Sex Note

Sex Note (Parte 2)

Cristina. Es la chica más guapa de mi clase. Pelirroja, ojos claros, piel suave y blanca, y un cuerpo... Un cuerpo que su novio seguro que folla cada vez que tiene la oportunidad, bueno, él y otros tantos. Es una zorra reconocida, todo el mundo sabe de sus aventuras sexuales, excepto su novio claro.

No sé ni los años que llevo fantaseando con ella, imaginándomela de perrito encima de mi cama y escucharla gemir como la puta que es... Y será ella, con ella voy a perder mi virginidad. Podría reservarme para una chica que me guste y bla, bla, bla... pero no soy alguien que piense que perder la virginidad es un hecho especial.

— Lyon, fuera no vas a encontrar las respuestas. —dice la profesora de inglés, haciendo que desvíe mi mirada de la ventana al examen que se supone que estoy haciendo, escuchando una risa general de la clase.

— Perdón. —me disculpo aunque no sé muy bien porqué.

¿Funcionará? El plan es un poco arriesgado, pero qué más da. No puedo esperar más, quiero ver desnuda a Cristina y hacerle todas esas cosas que mi mente ha imaginado para que me pudiera masturbar durante tantos años.

Una vez la atención se ha vuelto a dispersar, saco ligeramente la God Note que he dejado debajo de la mesa, apuntando el nombre de la profesora y un periodo de tiempo de 3 horas. He de tener cuidado con lo del tiempo, ya que si no se acuerdan de nada, que alguien olvide demasiado tiempo de su vida puede ser raro... Aunque claro, que una persona esté en una clase y de golpe lo siguiente que vea sea estando en su casa, pues puede serlo también.

— ¿Puede venir un momento? —pregunto a la profesora, haciendo que los demás piensen que tengo una duda sobre el examen.

— ¿Qué pasa? —responde la mujer mirándome algo extraño.

— Cuando acabe la hora del examen, vas a decirnos a mí y a Cristina que nos quedemos un momento para hablar con nosotros, cuando todos se vayan y quedemos los tres, saldrás y cerrarás la puerta con llave. —ordeno sintiendo un leve miedo al ver su ceño fruncido—. Luego volverás al cabo de una hora para abrirnos, ¿entendido?

— Entendido. —asiente la profesora aliviando mi terror. Esto de que conserven su actitud me pone nervioso, tengo miedo de que recuerden lo que les he dicho o que no hay funcionado la Sex Note.

— Ah, y mientras esperas, haz mi examen. —añado mirando mi hoja tipo test en blanco—. Suficiente para sacar un 8.

— Está bien. —responde sonriendo. En serio, me pone muy nervioso.

Durante los diez minutos que quedan de examen, mis ojos no se pueden separar del cuerpo de Cristina, la cual lleva una pieza de ropa superior en la que enseña su ombligo, y unos pantalones muy ajustados que apenas pueden contener su trasero.

— Entregad los exámenes. —informa la profesora haciendo que le pasen todas las hojas y la clase comience a moverse más relajada, con ganas de irse ya a casa—. Lyon, Cristina, esperaros un momento que tengo que hablar con vosotros.

Mientras espero a que se desaloje la sala, escribo en la God Note el nombre de Cristina, junto a la indicación de tres horas. Sintiendo la mirada extraña de la pelirroja, que parece preguntarse porque le hacen quedarse junto a alguien como yo, finalmente quedamos los tres en la clase, viendo al instante como la profesora se va y cierra con llave ante la sorprendida mirada de mi compañera.

— ¿Qué hace? —pregunta en voz alta Cristina, mirándome sin comprender.

— Lo que le he ordenado. —respondo poniéndome en pie y acercándome a ella.

— ¿Qué tú qué? —contesta confusa la pelirroja.

— Desnúdate. —ordeno bajándome los pantalones y sentándome en un pupitre, comenzando a masturbarme.