Trece

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—¿Por qué está sin camisa el amigo de tu hijo? —preguntó Aiden con el ceño fruncido, mientras observaba al muchacho rubio en la sala, riendo mientras hablaba con Stephan.
—Se desgarró el hombro entrenando, mañana llega Tiana. Piensa que aun es un niño —sonrió suavemente Noah.
—Podría ponerse una camiseta encima, o algo.
—Es que sería incómodo para su brazo por el vendaje.
—Ignora a tu padre, Noah —sonrió Ann—. Solo le molesta que Lizzie esté aquí también.
—¿Es por tu hija? —preguntó Nina—. Descuida, no es el tipo de Lulú. Creeme, si lo fuera, ya la estaría acosando.
—Quizás no lo hacen por Aiden.
—Nah —pronunció despreocupada, tomando su taza con café—. No es la primera vez que conoce a una persona seria. Los padres de Malika lo son también, y ya ven, son mejores amigos.

-o-o-o-o-

—Hola, ¿Cómo te llamas?
—Iliana.
—Iliana, que bonito nombre. Yo soy Gisselle, y ella es mi nueva amiga, Nerea.
—Hola —saludó tímidamente la rubia.
—Hola.
Gisselle sonrió suavemente.
—No hablas mucho ¿verdad?
—No me gusta hablar con desconocidos.
—Mm, es verdad —pronunció pensativa la pequeña morena—. Pero si no hablas con desconocidos, tampoco puedes llegar a conocerlos.
—Es mejor así.
—¿Por qué?
—Porque hay personas muy malas.
—Eso es verdad, pero nosotras somos niñas, no te haremos daño.

-o-o-o-o-

—Oye, siento que tu abuelo me está asesinando con la mirada.
Stephan giró su rostro disimuladamente, y Aiden los estaba observando.
—Sí —susurró.
—¿Por qué?
—No tienes idea de lo celoso que puede llegar a ser.
—Pero si no hice nada. Prácticamente ni le hablé a Lizzie.
—Quizás sea por el hecho, de que Lizzie ha estado buscándote con la mirada.
—¿En serio? —sonrió de lado.
—No seas arrogante, arruinarás lo poco que has conseguido.
—¿Qué conseguí? De seguro sólo quiere disculparse por lo de ésta mañana, o preguntarme como estoy del hombro.
—O quizás le intereses.
Río divertido, negando con la cabeza.
—Claro, no soy el francés.
—Vaya que te ha traumado Colin —sonrió Stephan.
—¿Traumado? Lo he odiado desde que tengo memoria.
—Eso no entiendo porqué.
—Cosas que no sabes, y es mejor así.

-o-o-o-o-

—¿Necesitas ayuda?
—Algo así, pero creo que si lo haces tú, tu padre me quebrará el otro brazo.
Sonrió y se acercó a él, ayudándolo a colocarse una camisa azul marino.
—Es un color horrible.
—Para mi es bonito —le dijo ella, acomodando la parte superior de los hombros, y el cuello de la camisa.
—Creo que te gusta todo lo que a mi no.
—El collar y anillo que me regalaste me encantan, y los elegiste tú.
—Y no tienes puesto ninguna de las dos cosas, así que no sé que tanto te gustan.
—No quería... Que mi papá los viera —pronunció bajo.
—¿Tan celoso es? Lizzie no eres un objeto de su propiedad, eres su hija. No puedes dejar que maneje tu vida de ese modo.
—Él sabe lo que es mejor para mi.
—Creo que solo te manipula a su antojo con esa excusa.
—¿Necesitas ayuda con los botones? —le inquirió, desviando la conversación.
—Los primeros tres de abajo, con los demás creo que podre solo con una mano.
—Okay.
Miró hacia abajo, y abotonó los primeros botones, cuando levantó la mirada, él la estaba mirando con una suave sonrisa en su rostro.
—¿Q-Qué pasa? —le inquirió incómoda.
—Jamás creí que te comportarías tan atenta conmigo, después de que siempre me rechazaras.
—Eras muy arrogante.
—Sigo siéndolo, y no me parece malo —pronunció con simpleza.
—Sí lo es.
Ambos se quedaron en silencio varios segundo, sin verse, hasta que Luca tomó una profunda respiración, y se animó a preguntarle aquello, que hacía tantos días quería hacer.
—Oye, ¿Cómo se portó Colin aquella noche?
—No me quedé.
—¿Qué? ¿Cómo que no?
—Yo quería verte a ti, no a él. Solo fuí, lo saludé, y le pedí el collar.
—Auch, hasta a mi me dolió —sonrió divertido.
—¿Por qué?
—Porque eso sonó tan frío. Creí que en serio disfrutarías aquella noche. Recuerdo que para navidad, cuando te llamé, me dijiste que estabas esperando su llamada. Estabas interesada en él, ¿Por qué no aprovechaste?
—Porque yo te estaba esperando a ti, no a él.
—¿Y no has vuelto a hablar con él?
—No, creo que se molestó.
—Wou, que sensible —rio—. ¿Y tú cómo te sientes con eso?
—No me importa, estoy... interesada en alguien más.
Abrió sus ojos sorprendido al escuchar aquello.
—Lizzie, vamos, tu papá nos está esperando —anunció Ann llegando a la sala.
—Sí ma, adiós Luca.
—Adiós —pronunció pensativo.
¿En alguien más?

-o-o-o-o-

—Hola —murmuró adormilada, sin poder abrir los ojos.
—Lika.
—¿Luca? ¿Qué quieres?
—¿Dormías?
—¿Tú que crees? Son como las cuatro de la mañana, ¿Qué haces despierto?
—No puedo dormir, necesitaba hablar con alguien.
—Estás en casa de Steph, habla con él.
—Stephan salió, anda muy... Necesitado de "amor" —pronunció divertido.
—Ese chico, espero se esté cuidando.
—Sí, lo hace, descuida.
—Okay, dime, ¿De qué quieres hablar?
—¿Recuerdas de la chica que te hablé?
—¿Cuál de todas? ¿La qué te hizo el chupón? ¿La que le pasaste tu número? ¿La de las fotos pornos? —bostezó—. ¿Con la que te acostaste la otra semana?
—No, ninguna de esas. De Lizzie.
—¿Fleury?
—No Malika, la tía de Stephan.
—Estoy dormida, ¿okay? No puedo acordarme de todas.
—Sí, lo siento, tienes razón.
—Entonces, ¿qué pasa con esa chica?
—Tú eres mujer, y quizás entiendas más de esto que yo... ¿Crees que alguien como ella, podría interesarse en mi?
—¿Por qué no lo haría? —balbuceó.
—¿Te estás durmiendo?
—Tengo sueño, Luca, ¿Por que no hablamos más tarde? —llorisqueó—. Déjame dormir.
Rodó los ojos y se acostó mejor sobre la cama.
—Okay, duérmete llorona.
—Gracias —le dijo antes de cortar.
Suspiró y miró el techo, ahí estaban sus amigos cuando los necesitaba.
Uno seguramente follando por ahí, y la otra en un coma por el sueño.
Tomó su celular, y cuando estaba por apagarlo, observó que Lizzie estaba en linea.
Sonrió y abrió su chat.
—¿Otra hermosa criatura de la noche despierta? —le envió en un audio.
"¿A quién más te refieres con otra?"
"Obviamente a mí" —le escribió sonriendo divertido.

...

¿Y si me dices que sí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora