El taxi me dejo frente el local que estaba abastado de gente mujeres con vestidos elegantes y hombres guapos en esmoquin. Todos en pareja felices sin ninguna preocupacion, suspire antes de subir el monton de gradas cubiertas por una alfombra dorada brillante.
-creo que necesitas una pareja- ronroneo alguien en mi oído, su voz hizo que me estremeciera, era Harry.
-que haces aquí?- replique, no contesto y me ofreció su brazo para que lo tomara. Lo hice sin dudar.
-claro que también puedes elegir a alguien mas- murmuro Liam del otro lado ofreciendo igualmente su brazo. Ambos vestían elegantes.
-están bromeando conmigo?- pregunte entre dientes me miraba tranquila, pero por dentro estaba peor que una gelatina andante. No podía negarme a Liam asi que también pase mi mano por su brazo. Y allí estaba la que no necesitaba ningún hombre para ser feliz, entrando con dos a una fiesta importante.
El baile oficial comenzó y todos tomaron a su pareja, mire de reojo a los dos y espere.
-bailas?- dijo Liam adelantándose a Harry y ofreció su mano. Asentí y la tome con gusto para ir a la pista de baile.
-sabes que te amo- susurro en mi odio.- mientras nos movíamos de aquí para alla con la música lenta.- y por ti haría todo lo que tu quisieras- añadió tierno.
-hasta matar a alguien?- pregunte divertida.
-lo que sea- rio.- te amo- dijo sincero.
-lo se Liam- respondi y apoye mi cabeza en su hombro, con las lagrimas a punto de salir. Liam me dio unas cuantas vueltas y de pronto me sentí en los brazos de alguien más.
-porque me hacen esto- dije tratando de ser fuerte, y no desmoronarme.
-sinceramente?, el destino- suspiro.
-creo que es un error el que ambos me amen- comente. Harry al igual que Liam sabían moverse al compas de la cancion. Yo solo los seguía.
-no me importa- inquirió.- te amo, te eh amado desde que te conocí y si, cometí errores y sabes que me arrepiento- comenzó Harry, acaso esta canción nunca iba a acabar?- pensé. - pero te amo y eso nunca va a cambiar-. Confeso. Era inevitable, las primeras lagrimas aparecieron. Oculte mi rostro en su hombro y solloce.
-no se que hacer- admiti sin levantar la mirada.
-haz lo que tu y nadie mas que tu quiera- respondió, y beso mi cabeza. No podía con esto, simplemente no podía. Me faltaba el oxigeno, sali a paso apresurado de allí y mis lagrimas empezaron a salir sin parar, era mas difícil de lo que creía el tener que elegir, tenia que irme.
Alguien tapo mi boca y con fuerza me llevo a lo mas oscuro de todo el lugar, me resistí dando patadas y todo pero el puso un trapo húmedo con algo entre mi boca y mi nariz, el notorio cloroformo hizo que cerrara poco a poco mis ojos. Hasta quedar profundamente dormida.