Sonreí al despertar y noté que mi despertador, por primera vez en toda la semana, no había sonado y no me había sentido mal respecto a que no sonara. Nicolás me había mandado un mensaje de que no me preocupara porque el equipo del concierto tenía la mañana libre, alejados de la oficina y que todas las cámaras y micrófonos los movilizarían ellos, incluida mi cámara que estaba en mi oficina. Miré la hora y me estiré en la cama, apretando las sábanas contra mío.
-¿Qué hago Gala? Son las diez de la mañana y no tengo que trabajar hasta la tarde. -Pregunté mirando a mi gata quién dormía cómodamente a mi costado y besé su cabeza mientras seguía acariciándola. Prendí mi TV y comencé a hacer zapping cuando mi celular comenzó a vibrar pero lo ignoré, tenía mi mañana libre y no quería arruinarla de ninguna forma.
Volvió a vibrar y subí el volumen a la TV hasta que fuertes golpes en la puerta hicieron que me levantara de golpe de la cama y al igual que yo, Gala se puso en estado de alerta en un solo segundo. Los golpes siguieron y me levanté, ya con el mal humor sintiendo como comenzaba a salir por mis poros, juraba que si era un maldito error de edificio me la pagarían caro.
-¡Ya voy! Diablos, ¿cómo no te pueden dejar tranquila en tu propia casa? -Y dicho esto último abrí la puerta, encontrándome con un Isaza serio y de brazos cruzados.- ¿Y tú qué haces aquí?
-No me contestaba el teléfono y en serio quiero saber el chisme, enana. -cuando dijo mi apodo su característica sonrisa se asomó en su rostro y me hice a un lado para que pudiera pasar.
-Me hiciste levantar por algo que podía esperar, Juan Pablo. -contesté mosqueada mientras cerraba la puerta de entrada, caminé a la cocina para prepararme un café y le puse azúcar, saliendo de la cocina con Juan Pablo pisándome los pasos hasta sentarnos en el sofá. - Y en verdad no es nada, solo me quedé pensando y ya.
-Pero dime, ¿en qué? -y podría jurar que había escuchado hablar a la señora que SIEMPRE se sabía todos los chismes de la cuadra solo por salir a barrer la calle.
-Uffi, parece que alguien no se dará por vencido. -Dije riendo y llevé la taza a mi boca para tomar un poco de café, intentando crear en mi cabeza alguna explicación que le bastara a Isaza y se quedara tranquilo. Uní puntos y bajé la taza mirándolo y elevando mis hombros con una sonrisa ladina.- Es solo que quizá los extrañe un poco, pasamos dos días completos juntos y nada, es raro porque no suelo ser así.
Bueno, le dije la verdad ocultando quizá un poquito de información. Obvio que no le diría a Isaza que puede ser que haya una remota posibilidad de que su amigo me llamase la atención porque no estaba de humor ni para soportar preguntas ni mucho menos el bullying tan característico de Isaza.
-Te vamos a extrañar, enana. Especialmente porque haz sido genial con nosotros y aceptaste mis bromas desde el primer momento. -Dijo riendo y desordenó mi cabello, dejé mi café sobre la mesa y me quedé mirándolo con una sonrisa en mi rostro, este chico era uno en un millón y era afortunada de haberlo conocido, solo esperaba que no se fuera de mi vida tan rápido de cómo llegó.
-También los voy a extrañar. Ahora, una duda, ¿cómo supiste dónde vivía?
-Es fácil preguntar al señor de abajo por indicaciones. -dijo despreocupado y tomó el control de la TV para acto seguido, prenderla y empezar a cambiar los canales.- Ahora vístase que ya es muy tarde para que siga en pijama.
Golpeé su hombro riendo y me terminé mi café, parándome después del sofá para ir a mi habitación. Tenía la ligera sensación de que Juan Pablo se llevaría excelente con Andy porque los dos tenían el mismo tipo de humor y era fácil, su blanco siempre era yo. Saqué una polera blanca con un bolsillo dibujado en el pecho y un gato saliendo de él junto a un short negro, busqué una toalla y entré al baño, cerrando con seguro y dando la ducha. Escuché a Isaza gritar un ''¿Puedo sacar comida?'' a lo que respondí que sí, ¿me quedaba otra opción?

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Mi nuevo vicio.
FanfictionElla estaba acostumbrada a esconderse detrás del lente de su cámara. Lo que no sabía es que la costumbre cambiaría al encontrarse con los ojos detrás de las gafas que cada vez que los veía sonreían. El se concentraba en la música como si su vida se...