Mi Señor.

C A P Í T U L O 12

Sí, lo deseaba, lo deseaba mucho.

Pero a veces uno tiene un poco de dignidad y el hecho de meterme con el mismo hombre que se follaba a mi mejor amigo era algo que no me llamaba tanto la atención. Por supuesto hasta llegar al punto en el que Wu Yifan me dijo explícitamente que me quería en su cama. No fue fácil resistirme a sus palabras, no fue sencillo decirle que no quería meterme en medio de lo que sea que él tuviera con Yixing.

Fue aún más complicado y hasta cierto punto doloroso, aunque no me crean, saber que Yixing no era más que un acostón. Un amante pasajero que no significaba más que desfogarse sexualmente.

Sí, justo así, textualmente dicho.

Durante los meses que Yifan y yo fuimos compañeros de cama él llegó a decir muchas cosas, se expresó de ciertas personas, de nuestra localidad, de manera poco amable y hasta grosera. Esas ciertas personas nunca me importaron sin embargo escucharle hablar de Yixing despectivamente siempre encendía una llamita de coraje en mi ser y se suponía que yo debía odiarlo porque Yixing era mi mejor amigo, pero fue todo lo contrario.

La primera vez que mi señor me contó cómo se habían dado las cosas entre él y mi mejor amigo los culpé a los dos, a Yifan por ser un maldito pervertido que se acostaba con un menor y a Yixing por ser un puto ofrecido. Pero siendo sincero conmigo mismo ¿Quién era el verdadero culpable? ¿Había siquiera un culpable?

Luego de la noche de película de mi facultad mi querido profesor se había ofrecido a darnos un aventón en su auto. Sí, darnos.

Yixing también iba ahí, junto a dos compañeros más.

El viaje fue incómodo en demasía, Yixing se notaba un poco... no lo sé, molesto por mi presencia y pues yo no estaba muy lejos de sentir eso mismo. Además mi señor me miraba a través del espejo retrovisor y sonreía de lado, el muy infeliz estaba coqueteando conmigo mientras tres personas, ajenas a nuestros mensajes, iban en el mismo vehículo. ¿Lo peor de todo?

Yo lo veía con la misma coquetería.

Y Yixing tenía cara de haberse comido un limón demasiado ácido.

– ¿Me lleva a mi casa, por favor? –Espetó Yixing con voz molesta. Luego de haber dejado a Donghae en su casa.

– ¿Está molesto, joven Zhang? –Inquirió mi profesor, interrogándome con la mira por el bendito espejo. Yo me encogí de hombros.

–Para nada, es tarde y tengo sueño. Me lleva a mi casa Profesor Wu, por favor.

–Vale.

Ahí murió toda conversación, era más que obvio que Xing no estaba de humor y eso tenía tenso a los demás. Cuando Xingxing bajó del auto dijo un mísero "chao" más helado que los polos y azotó la puerta con fuerza.

Luego fue mi turno de llegar a casa.

Yifan condujo con calma, entre plática amena con Kibum, mi otro compañero, olvidamos el momento tenso con Yixing y sin darnos cuenta ya estábamos frente a mi casa. Di las gracias antes de bajar del auto y pude ver como Yifan guiñó uno de sus ojos antes de que yo diera media vuelta.

Un par de minutos después cuando, supongo, Yifan llegó a su casa recibí un mensaje.

Uno simple y cotidiano, por llamarlo de algún modo.

[Sr. Wu: ¿Puedollamarte?]