Prólogo

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Después de una nueva y repentina emigración por parte de los Cullen a tierras heladas en Alaska, el Clan Olympic decide volver a Forks tras casi un año y medio de ausencia.

Tal parecía que ninguno quería adaptarse al lugar, y después de unas cuantas conversaciones con Edward sobre el posible regreso a Forks, el joven vampiro decidió aceptar a pesar de su reticencia a volver y arruinar nuevamente la vida de Bella, pero para sorpresa de todos, y sobre todo para el asombro de Edward, Bella había contraído nupcias con Jacob Black, demostrándole que después de todo, el único que había sido afectado por aquel rompimiento de ambos, había sido el sufrido vampiro americano.

Ante los acontecimientos en Forks, Edward decide mudarse a Seattle, exigiéndole a su familia que no le siguieran, el chico deseaba que lo dejaran por un buen tiempo a solas, ya que necesitaba pensar, reencontrase, y sobre todo, olvidar a Bella de una vez por todas y para siempre.

Carlisle lo incita a tomar una nueva carrera universitaria, proponiéndole Psicología, ya que con su don, el apuesto inmortal podría entrar en la mente de sus pacientes y ayudarles a enfrentar mejor sus problemas mentales, aceptando dicha propuesta, matriculándose en la Universidad Privada Católica de Seattle, la cual forma parte de la asociación de universidades jesuitas, lo que por supuesto Edward ve como una posible oportunidad de purificar su alma, si era que en verdad poseía una.

Dos años después, Edward es uno de los mejores estudiantes de la universidad, sobresale por sobre su grupo, saltándose unos cuantos años de carrera ante su inteligencia y dedicación, lo que lo posiciona en el séptimo semestre de Psicología, siendo uno de los estudiantes más odiados y envidiados del recinto estudiantil, donde poco a poco se van sucintado extrañas desapariciones y muertes inexplicables.

La sobresaliente inteligencia del joven Cullen, llega a oídos del Dr. Flynn, el psicólogo que lleva el caso del magnate Christian Grey, John Flynn también es el encargado de estudiar los perfiles psicológicos de cada una de sus sumisas, siendo la última de ellas, Anastasia Steele, una joven que probó el dulce amargo de lo que realmente era amar a un hombre traumado por su madre y su padrastro, convirtiéndolo en el implacable, prepotente, insufrible, dominante y controlador hombre de negocios que era hoy por hoy.

Christian ha intentado contactar a Ana, sabe dónde está y lo que hace, esperando pacientemente a que sea ella quien lo busque, pero la joven Steele, parece haber encontrado el amor en alguien más, Jack Hyde, el encargado de la editorial donde ella había comenzado a trabajar, lo que por supuesto consigue irritar al apuesto hombre, torturándose a sí mismo, sobre lo que pudo haber sido y no fue, o peor aún, lo que de seguro estaba sucediendo en la intimidad de un lecho, entre ambos amantes, volviéndose cada vez más loco.

Aquello mantiene a la familia del multimillonario alerta, exigiéndole al atormentado hombre que retome sus sesiones con Flynn, el cual, por petición de Grace, la madre de Christian, decide hacerle las visitas a domicilio, pero su psicólogo sabe que aquel hombre solo lo calmara una sola cosa... tener bajo su poder a una nueva sumisa.

Así van pasando los días en Seattle, donde Edward Cullen tratará de seguir su vida como si la historia entre Bella y él jamás hubiese pasado, mientras Christian intenta convivir con sus sombras, con su pasado y con el tormentoso recuerdo de lo que vivió junto a Anastasia, tratando de buscar una nueva sumisa que lo ayude a olvidar a la tonta chica que prefirió una vida tranquila y simple junto a Jack, antes que seguir con la intensa, tórrida y dominante relación con Grey.

Carlisle y John se conocen en una conferencia de médicos en Port Angeles, donde después de una larga charla de parte del doctor Cullen sobre su hijo y del psicólogo sobre su paciente y amigo, Christian Grey; deciden que a lo mejor, Edward es lo que el multimillonario necesita para salir del oscuro abismo en el que lo ha dejado Anastasia y donde ni siquiera la Sra. Robinson ha podido sacarlo.

Así mismo Carlisle piensa que Edward podría salir de aquella depresión constante en la que se encuentra a causa del rompimiento con Bella y el matrimonio de esta con el joven Black, imaginando a su hijo completamente sumergido en la ardua y casi imposible tarea de ayudar a Christian con sus problemas mentales, pero lo que nadie sabe es que el único trastorno de Grey es lo vivido en su infancia.

Elena Lincoln le mostró a Christian un nuevo mundo, una nueva forma de amar, un nuevo poder que muchos creen un trastorno, pero el apuesto magnate les demostrará, no solo a Edward sino también a todos los que lo creen demente por practicar el seductor arte de la dominación y el sadomasoquismo que para lograr amarlo en cuerpo y alma, solo se necesita abrir el corazón y la mente, dejándose conquistar.

Edward aún sigue siendo virgen y un completo reprimido sexual, mientras que a Christian le sobra pasión, deseo y fuego en las venas como para derretir el frío y cerrado corazón de un apuesto y odioso vampiro. Lo que muchos no saben es que solo se necesitan dos personas dispuestas a jugar el peligroso arte de la seducción, y quien termina enamorándose, siempre será el que pierda.

El mundo inmortal, enigmático, misterioso y oculto de Edward Cullen se mezclará con el ostentoso, lujoso y por demás atrayente mundo de Christian Grey, quien pretenderá opacar al joven vampiro restregándole sus millones y toda su arrogancia, pero lo que el magnate no sabe es que el sencillo estudiante de psicología, tiene tanto dinero como para jugar de igual a igual su pretencioso juego de poder.

Ninguno de los dos sintió alguna vez desviaciones en cuanto a gustos y deseos sexuales se refiere, pero a veces... y solo a veces, dos componentes químicos que se unen, logran crear una explosión de tal magnitud, que terminan arrasando todo a su paso; hasta la segura convicción de dos caballeros ante su heterosexualidad, la cual terminará en el bote de la basura junto a sus orgullos y sus elevados egos.

Nota: No me queda más que invitarlos a ser parte de mi nuevo proyecto, uno que espero que agrade tanto como me ha mantenido a mi deseoso de entregarlo, esperando el respeto de cada uno de los que me leen en cuanto a sus comentarios, los cuales espero sean dirigidos a la historia... Gracias.

50 Juegos de Codicia y Poder (Ego contra Ego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora