿Y cuándo volveré a verte entonces?
—No lo sé.
—Entonces no te soltaré, no importa si debo secuestrarte.
Ella río bajo, y lo abrazó, depositando un suave beso sobre su cuello.
—Luca.
—¿Qué?
—Tengo miedo de que esto no sea real —confesó—. De enamorarme de ti, y que al final, nada termine bien.
—Quisiera prometerte que todo irá bien, pero no soy dueño del destino, Lizzie.
—Tú vives en otro país —expresó afligida.
—Es verdad, pero, si me compré este departamento aquí, es porque planeo quedarme.
Se separó de él, y lo observó sorprendida.
—¿De verdad?
Asintió con la cabeza, y le robó un corto beso.
—Sí, pero debo volver el fin de semana con Nere. Ojalá pueda convencer a mis padres para venir aquí, sería un cambio positivo para mi hermana.

-o-o-o-o-

—¡Hasta que me contestas!
—Lo siento Becca, estaba... Ocupada —le dijo mirando hacia abajo, apenada.
—¿Hay algo que quieras contarme, Lizzie?
—No...
—No me mientas, te conozco desde toda la vida, y sé que cuando te rehusas a verme, es porque algo escondes.
Suspiró y salió de su habitación, bajo la atenta mirada de Becca, que no dijo nada hasta que la rubia llegó al patio de su casa.
—¿Y bien?
—Y-Yo... No sé como decirlo.
—Solo dilo. Pero, a juzgar por tu nerviosismo, deduzco que puede ser por, una mala calificación, o un chico.
—La segunda opción —murmuró mirando hacia abajo.
—¡¿Qué?! ¡¿En serio?! No lo puedo creer, me voy menos de una semana, ¡¿Y ya hay un chico en tu vida?!
—Shh, baja la voz.
—Lo siento —sonrió divertida, cubriéndose la boca—. Pero cuentame de él, ¿Es Colin? Porque no conozco otro del cual pudieras estar interesada.
—No es Colin.
—¿No? ¿Quién es? ¿Cómo es? ¿Es de la escuela?
—Becca —suspiró—. Recuerdas cuando... ¿Hablaste de la tradición de mi familia?
—¿Cuál?
—La que tanto mis padres, como mi hermano y mi cuñada, tienen en común la primera letra de su nombre.
—¡¿Qué?! ¡¿Luca?!
Cerró los ojos y asintió con la cabeza, en silencio.
—¿Luca Baker? ¿El mejor amigo de tu sobrino? ¿El rubio soberbio, engreído, que tanto detestaban? ¿El pendejo mujeriego que-?
—Sí, Becca —la interrumpió  con molestia—. Ese chico que parece que no tiene futuro, es en quien no puedo dejar de pensar.

-o-o-o-o-

Llegó desde atrás, y pasó uno de sus brazos por los hombros de su amigo, haciéndolo tambalear.
—¿Me extrañaste, amor? Más de cinco llamadas tuyas pérdidas.
—¿Dónde estabas? Siempre que te necesito, no apareces.
—Ocupado con el amor de mi vida —sonrió divertido.
—¿Tan rápido se volvió el amor de tu vida?
—¿Y cuánto tiempo debe pasar para que lo sea?
Rodó los ojos y continuó caminando.
—¿Qué te pasa Steph? Ya me recuerdas a tu abuelo.
—Rebeca.
—Y otra vez ella. ¿Hasta cuando Stephan? No son nada, no son novio, ¿Por qué te debe afectar tanto?
—No lo sé —pronunció frustrado—. Hoy hablamos, me dijo que todo estaba bien, pero yo no lo siento así.
—¿Por qué?
—Porque ella se oía fría.
—¿Y qué esperabas? Estoy seguro que se fue para olvidarte, y eso intenta. Tú deberías hacer lo mismo, a menos, que tus sentimientos hacia ella, sean otros.

-o-o-o-o-

—Aiden.
—Adelante —pronunció el rubio, mientras tomaba unas carpetas amarillas.
Aunque el tiempo pasase, Aiden se negaba a actualizarse tecnológicamente. Es por eso, que debían llevarle siempre los informes, y propuestas, impresos.
—He estado revisando el trabajo de los contadores, y... Creo que allí está el problema —pronunció un muchacho de cabello negro, y ojos café.
Kenneth era un empleado relativamente nuevo, y joven, en la empresa.
Y había entrado con la aprobación de Aiden, por lo que el muchacho, tenía un trato especial con el jefe.
—¿Cuándo notaste esto?
—Ésta mañana. Quizás sean errores de tipeo, o... No lo sé, no quisiera creer que esos empleados están robándole a la empresa. Por lo que he visto, están aquí desde hace muchos años.
—Que estén aquí desde hace años, solo empeoran las cosas. Gracias Kenneth, ahora mismo me haré cargo yo de este asunto.
—De nada, cualquier otra inconsistencia que encuentre, te la haré saber —le dijo antes de abandonar la oficina.
En el pasillo camino a su despacho, se encontró con uno de sus compañeros.
—¿Vienes de joderle el puesto a alguien más?
—Si con joderle el puesto, te refieres a mostrarle a nuestro superior las faltas que hay en la empresa, sí, vengo de ahí.
—Eres una mierda, Brown, ¿Por qué simplemente no haces tu trabajo y dejas a los demás en paz? Lo único que conseguirás, es que tomen represalias contra ti.
Lo miró a los ojos, luciendo tan serio, como siempre.
—Déjame darte un consejo, Harris, cuida tu trabajo. No vaya a ser, que el próximo nombre en la lista de despedidos, sea el tuyo.

...

Hola amores mios!!! Lamento la demora, pero aun no he podido organizarme 😭💔
Vaya que demanda tiempo una mudanza 💔
Espero les haya gustado el cap 😘❤💕