Joseph

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1 año después

Kendall West:

Un año, ya ha pasado un año, un año sin mi Stephen, un año sintiéndome sola. El único que me a dicho como se encuentra es Nervi, el dice que esta bien, pero no le creo. Yo se que mi Stephen no esta bien, no lo esta.

Lo único que tengo de el, es a nuestro retoñito, mi hermoso Joseph.

Es tan adentico a el en todos los sentidos, mi bebé es mi única esperanza de que el volverá, el me prometió que volvería, por mi bebé y por mi.

Estoy en la sala dándole de comer a mi Joseph, tiene ya 4 meses aun come de mi pecho pero ya estoy empezando a darle comidas solidas. Es inquieto, y no le gusta que este separada de el en ningún momento. 

Nadie me deja sola, la mayoría se pelean por quedarse conmigo,aunque les digo que no se molesten porque puedo cuidarme sola y cuidar de mi niño,pero estoy muy agradecida con todos. Hicieron una lista de quien le tocaba quedarse conmigo cada día, la vi innecesaria pero no quise decir nada porque se que lo hacen por buena voluntad. Hoy le toca quedarse a Stephan, así como lo leen, El señor Stephano, Alex y Alan dijeron que no estaban de acuerdo obviamente por su condición, pero yo si dije que estaba de acuerdo, no me gusta que lo excluyan simplemente por eso, no es su culpa. Ya me he quedado muchas veces con el, y créanme que se toma muy en serio lo de cuidarme y cuidar de Joseph.

Escucho que suena el timbre y me levanto del sofá con mi bebé ya dormido en mis brazos, me subo el escote de la bata y abro la puerta encontrándome a un Stephan preocupado.

- ¿Qué te paso Stephan?- pregunto extraña dejándolo pasar.

- Toque el timbre 3 veces seguidas y no salías, me preocupe mucho- dijo desesperado.

Yo río enternecida por su actitud aniñada- Ay cariño discúlpame, pero como ves tengo a tu sobrino en mis brazos dormido- digo mostrandole  al bebé.

El se sonroja y baja la cabeza- Perdón tienes razón, es que... no quiero que les pase nada, son muy importantes para mi- sube la cabeza y levanta su mano para acariciar mi mejilla- ¿Me perdonas?.

- Claro que si, como no perdonarte- y con mi mano libre le remuevo su cabello, el se acerca a mi y me abraza.

- Te amo mucho, a ti y a mi pequeño Joseph- Fruncí el ceño por la manera extraña como lo dijo.

- Bueno- me deshice del abrazo- Que tal si me acompañas a dejar a Joseph en su cuna, y luego hacemos unas galletitas con batido de chocolate ¿si?.

- Si si si si si- dijo aplaudiendo y saltando.

Yo río, bajamos las escaleras para dirigirnos a la cocina.

Estábamos en el sofá de la casa, ya habíamos comido todas las galletas y terminado de ver una película, Stephan se había quedado dormido casi que en la mitad, y yo creo que voy por el mismo camino

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Estábamos en el sofá de la casa, ya habíamos comido todas las galletas y terminado de ver una película, Stephan se había quedado dormido casi que en la mitad, y yo creo que voy por el mismo camino.

Mía yo tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora