Capítulo 34

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BRAD POV:

Luego del contrafuego con los gringos perdimos muchos hombres y mercadería pero sin duda perdimos nuestro medio de transporte.

-Lebedev tenemos problemas –entré sin tocar-

Jov: ¿Qué pasó ahora? –dijo molesto-

-Cámbiame el tono Lebedev –amenacé- no soy la perra de tu hija

Jov: Habla de una vez –dijo fumando-

-Nos atacaron, perdimos el transporte –dije molesto-

Jov: Consigue otro –se encogió de hombros- yo solo te doy la mercancía, tú tienes que encargarte de lo demás –dijo restándole importancia-

-Fue en tu almacén, que no se te olvide –lo miré molesto-

Jov: El dinero compra el silencio Ivanofd –sonrió- nadie vio nada

Preferí cambiar de tema antes de romper el rostro.

-¿Dónde está Camila? –pregunte cansado-

Jov: Esa perra está en la correccional –dijo parándose-

-¿Qué le hiciste? –pregunte molesto-

Jov: Le enseñé modales –se sirvió un vaso de ron- debe estar lloriqueando en su habitación –sorbió un trago-

Sin más, salí de la oficina y me dirigí a la habitación de Camila, era la única que tenía una puerta oscura de madera con llave por fuera. Hice la seña para abrirla y entré.

-¿Camila? –llamé-

No obtuve respuesta.

-¿Señorita Lebedev? –volví a llamar-

Nada.

Me acerqué a inspeccionar y pude ver que la ventana del baño estaba rota. Volví a la habitación, abrí el armario de madera que estaba al lado de la cama y vi que no había ni una sola prenda.

Sonreí.

CAMILA POV:

Luego de retirar todo mi dinero acumulado y cancelar mis cuentas bancarias, tomé un taxi con dirección al hospital Jackson. Mientras veía el paisaje por mi ventana pensaba en un plan para poder salir de todo este pleito por mi hermana y Kristel, ellas no tenían la culpa de nada.

Al llegar entré con dificultad por el dolor y pregunté por la doctora Hansen en recepción alegando que era un tema privado y urgente. Luego de unos minutos vi a una Dinah agitada viniendo en mi dirección con el típico traje infantil.

Dinah: ¿Camila? –preguntó al verme-

-Hola –dije avergonzada- necesito tu ayuda... -susurré-

Dinah: ¿Qué te ha pasado en la cara? –pregunto viéndome fijo-

-Estaré bien –apreté el cinturón de la bolsa deportiva- solo necesito que me hagas una receta médica –susurré-

Dinah: Tú no estás bien –dijo seria- te conozco Camila y tú no estás bien, tan solo mira como tienes la cara –alzó mi mentón-

Al hacerlo solté un quejido de dolor pues el cuello estaba lesionado.

Dinah: Te voy a revisar –demandó-

Vi como traía una silla de ruedas y me hizo sentarme en ella, no me negué pues el cuerpo lo tenía muy adolorido.

Luego de que Dinah revisará todas mis heridas y chillará por cada una que vio, me dio la receta médica.

Dinah: Espero que puedas contarme porque tienes golpes tan brutales que por suerte no te fracturaron las costillas –dijo apenada-

-Es algo complicado Dinah –dije con voz rota-

Sentí como Dinah me abrazaba sin lastimarme pero con la intensidad de 5 años. Extrañaba a mi mejor amiga.

Lauren POV:

Mientras iba de regreso a la casa de seguridad no pude contener mi preocupación, esto era demasiado para mí. Mi madre en coma y mi padre muerto, no podía creer que él ya no estaba en este mundo, mi héroe se ha ido. Por otra parte estaba Camila desaparecida, tenía miedo de que pudiera pasarle algo grave y no volver a verla, no quería que se fuera otros 5 años más.

Estuve tan pérdida en mis pensamientos que no sentí cuando habíamos llegado, bajé sin ganas del auto blindado y entré a la casa en silencio. Mis hermanos querían quedarse más tiempo a pesar de que había hablado con ellos pero no podía negarles quedarse con mamá en este momento tan difícil. Yo no podía aguantar más, estaba a punto de caer en el hoyo más profundo de mi vida. Entre a la habitación pero me detuve al ver una sombra conocida sentada en la cama frente mío, me acerqué arriesgando mi vida pero no me importo pues yo reconocería esa silueta donde sea.

-¿Camila? –pregunté con duda-

Vi como ella se levantaba del sitio con dificultad y volteo a mirarme, me sorprendí al verle el rostro...

-Demonios –exclamé- ¿Qué te ha pasado? –me acerqué preocupada- ¿Quién te hizo esto? –dije con dolor-

Camila: No importa Lauren –dijo cabizbaja- tengo que hablarte de algo muy importante... -bajo la mirada-

-¿Fue él? –pregunté con rabia- ¿Él te hizo esto? –ignoré la famosa frase-

Camila: Lauren... -llamó sin fuerza- tengo que hablar de algo serio –dijo mirándome-

-¿Volverás a irte? –pregunte con tristeza-

Vi cómo se quedaba muda y asentía con la cabeza.

Camila: Sé que te prometí quedarme y ...

-Vete –corté su oración- quiero que te vayas –dije segura-

Camila me vio sorprendida pero a la vez con tristeza en su mirada, ella intento hablar pero la callé de nuevo.

-Si te vas ahora –hice un pausa- no vuelvas más. –desvié mi mirada- nunca más. –mi voz quería quebrarse-

Vi como ella miraba en mi dirección pero la mía no chocaba, no quería verla porque sabría que la abrazaría. No quería volver a sufrir por su alejamiento.

Camila: Al menos, escúchame... -pidió-

-No quiero oírte –corté- lárgate de mi vida y de mi corazón –me acerqué y abrí la puerta-

Sentí mi corazón romperse cuando ella tan solo pasó por mi lado y susurró un casi inaudible "Te amo". Ella salió y cerré la puerta tras ella, recostándome y llorando por su partida. Mi corazonada no había fallado con Camila, mis lágrimas salieron sin cesar por mis mejillas y desvíe mi atención cuando vi como un sobre era introducido por la rendija de la puerta.

Camila: Si no quieres escuchar mis razones –hizo una pausa- al menos lee mi carta... -pidió del otro lado de la puerta- te amo y nunca dejaré de amarte –pude oír un sollozo-

¿Por qué el amor duele tanto?

Sin Aviso 2 | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora