Stephen James:
-Vidita mía ya estas listo?- me pregunto mi adorable y tierna mujer.
Suspire- Si, creo que si- dije levantándome de la cama acomodando mi camisa.
-¿Por qué estás nervioso?- dijo acunando mi rostro.
-Es que, bueno...ver a tu hijo después de un año es duro ¿sabes?- ella me da una sonrisa tierna y besa mis labios.
-No es tu culpa, solo estabas defendiendo lo que te ha pertenecido por años amor mio- ella agarra mi mano y nos encaminamos hacia la puerta.
-Lo se, pero la familia es lo primero y yo en ningún momento debí dejarlos, yo debí estar en nuestra boda, en nacimiento de nuestro hijo y...- ella me interrumpe poniendo su dedo indice en mis labios.
-Mi vida ya, no te tortures pensado esas cosas ¿si?,Nuestro hijito y yo estuvimos bien, tuvimos gente que nos apoyo y nos cuido- ella pasa su brazo por mi cintura y se pega a mi pecho- Y ni pienses que te guardo algún tipo de rencor- para después darme un beso casto en mi mejilla.
-Eres tan preciosa, reina mía- me sonríe y me da la mano para terminar de irnos de ese lugar. Ya quiero llegar a mi hogar y conocer a mi pequeño Joseph.
Acabamos de bajar del avión para adentrarnos a la camioneta que nos llevara a Chicago, eran alrededor de las 5 de la tarde y me encontraba mirando por la ventana con mi mujer abrazada a mi y recostada en mi pecho durmiendo, la detallo un poco más y es que no puedo creer como se puede volver más hermosa cada día, anoche hicimos el amor y note que la maternidad le surgió varios hermosos cambios; como estrías por su pancita, por sus nalgas y unas pequeñas por su espalda y sin dejar atrás que tiene unos atributos de muerte. Pero pude notar que cuando lo hicimos se puso tensa cuando le iba quitando su ropa, y era por eso, porque pensaba que no la iba a querer así con sus hermosas estrías. Cuando me dijo eso morí de ternura, como no voy a amar a esta mujer, quien no la amaría, más bien el que se siente inseguro y con miedo de que me deje soy yo,con una enorme cicatriz que me abarca toda la mitad del rostro, fuera ella ya me hubiera alejado del monstruo, este monstruo. Pero ella es tan buena, que me ama como soy y no le importa que sea horrendo, y por eso dare lo mejor de mi siendo un buen marido y padre.
-Señor ya hemos llegado- dice Lenar despertándome de mi ensoñación.
-Esta bien, hey amorcito despierta- la remuevo un poco y ella va abriendo sus ojitos, preciosa.
-Mmmm- se estira un poco.
-Ya llegamos linda- abre sus ojos por completo y hace un tierno puchero, ¡Dios como extrañaba esto!.
-Que rápido ¿no?,se ve que esta haciendo mucho frió afuera- se abraza más a mi y esconde su carita en mi cuello.
-Ningún rápido preciosa, lo que pasa es que tu eres una dormilona y por eso se te hizo rápido-levanta su rostro y me ve con el ceño fruncido.
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Mía yo tuyo
RomanceElla tan linda,dulce,tímida. El tan agresivo, arrogante, posesivo. Tan diferentes. Quien creería que estos dos polos opuestos estarían juntos, casados y con una familia, pues créelo, a través de esta historia conocerás a estos dos bellos personajes...