Sin Aviso 2 | Camren

Capítulo 54

ARIANA POV:

Mientras Mateo jugaba con mi teléfono yo escuchaba al hombre alto, de piel clara y una gran barba grisácea. Me removí en mi asiento con toda la información adquirida, estaba con temor de lo que podría pasar.

-¿Cómo lo harán? –pregunte triste-

-Necesitamos que ella nos dé una autorización para proceder –dijo con voz grave-

-¿Y si no lo acepta? –susurré-

-Correría un grave peligro –sus ojos demostraban cansancio-

Asentí y salí del cuarto con Mateo a mi lado, pensando en cómo toda mi vida se había vuelto un juego de escondidas, no estaba segura en ningún lugar, mi hijo tenía que estar escondido, mi matrimonio se caía a pedazos y todo por una persona, Lauren Jauregui.

LAUREN POV:

Luego de unas horas encontré a Sinuhe hablando con unos oficiales, parecía molesta por algo y ellos trataban de calmarla. Antes de poder acercarme vi como ella salía molesta del lugar y los hombres de traje iban tras ella preocupados. Quería seguirles el rastro pero un brazo me detuvo.

-Lauren... -susurró-

-¿Verónica? –pregunte feliz-

La chica asintió y me abrazo con cuidado de aplastar a mi hija entre mis brazos. La abracé tan fuerte como pude mientras cerraba mis ojos, mi mejor amiga había vuelto después de tanto tiempo.

-No puedo creerlo –dije con lágrimas de felicidad- Eres tú... -tomé su rostro con mi mano libre-

-Después de tanto sin verte... -ella estaba en las mismas condiciones que yo- regresé porque me enteré lo de tus padres, lo siento mucho Lauren –su llanto se volvió más abundante-

Le dediqué una mirada triste y nos volvimos a abrazar, necesitaba a mi mejor amiga en estos momentos.

-¿Cómo has estado? –se separó y limpió sus lágrimas- ¿Y quién es esta hermosura? –dijo mirando a Karla-

-Es mi hija –dije con orgullo- he estado mejor pero ahora no tanto... -suspiré-

-¿Tienes una hija? –dijo asombrada aun con restos de lágrimas-

Asentí con una sonrisa recordando a Camila, una que se borró al recordar porque estaba buscando a Sinuhe.

-¿Tienes un coche? –pregunte alarmada-

-Si ¿Por qué? –estaba preocupada-

-Necesito que nos vayamos ahora –tomé su mano y salimos del hospital-

Luego de buscar el auto de Sinuhe, la seguimos hasta una delegación policial muy resguardada esperando descifrar porque estaba ahí.

-Dices que el padre de Camila era un juez muy importante aquí y fue asesinado por un cartel –Verónica estaba atacando cabos- entonces es normal que este en contacto con la policía, quizás tiene que declarar sobre la muerte de su esposo –respondió desde el asiento del piloto-

-Pero ella se veía molesta Vero –respondí tratando de mirar el movimiento dentro de la delegación- no creo que te molestes por una declaración... -dije obvia-

-No podemos investigar más, eso es trabajo policial –respondió mientras se acomodaba en su asiento-

Vi a Sinuhe salir de la delegación con el teléfono en manos, se veía muy preocupada.

-Ahí esta –respondí emocionada- iré a hablar con ella, cuida a Karla mientras vuelvo.

Salí tan rápido del auto hasta llegar a Sinuhe y verla con lágrimas en los ojos.

-¿Lauren? –pregunto asombrada-

-Sinuhe, ¿Qué está pasando? –pregunte cuando llegue a su lado- ¿Dónde está Camila?

-No podemos hablar aquí –dijo ella con voz triste- vamos a otro lugar... -pidió mientras subía a su auto- ¿Dónde está mi nieta? –pregunto antes de entrar a su auto-

-Está en buenas manos –dije segura-

Subimos al auto y emprendimos camino hacia una de las cafeterías cercas al centro de la ciudad, verónica nos seguía desde una distancia prudente. Al llegar a la cafetería, nos sentamos en una mesa apartada para poder conversar sin que nadie escuchara.

-Ahora si puedes decirme ¿Qué está pasando? –pregunte fastidiada-

-Camila ha sido trasladada a un centro de protección –suspiro- me enteré hoy gracias a unos oficiales amigos de Alejandro, yo no sabía de esto y tampoco quieren darme información a pesar de que es mi hija –su voz estaba triste- Ariana no me contesta las llamadas y estoy muy preocupada por todo lo que está pasando...

-¿Centro de protección? –Estaba confundida- ¿Por qué?

-Dicen que el cartel puede tomar represalias por la muerte de sus hombres, la policía necesita proteger a Camila por ser testigo crucial del caso contra la mafia rusa –dijo con tono molesto- Tengo miedo de que se hayan llevado a Ariana para interrogarla y que lo hagan contigo –susurro- ustedes también estuvieron ahí –negó con la cabeza- después de casi una semana empiezan a hacer su trabajo, Camila está en peligro por su negligencia –su tono se volvió duro- ellos tenían que atraparlos, no dejarlos libres...

-¿Cómo? –estaba molesta- ¿Lebedev está libre? Pensé que había muerto en el tiroteo...

-Según ellos está mal herido pero vivo, mató a su hombre de confianza antes de que él lo haga.

Estaba aturdida por toda la información, Camila iba a hablar con Ariana para poder estar juntas pero el destino se puso en contra, otra vez.

Después de que Sinuhe se fuera, vi como Verónica entraba con mi hija en brazos y una cara de preocupación.

-¿Qué fue todo esto? –pregunto al sentarse en el lugar de Sinuhe- ¿Estas bien? Te vez algo pálida...

-¿Recuerdas a Lebedev el mafioso de las drogas ruso? –pregunté con una mirada vacía- Está vivo y el padre biológico de Camila... -respondí triste-

-¡¿QUÉ?! –gritó asombrada-

-¡Silencio Vero! –respondí en un tono molesto- te van a escuchar y despertaras a mi hija –reproché mientras pedía a mi hija-

-Lo siento pero es algo que no puedo creer... -dijo con asombro- ¿Cómo pasó esto? –pregunto entregándome a mi hija-

-¿Tienes tiempo libre? –pregunte mientras me paraba con mi niña en brazos-

-Sí, vamos a otro lugar –respondió mientras dejaba unos billetes en la mesa-