Nuestra historia de dos

Ja, ¡Gay!

Mikaela salía de su casa tranquilamente hacia la universidad.

Estaba contento, era el primer día y estaba decidido a hacer muchos amigos.

Solo esperaba que fuera diferente a la escuela, en donde manadas de féminas le asfixiaban haciendo un círculo alrededor de él.

Él sabía que era hermoso, no tenían por qué decírselo. ¡Por favor!

Por otro lado, un malhumorado Yuu también salía desganado de su hogar. Se había desvelado el día anterior y odiaba las mañanas más que nada en el mundo.

Caminaba con pasos perezosos pero fuertes, refunfuñando a toda persona que se le acercara.

~

Todo era normal, habían explicado como era el sistema educacional de nivel universitario a todos los alumnos fuesen de la facultad que fueran.

Yuu estaba contento porque saldría temprano aquel día, así que cuando culminaron con su recorrido y explicación, cada quien se fue retirando.

El ojiverde iba un poco distraído. A pesar de todo, le gustaba la carrera que había elegido, y estaba emocionado por ello ahora que su mal humor había desaparecido.

De repente, chocó con alguien cuando veía los edificios de la escuela.

—Ugh —se sobó la nariz, había chocado con la espalda de aquella persona —. Fíjate por dónde vas —exclamó fastidiado, a pesar de que era él quien no había prestado atención a su entorno.

—Eh... Fuiste tú quien chocó conmigo —respondió aquel rubio de bonitos ojos azules.

—Ja, tienes una cara muy gay —se burló Yuu con los pómulos rojos. Porque ese chico era bastante hermoso como para ser verdad...

—Soy gay.

—¡¿Qué?!

Y él también lo era. Era gay de clóset aún.

Y Yuu no supo cómo es que sucedió, pero terminó en un motel con aquel rubio del que aún desconocía su nombre.

Se estaban besando pasionalmente, mientras la ropa iba desapareciendo poco a poco.

Posteriormente, Mika preparó a Yuu. Ambos eran vírgenes, por lo que aquella situación era aún más extraña.

Una vez hubo preparado al azabache, entró en él suavemente.

—Ah... joder...

Yuu gemía fuertemente, aferrándose a las sábanas o a los brazos de Mikaela. Lo que lograra tomar primero.

—Gh... Ah... Ah... —Jadeaba el rubio, besando el cuello del azabache y marcándolo en el proceso.

Al final ambos se vinieron al mismo tiempo, y Yuu aturdido con lo que acababa de suceder, se acurrucó en el pecho de Mika.

—Ja, alguien terminó siendo más gay que yo —murmuró el más alto acariciando los cabellos de Yuu con una mano, mientras que con la otra buscaba su pantalón en el suelo, sacaba una cajetilla de cigarros y un encendedor, tomaba uno y lo prendía.

—¡C-cállate, idiota! —renegó el azabache avergonzado.

Mika dejó salir una tenue risa por ello.

—Me llamo Mikaela Shindou, un gusto, pequeño gay.

Yuu rodó los ojos.

—Yūichirou Amane.

A pesar de su encuentro poco inusual, terminaron viviendo una hermosa e intensa historia de amor, dándose cuenta de que eran almas gemelas... Bastante gays.

Tenía que escribirlo :'v