Capítulo 45

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2 Originales en Seattle

Garrett siguió sin poder creer que sus suplicas habían sido escuchadas, junto a él se encontraba el vampiro más respetado, amado y reconocido de todos los tiempos. El gran Elijah Mikaelson en persona agradeció el trago que el barman le había servido, acomodándose mejor sobre el banquillo giratorio, observando el pasmado rostro de su ex amante.

—El rufián que solía robar mi ropa, el ex soldado que sirvió honoríficamente a los ejércitos de los Estados Unidos en Vietnam y el leal sirviente de Klaus, ¿después de rogar mi atención se queda callado y no dice absolutamente nada? —Garrett sonrió ante todas las acusaciones en su contra, refutando la última con una amplia sonrisa en sus labios.

—No soy el sirviente de Klaus, Elijah... juré ser leal a su reino, pero no para aplaudir sus juegos macabros en contra de personas que no le han hecho mal alguno. —Elijah alzó una de sus cejas, bebiendo de su vaso de Brandy.

—Mi estimado, Garrett... pactaste con el mismísimo demonio.... ¿Qué creías?... ¿Qué todo sería como en una verdadera corte real? —Negó con la cabeza—. Servirle a Klaus es ser parte del legado de Lucifer... eso hasta sus hermanos lo sabemos perfectamente bien. —El milenario vampiro pensó en su pobre hermanita—. Hasta ahora no he dado con el paradero de Rebekah y eso es algo que me tiene muy triste y preocupado. —Klaus no solo había puesto a dormir a su hermana, la había escondido a tal punto de que ni Elijah la había podido encontrar.

—Si quieres puedo ayudarte a encontrar a Rebekah, pero necesito que por favor controles a tu hermano. —El vampiro suspiró.

—Me pides algo difícil, por no decir... imposible. —Garrett golpeó la barra ante la frustración que lo embargaba—. Pero tranquilo... te ayudaré. —Bebió por completo el tragó que tenía en su vaso, pidiéndole al barman que le sirviera otro—. ¿Por qué no vamos a un motel, fornicamos como solíamos hacerlo y me cuentas todas tus penas, mi querido Garrett? —En otra ocasión el policía hubiese accedido encantado a una noche de pasión desmedida y sin ataduras con el apuesto y seductor inmortal, pero después de la maravillosa noche que había pasado con su adorado sheriff, el vampiro se negó rotundamente a ello.

—La verdad es que me halagas, Elijah. —Sonrió un poco apenado al tener que despreciar su oferta—. Pero lo que menos quiero es tener sexo justo ahora. —Le explicó con lujo de detalles lo que había hecho en la escena del crimen, en donde terminó asesinando a uno de sus subalternos y secuaces de Klaus, mientras el elegante inmortal escuchó atento cada acotación de su parte, analizando los pro y los contra de todo su mal preceder, preguntándole al policía.

—Te has enamorado... ¿Cierto?... —Si algo sabía perfectamente Elijah, era que aquel fuego interno proveniente de un corazón enamorado como el de Garrett, solo actuaba de aquel modo tan irracional cuando se encontraba perdidamente enamorado de alguien más—. Y no me mientas... "gatito" —Alegó, usando el apodo que Garrett le había puesto al único amor que él había tenido en su vida, mofándose de sus ridiculeces y cursilerías para con Freddie.

—Me atrapaste, Eli. —Si algo sabia Garrett era que a Elijah no se le podía mentir y si lo hacías y él se enteraba de la verdad, sería lo último que harías en tu vida, ya que no soportaba las mentiras y mucho menos el deshonor de haber dado su palabra de caballero y luego romper una promesa—. Pero por favor... no le digas nada a tú hermano. —Elijah posó una de las manos sobre su pecho, mirándole con rostro ofendido.

—¿Por quién me tomas, Garrett, querido mío? —El aludido sonrió, disculpándose con él—. Sé muy bien lo que piensa mi hermano sobre el amor, así que descuida... no diré nada. —Bebió de su trago, girando un poco más su banquillo, intentando quedar frente al policía—. Mírate. —Le observó de pie a cabeza. —Siempre tan... —Garrett abrió su chaqueta para que le observara mejor, esperando alguna acotación nefasta de su atuendo— ...Tan burdo y mal combinado. —El policía soltó una risotada.

50 Juegos de Codicia y Poder (Ego contra Ego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora