Capítulo 3

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La propuesta

Edward había estado leyendo su entretenido tomo de psicología avanzada, estaba fascinado con cada trastorno nuevo que conseguía en aquel grueso libro, mientras escuchaba música clásica en su Ipod, recostado en la cama donde Christian lo creía dormido, mientras el magnate se paseaba por su recamara, bebiendo un poco mas de Whisky a pesar de que pasaban de las tres y media de la madrugada, en donde al parecer, ninguno de los dos pretendía dormir, aunque por supuesto para el joven vampiro eso era imposible.

"No debí reaccionar de ese modo" Pensó Christian, dándole un sorbo más a su trago. "Debe pensar que soy alguien que no puedo controlar mi mal genio" Y no se equivocaba, Edward ya había sacado sus propias conjeturas acerca de su comportamiento, aunque aun así no se iba a echar para atrás en la decisión de tomar el caso del magnate, aunque aquel hombre fuese tan odioso e irritante.

El apuesto vampiro sabía que Christian se encontraba despierto, lo podía escuchar desde la alcoba que le habían asignado, y a pesar de llevar los audios puestos, su poderoso oído inmortal le dejaba escuchar sus pasos, y al estar a dos alcobas de distancia, Edward podía leer la mente del magnate, quien se juzgaba a sí mismo como un hombre inseguro ante su reacción frente a él.

"Por lo menos asumes que eres inseguro y obstinante, Christian, eso es bueno" Pensó el joven vampiro, retomando nuevamente su lectura, después de haber hecho una leve pausa para cambiar de posición sobre la amplia cama. "Lo que no pareces asumir, es lo desquiciado que estas con esos extraños pensamientos lujuriosos que constantemente te aturden" Se dijo a sí mismo al darse cuenta de las impúdicas elucubraciones de Christian, quien parecía estar recordando uno de sus pervertidos momentos, en el que el incómodo estudiante, contempló las marcadas nalgas de una mujer recostada sobre la mesa lateral de la sala, donde dicha mujer lloraba mientras el magnate la azotaba. "En serio, este hombre no es normal" Intentó seguir leyendo, subiéndole el volumen a su Ipod, pero aquello era inútil, ya que los pensamientos de Christian los escuchaba con su mente y no con sus oídos.

"No pudiste mantenerla a tu lado, Christian... tu inseguridad para entregar tu cincuenta por ciento en una relación no te permitió mantener a Anastasia a tu lado" El molesto hombre dejó el vaso de whisky sobre una de las mesas de noche que flanqueaban los laterales de su imponente cama matrimonial, saliendo raudo de su habitación, introduciéndose en el cuarto rojo, aquel donde descargaba y hacia realidad sus más perversas fantasías sexuales, siendo aquella recamara, la que dividiera la alcoba de Edward con la de Christian.

Al entrar en aquel lugar, Edward dejó de leer, husmeando en la mente del multimillonario, al darse cuenta de la decoración de la recamara de paredes rojas, las cuales mostraban un arsenal de objetos de tortura o eso pudo percatarse el vampiro, cerrando sus ojos sin deseo alguno de seguir hurgando en los pensamientos del pervertido ricachón, quien tomó entre sus manos lo que parecía ser un rejo o fusta con la que se golpea a los caballos para que corran más rápido.

"Mejor iré a dar un paseo hasta que amanezca, no puedo seguir cerca de este enfermo" Pero antes de que Edward pretendiera saltar por la ventana panorámica de su alcoba, pudo escuchar lo que Christian parecía estarse tramando en su contra.

"Mañana te haré la propuesta, Edward" El vampiro detuvo su huida, agudizando aun mas su don para entrar en su mente. "Si mis perversos juegos sexuales fueron los que alejaron a Ana, es más que obvio que un mocoso reprimido como tú, saldrá corriendo apenas te muestre el contrato que le doy a todas mis amantes y te proponga lo que quiero" Edward vio en la perturbada mente de aquel hombre, como deducía que el tímido estudiante huiría de su casa al momento de recibir la propuesta de convertirse "hipotéticamente" en su sumiso, pensando la manera de como plantearle todo aquello sin verse como un desviado.

50 Juegos de Codicia y Poder (Ego contra Ego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora