Capítulo 63

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Nuevos emprendimientos

Charlie y Garrett entraron a la acogedora casa del jefe de policía, en donde el teniente solía quedarse al ir a Forks a pasar tiempo de calidad con su nueva pareja, ya que ambos habían acordado no abandonar sus cargos de jefes de comandancia, apoyándose el uno al otro en sus puestos de trabajo, en donde unos días era Charlie quien viaja a Seattle y en otras era Garrett quien pedía días de permiso para ayudar al jefe Swan en la comandancia del pueblo.

—Estas mejorando cada vez más tu autocontrol, Charlie. —Soltó Garrett dejando las cervezas sobre la pequeña mesa del comedor, ya que ambos seguían disfrutando de las cosas mundanas, como la cerveza el pescado frito y los partidos de futbol americano.

—Pues creo que hoy mi asistente tenía el periodo y eso ayudó a mi autocontrol. —Aquello hizo reír al teniente—, No te rías, no es que me apetezca, al contrario... al parecer la sangre muerta suele ser un buen repelente para vampiros. —Garrett le aseguró que así era y que no existía algo más desagradable para un vampiro que el olor menstrual de una mujer—. ¿Cuántos días pediste de permiso esta vez? —Quiso saber Charlie, dejando las compras del supermercado en el interior del fregadero, acercándose a su pareja.

—Me quedaré todo el fin de semana y regresaré el lunes. —Charlie asintió, permitiéndole al teniente acortar distancia entre ellos para poder besarlo a gusto, jugueteando con el mostacho del policía pueblerino—. Así que si quieres comenzamos con las folladas, comemos, nos lanzamos otra culeadita y terminamos un tercer Round mientras vemos el partido de futbol en el sofá. —El jefe Swan miró su nuevo sofá, cortesía de la sustanciosa cuenta bancaria de su novio.

—¿Y si volvemos a romper el sofá?

—Yo te compro otro Charlie... es más... voy a comprar acciones en la fábrica de muebles de Washington con tal de romperte ese divino culito que tienes donde me plazca. —Garrett pretendió besarle nuevamente, pero Charlie detuvo sus intenciones, posando su dedo índice sobre los seductores labios del teniente.

—¿Y con esa boca sucia pretende usted besarme, Míster Darcy? —Sí algo amaba Garrett era cuando Charlie quería jugar a hacerse los nobles ingleses, haciéndose el difícil para que el teniente lo sedujera con palabras cursis y románticas como tanto a él le gustaba.

—Disculpe usted mis desparpajos, Señor Bingley. —Garrett le soltó, realizó una florida reverencia—. Es que a veces suelo perder el control ante su varonil y deseable presencia. —Charlie apretó los labios para no reír, encaminándose nuevamente al fregadero.

—Primero limpiaremos los pescados.

—Pero si esos peces fueron comprados en el supermercado. —Garrett se salió del papel, recibiendo de parte de Charlie un golpe en la cabeza con una de las patatas.

—En 1813 no existían los supermercados, señor Darcy. —Garrett se sobó el patatazo en la cabeza, ya que al ser un vampiro, el golpe propinado por Charlie había impactado con total violencia en medio de la frente del teniente.

—Tiene usted razón míster Bingley, lamento mis desaciertos... todo esto es culpa de los libros de Julio Verne y su visionaria forma de vislumbrar el futuro. —Aquello hizo reír a Charlie a más no poder, sin poder ocultar la dicha que le embargaba al tener a Garrett a su lado,

—En ninguno de los libros de Verne se hablan de supermercados.

—¿En serio? —Soltó Garrett mientras destapaba las cervezas y buscaba en la alacena, las copas que el mismo había comprado, dándole gusto a su amado de tener una refinada vajilla—. ¡Qué raro!... juraría que en "La vuelta al mundo en 80 días" hablaba sobre amplios almacenes repletos de alimentos ya cazados, cosechados y resguardados en elegantes paquetes de polietileno y envoplast. —Sirvió las cervezas en las copas de cristal, mientras Charlie apretaba con más fuerza sus labios para no soltar una carcajada que lo delatara, logrando que su mostacho se erizara.

50 Juegos de Codicia y Poder (Ego contra Ego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora