Las dulces enfermeras me acostaron en una camilla, y llamaron al doctor un hombre de unos cuarenta y algo de años, con el cabello negro y con unas cuantas canas.
-veamos la dilatación- dijo con una lamparita en su mano, abrió mis dos piernas sin siquiera avisar, y eso me incomodo un poco.- si ya estas lista Rossalie- me llamo por mi nombre completo. Unas enfermeras se acercaron a mi y me tomaron de las manos, una de ellas me dijo que debía de pujar como en las películas y eso hice, lo peor de todo fue el dolor punzante en la espalda. – ya casi, vamos- me alentó el doctor. Segundos después se escucharon los llantos de mi bebe la mire unos momentos y luego la enfermera me dijo que ya podía descansar, suministro calmantes en el suero y me quede dormida.
***
-Liam…- dije en un hilo de voz, me sentía mareada y todo lo sentía distorcionado.
-aquí estoy amor- me respondió y tomo mi mano, abri mis ojos poco a poco y lo mire.
-donde esta Hayle?- pregunte ya con mis cinco sentidos funcionando. Me di cuenta que estaba en un habitación privada.
-en su cuna junto a ti- replico.- esta dormida- añadió. Mire a mi lado y si allí estaba, envuelta en una mantita rosa.
-los chicos vinieron a verte pero estabas dormida, vendrán mañana en la mañana- me sonrió. Quería preguntarle donde estaba Harry, pero era un poco incomodo.- lo llame y le mande mensajes pero no vino- inquirió, adivinando mi pensamiento.
-no importa- menti, me dolia que Harry no había venido ni siquiera al nacimiento de su bebe.- deberías ir a domir un poco-.
-no, me quedare aquí- dijo y un bostezo hizo mas notable su cansancio.
-amor- lo regañe.- ve a domir un poco aun son las cinco, luego regresas en unas horas con ropa para mi- le pedí.
-de acuerdo, vengo en unas horas, descansa- se despidió y me dio un besito, hizo lo mismo con Hayle; cerro la puerta de la habitación con cuidado y se fue dejando todo en silencio y con una luz tenue. Liam siempre tan dulce, me dijo que cuidaría a mi bebe como si también fuera suya, le ponía muy feliz la idea de una familia. Tocaron la puerta dos veces y luego se abrió, dejándome ver a una sombra.
-puedo pasar?- pregunto y su voz me hizo recordar miles de cosas.
-Harry?- pregunte con una pizca de felicidad en mi voz.
-si- contesto y cerró la puerta a espaldas de El.
-pensé que no vendrías- admití eh hizo una mueca de desaprobacion.
-no estaba nada cerca de aquí- me explico.- eso y estaba esperando a que todos se fueran- añadió mientras se acercaba a la cuna de Hayle una sonrisa apareció en su rostro mostrando esos enormes camanances.
-es hermosa, verdad se llama Hayle- sonreí.
-Hayle Styles Hunt, me gusta- comento y yo guarde silencio apenada porque yo hice lo mismo pero con el apellido de Liam. -hicimos un buen trabajo- bromeo para romper el hielo.- te dolio mucho?- arrugo la nariz.
-bastante- admiti.- y como haz estado?- pregunte queriendo ver bien su rostro pero la poca luz de la habitación no me lo permitia.
-prefiero no contestar eso- dijo serio y se sento a un lado de la camilla mirándome fijamente a los ojos, tenia en su mano un ramo de rosas rosas, y amarillas.
-eh escuchado que haz ido de viaje con Gemma- sonreí y el también.
-si algo asi- vacilo.- y como te va con Liam?- pregunto.
-en serio quieres hablar de eso?-.
-la verdad no- rio nervioso. –te eh traido esto- me sonrió y me mostro las rosas.
-gracias, son hermosas- las tome y las puse sobre mis piernas.- le dire a la enfermera que las ponga en agua cuando regrese- avise y el asintió.
-bueno tengo irme- dijo poniéndose de pie.
-este fin de semana viajaremos a Doncaster a la casa del lago de la tia de Louis- inquirí evitando que se fuera, el me miro sin decir nada.- estas invitado si quieres ir- sonreí.
-de acuerdo- respondió.
-iras?, por favor- pregunte y sono casi a suplica.
-ya veremos- me sonio antes de irse. – descansa, te amo- dijo y si hubiera estado tomando agua me hubiera atragantado con ella.
-que dijiste?- pregunte aunque había escuchado bien. El rio muy bajo en forma de respuesta y salió de allí.