Mía yo tuyo

"Mi linda mujer"

Stephen James:

No saben la alegría y orgullo que siento en el pecho. Hice mía a lo más preciado que he tenido en mis manos, la mujer de mis sueños, la mujer con la que mi padre decía que me volvería loco de posesivo, estoy tan feliz.

Abro los ojos acostumbrándome a la luz, sin olvidar la gran sonrisa en mi rostro y me volteo para abrazar a mi mujer- Buenos días mujer mía- pero noto que el lado donde duerme ella esta vacío. Sentí algo horrible atravesando mi pecho, dándome una crisis nerviosa, ¿Y si se fue con alguien? ¿Y si no le gusto como le hice el amor?.¡No!, ella no puede irse de mi lado, se lo prohíbo, ¿ Y si alguien se la llevo? voy a disfrutar viéndolo morir. Busque por todos las habitaciones pero hay rastro de ella, seguro de que alguien me viera en este momento pensara que soy un maldito psicópata. Bajo a la sala busco por todos rincones, hasta que escucho una música en la cocina, corro rápido hacia ella, encontrándome con la sorpresa de que Kendall estaba ahí. Eche un sonoro suspiro de alivio, haciendo que ella volteara.

-Hola guapo- dijo encaminándose hacia mi agarrando mi rostro y dándome un tierno beso- ¿Por qué estas tan agitado mi amor?- dijo acariciando mis mejillas.

-Pe..pensé que te habías ido- dije y la abrace pegándola a mi lo más posible, enterrando mi rostro en su cuello.

-No mi cielo, ¿Como crees?. Solo te estaba preparando el desayuno- beso mi nariz.

-Tu nunca te iras, ¿cierto?- dije inseguro.

-Claro que no mi amor. Ahora soy completamente tu mujer, solo tuya- dijo y beso mi pecho desnudo. No me había dado cuenta que solo traía bóxer, pero da igual, estoy en mi casa y con mi mujer- Mi cielo quieres desayunar?- dijo con ternura.

-Me hiciste el desayuno?- dije con voz ronca y le agarre las nalgas.

-Mmmju- exclamo poniendo una cara de picardia.

-Y esta muy rico?- dije pasando mi lengua por sus labios y mordiéndolo.

-Demasiado- para luego besarme lento sintiendo un gran placer. De verdad que esta mujer es demasiado adictiva, pero solo para mi- Ven para que comas- dijo y se separo de mi dejándome con ganas. Yo me sente en uno de los taburetes y ella esta a espaldas de mi. No me había dado cuenta que estaba con solo una camisa mía viéndose tan sexy, creo que tuve un deja vu, ya había soñado con mi Kendall así, ahora lo que falta es que este esperando un bebé mío, se va a ver más hermosa de lo que es, con su vientre hinchado siendo madre nada más de los hijos que voy a darle YO.

Ella se voltea y pone en el mesón cada tipo de alimentos: Ensalada de frutas, wafles, revoltillo, tocino, pan, café, jugo etc... lo que tu buscases mi mujer lo había preparado- Hermosa hiciste todo eso?.

- Si amor, ya tienes que dejar de comer comida chatarra, es malo para las arterías, yo voy a cuidar de tu alimentación y ...- ella se quedo callada- ¿Por qué meras así?- dijo sonrojada.

-Porque te estas preocupando por mi, y te ves hermosa- ella no le cabía el color rojo en su cara. Mi pequeña fresita.

-Eh bueno tu eres mi marido y yo...- la interrumpí.

-Vuelve a repetirlo.

-El..el que?

-Lo que dijiste, repitelo.

-Que eres mi marido- dijo sonrojada.

-Maldición, quiero hacerte mía de nuevo.

-Este. Vamos a ir a ver a rus padres?- dijo cambiando de tema.

-Si, mi linda fresita con crema, el vamos a llegar de sorpresa- dije y empece a comer el revoltillo con tocino y pan- Mmmm.

-Te gusto?- dijo emocionada.