Siendo las 6:30 am de la mañana, mi día había comenzado. Me vestí con un conjunto azul para mi comodidad pues tendría que volar de Londres hasta Miami.
Mientras Sofía y yo alistábamos las maletas con todo lo necesario para irnos por unas 2 semanas, recibí una llamada de Ariana.
-Hola Ari –dije sonriente-
Ariana: Hola esposa mía –ronroneó- quería hablar contigo antes de que te vayas –pidió- ¿será posible vernos antes de que abordes?
-Mi vuelo sale a las 9:00 am, tenemos tiempo –dije con risa-
Ariana: Perfecto –dijo feliz- pasaré por ustedes en unos minutos, nos vemos cariño –mandó un beso-
-Te veo en unos minutos nena –correspondí el beso y colgué-
Sofía: A veces pienso que Ariana y tú son novias –dijo sonriente- lo parecen por cómo se tratan –dijo pícaramente-
-No empieces Sofí –reí- solo somos unas amigas con mucha confianza –alcé los hombros-
Sofía rodeó los ojos y termino de empacar, no quería dejar mi preciado auto pero tampoco podía llevarlo. Guardé las llaves y documentos importantes en una caja fuerte que tenía en la habitación y saqué las maletas a la puerta.
Mi tono de llamada con una selfie de fondo me indicaba que Ariana estaba esperándonos, luego de bajar con todas nuestras cosas y saludar a Ariana nos dirigimos a un restaurant de desayunos.
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-¿Qué es lo que querías decirme? –pregunte ya sentada en el local-
Ariana: No te lo había comentado pero abrimos una sucursal en Miami –tomó un sorbo de su jugo especial- y ya que vas, me gustaría que estuvieras a cargo hasta que veamos si te quedas o no –sonrió- sabes que confió en ti –me tomó de la mano-
Estaba sorprendida, esta era una posibilidad de volver a mi realidad. Una que estaba pausada por 5 años pero que moría por ganas de volver a darle play aunque no todo sería igual.
-No sé qué decirte –expresé- con gusto lo hago pero no es definitivo quedarme ahí –apreté la unión- sabes que yo también confió en ti –sonreí-
Sofía: Eso quiere decir que cuando Camila llegue a Miami, ¿ya tendrá un trabajo ahí? –pregunto con una sonrisa-
Ariana: Exacto pequeña –le sonrió-
Sofía: Ves Kaki ya no debes preocuparte por buscar trabajo, ya lo tienes –dijo orgullosa-
-Pero no es seguro quedarnos –acaricié su cabello- sabes que tu custodia solo es para 30 días –sonreí de lado-
