C A P Í T U L O 42

169 22 12
                                    



Todo iba lo suficientemente bien en mi día hasta que me llegó el rumor. Ya saben: Pueblo chico, infierno grande.

Para resumir, habían seguido a Yixing, la puta más puta, hasta casa de Yifan y el mentado espécimen salió de esa casa dos horas después y con el cabello mojado. En conclusión, media universidad hablaba de la relación amorosa que compartían Wu y Zhang.

Y como soy un maldito masoquista tuve que escribirle a mi mejor amigo para saber la historia completa.

[Hey, cómo es el asunto con Wu]

[Yixing: Nada del otro mundo simplemente decidimos estar juntos]

[OMG!!!]

[¿Juntos como antes o juntos, juntos?]

[Yixing: Juntos, juntos]

[Yixing: Mira]

[Yixing: [Profesor Wu: Para mí tu eres muy importante, eres todo ello que necesito para ser feliz. Te quiero muchísimo y no importa lo que ocurra o con quién ocurra siempre estarás por encima de todo. Dejemos que pasen unas semanas antes de estar juntos completamente, yo iré a ver a tus padres para hablar con ellos de lo nuestro. Todo entre nosotros será perfecto. Te amo.]

[Yixing: No crees que es hermoso?]

[Sí, lo es.]

[Que bueno que todo haya resultado así]

[Yixing: Oh Dios, soy una terrible persona]

[Yixing: No te molesta ¿cierto?]

[No, para nada]

La mañana llegó demasiado tarde para mi gusto, no había podido conciliar el sueño y me sentía por demás agotado. También me sentía como un completo estúpido.

¿Cómo siquiera pude creer que Yifan sentía algo por mí? ¡Yo solo era sexo para el! Sexo fácil, además.

No puedo negar que me sentía destrozado por dentro; quería gritar, destrozar cosas, matar gente... algo, lo que fuese, para no sentirme así. Sin embargo que Yifan fuese tan cínico como para escribirme fue la cereza del pastel.

No pude evitarlo, tampoco me preocupe demasiado por hacerlo. Él era el culpable de mi sufrimiento y con él debía reventar mi rabia. Así que lo hice, no como me hubiese gustado porque mi triste realidad es que amo demasiado a ese hombre, pero lo hice.

Y sí, pasé todo el día llorando por Wu Yifan...

Pero es que en verdad lo amo y pensé que así como yo soy suyo él era mío. Olviden la guerra, elevo mi bandera blanca de rendición y que esos dos, que son el uno para el otro, sean muy felices.

Mi Señor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora