Capítulo 49

2.8K 240 426
                                    

¿Ajedrez o Go?

Alistair había despertado completamente exaltado, al percatarse del lugar donde se encontraba y sobre todo en compañía de quien estaba, arrinconándose entre la pared y la cama.

—No te atrevas a acercarte... —El guardia Vulturi simplemente sonrió de medio lado, manteniendo su postura sobre un mueble de madera, recostando su pecho sobre el espaldar de la silla, al estar sentado al reverso de ella.

—Tranquilo, Al... ya me acerqué lo suficiente como para besarte mientras estabas inconsciente. —El asombrado y al mismo tiempo asqueado vampiro, comenzó a limpiarse la boca, haciendo reír a Demetri—. No seas tonto, Alistair... sabes muy bien que eso de besarte mientras estás inconsciente no es lo mío. —Se incorporó de su masculina postura sobre la silla, apartándola a un lado para acortar distancia entre él y su enfoque sentimental—. Me gusta escucharte gritar, me gusta que batalles conmigo, eso me excita y lo sabes. —El vampiro europeo saltó tan rápido de la cama, que el Vulturi no se percatado de ello hasta escuchar la apertura de la puerta de la recamara donde había sudado la fiebre y batallado con el veneno del licántropo, saliendo a toda velocidad, chocando en contra de Aro, el cual se tambaleo ante el fuerte impacto.

—Por todos los infiernos... Dannata spazzatura inglese...[Maldita basura inglesa] ¿Puedes ver por dónde caminas? —A Alistair no le preocupó en lo absoluto el insulto que Aro le había espetado en italiano, volteando para ver si su acosados le seguía, percatándose de como en efecto, Demetri abandonó a paso lento y decido el cuarto donde ambos habían estado, regalándole una irónica y malévola sonrisa, lo que por supuesto consiguió que el aterrado ingles se escondiera detrás de italiano.

—¿Mi señor?... —Demetri reverenció a Aro, el cual le correspondió el gesto con una leve inclinación de cabeza.

—Me alegra que Klaus ejecutara esta magistral jugada, y te trajera de regreso a nuestras tropas. —Demetri puso los ojos en blanco.

—Sí, bueno... la verdad es que me tiene cansado todo este pleito familiar entre los Mikaelson, mi señor. —Aro chitó las irreverentes palabras de su guardia real, mirando a sus espaldas para corroborar que Klaus no estuviese cerca, encontrándose a Alistair aferrado de su túnica.

—¿Quieres soltarme, maledetto inglese? —Demetri sonrió, mirando seductoramente a Alistair, arrojándole un beso volador, al ver cómo el temeroso vampiro le observaba por sobre el hombro de Aro, soltando al fin la túnica—. No digas esas cosas en voz alta, Demetri... sabes que Klaus podría... —Justo en aquel momento el diablo hizo acto de presencia, haciendo callar a cada uno de los demonios menores a su cargo, siendo Aro el primero en reverenciarle, seguido de Demetri y Alistair—. ¿Mi señor?... venía a notificarle que la Doppelganger fue traída ante usted y está esperándole en la última alcoba al final del pasillo. —Klaus sonrió con total satisfacción, vistiendo tan solo una bata de dormir, manteniendo sus pies descalzos ante la suave alfombra que cubría todo el suelo del lujoso pent-house, agradeciéndole a Aro su total diligencia, encaminándose a la recamara señalada.

—¿Mi señor? —Le llamó Alistair, pasando raudo por donde se encontraba Demetri, corriendo detrás del hibrido—. Mi señor Niklaus, yo...

—Aún sigo molesto contigo, Alistair. —Espetó el enajenado vampiro girando sobre sus pies para encararle—. Si bien fuiste una pieza fundamental para conseguir que Demetri regresara a mis filas, no creas que eso ha conseguido que logre perdonarte. —Klaus retomó su andar, percibiendo como Alistair le seguía—. Retírate, Al... no quiero verte.

—Pero mi señor... —Klaus se introdujo en la alcoba señalada por Aro al final del pasillo, cerrando la puerta— ...Mi señor Niklaus, ¡por favor!... no puede hacerme esto... no puede pretender que yo siga en su corte cuando ha introducido a mi verdugo en sus piezas de ajedrez. —Por supuesto el hibrido le ignoró por completo, siendo Demetri quien consiguiera llamar la atención de Alistair.

50 Juegos de Codicia y Poder (Ego contra Ego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora