"Mi mujer"

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Stephen James:

A mis 21 años nunca he visto a una mujer tan hermosa como la de la cafetería, ¡Dios! es tan preciosa que quisiera encerrarla en mi habitación y tenerla para mi solo. Ustedes se preguntaran por qué mi actitud? pues vengo de una familia donde hay una tradición de que si ves a una persona y se te acelera el corazón esa persona está destinada a ti, (Lo se cursi pero es así). Mi madre una vez me dijo que cuando viera a la mujer de mi vida sentiría elefantes y mariposas en el estomago, en realidad no le creí,porque ¿ Quien se enamoraría de una persona en cuestiones de segundos?pues que equivocado estaba, ahora estoy en está situación y no me arrepiento.

Veo que mi mujer,porque es mi mujer, está forzajeando para soltarse de mi. Está nerviosa y también se aguaron sus hermosos ojos. ¡Por Dios no!, no quiero que llore, mi muñequita nunca debe llorar ni por mi, ni por nadie.

-Señor por favor, suélteme si- me dijo ella suplicándome- Si me ven así con usted van a pensar que trato mal a la clientela y no estoy en condiciones para perder el trabajo.

Me entro una curiosidad de saber cuantos años tiene, parece una niñita y que este trabajando me molesta.

-Mi niña cuantos años tienes- Le pregunto curioso.

-Eso a usted no le importa- me dijo agachando la mirada.

-No me bajes la mirada preciosa, tú eres la única que puede mirarme-le digo poniendo mi dedo en su mentón para subir su cara- Y claro que me importa, ahora dime.

-Señor...- ni la deje terminar.

-No me digas señor yo me llamo Step...- no termine porque el "amiguito" de mi mujer nos interrumpió.

-Así que tu eres el " Gran Stephen" - dijo haciendo comillas y en tono burlesco.

-Eso a ti no te importa-le dije yo molesto.

-Oh claro que me importa. Tú crees que voy a dejar a Kendall contigo, estas muy equivocado- me dijo acercándose a mi amenazadora mente.

-Así que te llamas Kendall mi niña- le dije yo con dulzura. Ella bajo su cabeza sonrojada, que tierna.

-No le digas así, no tienes ningún derecho y no te quiero cerca de ella se como son los tipos como tu- dijo agarrando a Kendall de la cintura.

-Yo la llamo como quiera por que es Mi mujer, ahora quita tu asqueroso brazo de ella si no quieres que parta la cara-dije ya encabronado, todo el mundo nos estaba viendo pero me importaba una mierda.

-Tú mujer maldito? tu mujer? primero es mía antes que tuya- me dijo casi que los ojos se salen.

-Cállense la maldita boca- dijo Kendall pegando un grito que todos lo que estaban allí dirigieron su mirada a ella-Primero, no soy un maldito trofeo donde el que gane se lo lleva, segundo y más importante, no soy ni tuya-dijo señalándome- Ni tuya-dijo  señalando al cabrón- Y ahora me voy, no aguanto esto.

Se fue a la parte de atrás del café.

-Todo es tú maldita culpa- dijo el "amiguito" de mi muñequita.

-Claro que no es mi culpa, si tu no hubieras aparecido en ese preciso momento me la hubiera llevado a mi casa- le dije cruzándome de brazos.

-Eso era lo que planeabas?. Todos vuelvan a lo que estaban- dijo el " amiguito"de mi mujer todos volvieron a sus que haceres- Planeabas llevártela de mi lado, yo llegue primero que tu y la vi primero así que por ende Kendall me pertenece.

-No me interesa si la llevas conociendo de hace millones de años niñato- le digo desafiándole con la mirada- Si digo que es mi mujer, es mi mujer y punto.

-Lo único que te digo es que te alejes de ella, ha sufrido mucho como para que llegue alguien tan peligroso como tu a darle más sufrimiento, porque no lo voy a permitir- me dijo mirándome fijamente y apuntándome con el dedo.

-Ja , así que sabes quien soy- dije yo burlona mente.

-Me parecías muy familiar, así que pensé un poco y reconocí que eres un maldito maleante de mierda que se gana la vida matando personas- dijo el cruzado de brazos.

-¡Sorpresa! me descubriste- dije yo con gracias- Si soy un maleante, y si, me gano la vida haciendo esto. Pero escúchame bien, Kendall va a ser mi mujer y le voy a dar la vida que se merece como la reina que es, y te agradezco que no te metas entre nosotros, ahí te la dejo- le dije ya saliendo del café. Me cree estúpido, no voy a dejarle el pase libre  con mi Kendall a nadie, ella es mi mujer y yo su hombre y eso nadie lo cambiara.





Mía yo tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora