Sin Aviso 2 | Camren

Capítulo 45

LAUREN POV:

Me sentía incomoda con Ty en el mismo departamento que yo, no podía verlo con los mismos ojos que antes, anhelaba estar con Camila tanto como pareja y en la intimidad.

-¿Qué estás haciendo aquí? –pregunte sin amabilidad en mi voz-

-¿No estas feliz de verme? –se intentó acercar-

Moví mi rostro, mi cara era de pocos amigos y él sabía que no era bienvenido.

-Veo que no –dijo con una sonrisa- verás cariño, me sentía muy solo y decidí venir a hacerte compañía –señalo su maleta- ahora hazme algo de comer que muero de hambre –entró a la casa sin permiso-

Respiré hondo contando hasta 10, antes de voltearme cerré la puerta dejando su maleta afuera.

-Ty no eres bienvenido –dije molesta- te quiero fuera del departamento –señalé la puerta- ahora –demandé-

-Te hace falta follar querida –dijo lamiéndose los labios- estas muy renegona –soltó una risa fuerte-

Mi hija empezó a removerse entre mis brazos, nunca fue fan de Ty.

-Ty por favor vete del departamento –ya me estaba hartando-

-No lo haré querida –se alzó de hombros y se sentó en el sofá- Ahora hazme algo de comer que tengo mucha hambre –prendió la tv ignorándome-

-Maldita sea la hora con la que me acosté contigo –le dije antes de voltearme-

ARIANA POV:

Ya era medio día sin ningún rastro de Camila, llamé a Claire para saber si estaba con ella y nada, llamé a todos nuestros amigos cercanos incluyendo a Shawn y sus padres, ninguno sabía dónde estaba. Los celos pasaron a 2do plano para darle prioridad a la preocupación de saber su paradero, ella no era de irse sin avisar.

Llamé a la empresa para saber si había ido y nada, decidí salir a buscarla por los hoteles cercanos así que alisté a Mateo para luego subir a la camioneta en busca de Camila.

4 de la tarde y Camila no aparecía, mi desesperación era palpable y Mateo lo sabía.

-¿Dónde está mami? –pregunto con una mueca triste-

-Debe estar trabajando cariño –mentí- pronto volveremos a casa –intenté sonar tranquila-

-Mami siempre se despide –él estaba triste-

-Ella está bien cariño –dije con una sonrisa forzada-

Mateo no dijo nada más y siguió jugando con el dinosaurio de peluche que Camila le había comprado días atrás.

Al llegar a casa, Mateo se fue a habitación sin ganas de hacer nada más que dormir, lo entendía siempre estaba hablando con Camila por video llamada si estaban lejos o por llamada si ella estaba ocupada.

Llamé a Sinuhe una vez más...

-¿La encontraste? –preguntó con angustia-

-Nada –suspiré- estoy muy preocupada por ella... -empecé a dar vueltas alrededor-

-Camila no es así, ella llamaría por Mateo –sollozó- ellos se la llevaron, estoy segura –estaba rota y yo asustada-

-¿Qué estás diciendo? –frené mis pasos-

-Alejandro recibió una carta hace unos días donde le amenazan con derrumbar su pilar más fuerte si no dejaba libre a un criminal –su llanto impedía escucharla con claridad- ellos... ellos... -su voz estaba muy rota-

-Sinuhe por favor respira –pedí- ¿Cómo que los amenazaron? ¿Por qué no dijiste nada? –pregunté exaltada- ¿Cuándo fue eso? –estaba asustada-

-Hace 3 días –sollozó- Alejandro está moviendo todo en el tribunal –se podía escuchar sus pasos acelerados-

-¿Qué pasa? ¿a dónde vas? –pregunte-

-Alejandro nos puso seguridad y nos están llevando a un lugar seguro, irán por ti también –se calmó un poco- no queremos que intenten algo contra ustedes... -escuché un carro avanzar-

-Necesito ver a Camila –susurré- Siento que me voy a desmayar... -no quería llorar-

-Tranquila y alista tus cosas por favor –sonaba más calmada- estamos yendo por ti ahora mismo...

-Lo haré –colgué-

Aliste dos maletas con todo lo necesario para Mateo y para mí, puse algunas pertenencias de Camila junto a los documentos de identidad.

-Mateo, cariño... -llamé por su puerta- Saldremos con la abuela Sinuhe –expliqué-

Mateo asintió desganado y bajó de su cama para ponerse sus zapatillas converse verdes.

-Mami volverá con nosotros, ya lo veras –sonreí-