C A P Í T U L O 39

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Es entonces, en esta parte de la historia, cuando volvemos a la realidad, al pasado más cercano. Podría decir que al inicio.

Acepto que he tenido ganas de asesinar al mosquito muerto que se hacía llamar mi mejor amigo, pero la verdad es que lo quiero demasiado para ello.

A pesar de todo, Yixing es mi hermano.

Pero ha sido una semana muy estresante para mí en todos los sentidos. Sí, Yixing tratando de desquiciarme con sus comentarios de doble sentido, es una de las razones de mi estrés.

–¿Se puede saber que ocurre entre Zhang y tú? Porque honestamente los rumores de pasillo me aturden. –Afirmó Luhan.

–No ha pasado, nada. Bueno, nada importante.

Luhan me miró como si fuese un bicho raro y negó varias veces con la cabeza. Comprendía a totalidad porque no podía creerme.

Habían demasiados chismes.

–Zitao, bien sabes que eres mi mejor amigo y que te adoro. Puedes confiar en mí siempre.

–Lo sé, Luhan, y no te preocupes no ha pasado nada.

Sehun, que venía llegando bufó. –¿Nada dices? Zitao, Yixing y Kyungsoo se han encargado de regar por toda la facultad que eres algo así como una rata de alcantarilla.

–Huang, ve diciéndome de una buena vez que ocurrió. –Demadó Luhan con seriedad.

Yo hablé.

–Ambos cometimos un error, ambos nos equivocamos. Él lo hizo primero y yo después, supongo que por eso yo soy una horrible persona y él no lo es. ¿Qué más da? Se nota que está ardido.

Luhan y Sehun me miraron fijamente mientras yo recogía mis cosas y dejaba la mesa que había estado compartiendo con el chino.

–Ah sí y él es un hipócrita y yo no. Porque tan mal anda hablando de mí y es a mí a quien pide ayuda hasta para limpiarse el trasero luego de ir al sanitario.

Mi Señor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora