Epílogo

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Desperté viendo a mi esposa dormir a mi lado, sonreí por tenerla conmigo y empecé a darle besos por todo el rostro.

-Que hermoso día –susurró con los ojos cerrados-

-Despierta cariño –dije con amor- tenemos que reunirnos con las chicas

-Oh demonios –bufó-

Reí por su actitud, me levanté y dirigí mi mirada a mi esposa que seguía en la cama sin ninguna intención de levantarse.

-Usaré el plan B –hablé para mí misma mientras me ponía la bata negra-

Después de unos 12 minutos en los cuales Camila no se había movido ni un centímetro, volví con mis hijos para despertarla.

-¡Mamá levántate, Lauren está con una chica en la sala! –dijo en alto Mateo que ya tenía 8 años-

-¡¿Qué?! –dijo Camila incorporándose de la cama-

-Muy bien campeón –choqué los 5 con Mateo-

-¡Misión cumplida! –grito la pequeña Karla de 7 años-

-Dejaré de caer en sus bromas pesadas –bufó Camila levantándose-

-Tus celos no te dejan cariño –susurré cerca de sus labios-

-Solo cuido lo que es mío –dijo con una sonrisa- Este anillo dice que eres mía y yo tuya –señaló el objeto dorado en su dedo anular-

-Solo tuya cariño –besé sus labios-

-Karla vámonos, no necesitamos ver esto –dijo Mateo sacando a su hermana-

Reímos en medio del beso por sus ocurrencias.

Luego de cambiarnos y cambiar a los niños, salimos en camino a un restaurante que se había vuelto nuestro punto de encuentro con todas las chicas.

Al llegar nos encontramos con Dinah, Ally, Normani, Verónica y Lucia. Dinah estaba casada con un colega y tenía un hijo llamado Daniel, Normani llegó a casarse también pero ella recién estaba en planes de tener un bebé, Verónica y Lucia ya estaban casadas y tenían 2 hijas preciosas, Jazmín y Estefany. Por otro lado Ally no llegó a tener familia pues estaba concentrada en su carrera como deportista.

Saludamos a todas y nos sentamos a esperar pues faltaba Bella que de seguro se había atrasado por su gran fama con los paparazis.

-Mamá ¿puedo ir a jugar con Daniel? –preguntó Mateo a Camila-

-Está bien cariño pero no demoren mucho –sonreí al ver la escena-

Vi como Mateo y Daniel salían en dirección a los juegos, no puedo creer que ya estén tan grandes.

-¿Pensando? –dijo Camila-

-No quiero que crezcan –dije melancólica-

-Siempre me tendrás a mí –me guiño-

-Eso es cierto Jauregui –dijo Dinah- si pudo salir viva de la guarida de Jov puede quedarse contigo por mucho tiempo más –dijo divertida-

-Tía Mila cuéntanos la historia otra vez –dijeron al unísono las hijas de las Vercy-

-Si mamá, quiero escucharla –acotó Karla con una sonrisa-

-Está bien –dijo Camila derrotada-

-Prepárense para el momento de suspenso –bromeó Verónica-

Sin Aviso 2 | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora