Mi Señor.

C A P Í T U L O 13

–Buenas noches.

–Muy buenas noches, Señor

–¿Cómo ha estado, Joven Huang?

–Muy bien. ¿Y usted?

– Bien. Hoy te noté nervioso cuando estuvimos cerca en la película.

–No son nervios, es pena.

–¿Por qué pena?

–Porque soy un chico penoso. No hay más explicación.

–Sabes, Zitao, te veías muy guapo con esa ropa.

–Gracias.

–Me dieron ganas de darte un beso. Cuando estabas frente a Minha, Dios, moría por un beso.

–¡Qué bueno que no lo hizo! La srta. Minha me hubiese cortado la cabeza.

–Y cuando me miraste, por todos los pensadores, que mirada más hermosa. Me encanta la forma que tienes de mirar. Me gustas, no sé qué me pasa y disculpa que sea así, es más perdóname si te ofendo...

–¿Le gusto, profesor?

–Sí.

–No tiene que disculparse es la naturaleza humana, usted debería saberlo. Además no me ofende, me hace sentir importante.

–Tao, quiero verte, quiero que nos veamos ¿O no te gustaría?

–Yo no puedo salir a esta hora de mi casa, yo no soy como mi amigo que puede llegar a su casa a media madrugada, yo soy un poco más decente. Así que tendría que ser un poco más temprano.

–¿Entonces cuándo? ¿Si te gusta la idea de salir juntos?

–Cualquier día, señor, pero que sea temprano.

–Ok, Tao, te quiero.

–Señor Wu, no diga cosas que no siente.

–Sí lo siento. Eres un chico hermoso e interesante ¿Quieres salir conmigo?

–Gracias, pero igual no le creo eso de que me quiera.

–Zitao, por qué eres así.

–¿Así cómo?

–¿Te escuchaste siquiera? Dijiste que no me crees. Pero sabes qué, no importa que no me creas, tú me interesas y mucho.

–También le interesaba mi amigo. Disculpe si suena demasiado duro, pero la realidad es esa.

–Mmm perdón si lo molesto, Joven. No se preocupe más no lo volveré a molestar.

–No me molesta, es solo que espero que sea un poquito más sincero conmigo y con usted. No puede decirme que le gusto cuando hace una semana se lo decía a Yixing.

–A ti te gusta esto, ¿verdad?

–¿Esto que, chatear con usted? Sí, sí me gusta. Le da un toque diferente a mi monótona vida.

–Por Dios, muero por besarte. En clase, cuando te veo en la facultad, cada vez que estamos cerca, en cada momento.

–¿De verdad?

–Sí. Me hubiera gustado darte un abrazo, tomarte de la cintura y besarte el cuello lentamente.

–¿Enfrente de todos? ¿Incluidos Yixing, los demás estudiantes y hasta la profesora Bang? Sería sospechoso.

–Sí, sí lo sé, pero cada vez me fijo más en ti. Ahora veo cosas que no veía antes.

–¿Qué cosas?

–Sonrisa, ojos, todo. Eres un mundo completamente aparte

–¿Mi amigo también es un mundo aparte? Porque yo leí los chats que usted le enviaba y él también lo quería.

–¿Por qué eres así conmigo?

–Digamos que tengo motivos.

–En verdad no me queda claro porque me tratas así, qué pasa contigo, Tao...

–No pasa nada, Señor Wu.

–Mejor ya no te molestaré más, joven perfecto y disculpa por haberte dicho lo que siento. Que tengas buenas noches Zitao. Ah y quiero que sepas que en verdad muero por besarte, por hacerte mío, tenerte en mi cama y besar cada rincón de tu cuerpo. Quiero hacerte mío, hacerte el amor hasta desmayar. Quiero dormir en la misma cama que tú.

Y así sin más, Yifancolgó. Dejándome con el corazón a mil por hora y con la plena seguridad de queyo también quería a ese hombre en la misma cama que yo. Hoy lo recuerdo y micuerpo se estremece igual que lo hiso esa noche.