Sex Note (Parte 14)

6.4K 150 34
                                    

           

— ¿Dónde vamos? —pregunta con curiosidad Ana, agarrándome del brazo de manera cariñosa—. ¿Y por qué me has pedido que me vista más recatada?

— Vamos a mi casa, te presentaré a mi madre. —respondo caminando tranquilamente por la calle en dirección a mi hogar, sintiendo varias miradas de envidia por el camino.

— ¿Presentármela? ¿Ahora seré tu novia oficial en vez de la pelirroja? —contesta la castaña sonriendo ilusionada.

— Las tres sois mis novias por igual, pero no puedo presentarme delante de mi madre con tres chicas guapísimas. —argumento con una mueca—. Pensaría que es una broma o algo raro.

— ¿Y por qué yo? —pregunta con orgullo Ana, pegándose más a mí.

— Porque Laura aparenta ser muy joven y mi madre pensaría cosas raras. —contesto sinceramente, sintiendo mi brazo casi entre sus pechos—. Y Cristina estaba ocupada hoy, era el cumpleaños de su hermano.

— ¿Me has elegido por descarte? —dice algo desilusionada la castaña.

— No es eso. —respondo con una media verdad—. La cosa estaba entre tú y mi putita, iba a elegirla a ella porque sería más convincente puesto que la conozco más y ya es mi novia en el instituto, pero no ha podido ser.

— Entiendo. —asiente sonriente Ana—. ¿Pero por qué me haces vestir de manera tan apagada?

— Porque mi madre es un poco chapada a la antigua en ese aspecto. —contesto con un suspiro vislumbrando ya el portal de mi casa—. Ella quiere que mi pareja sea una chica decente, asi que tendrás que comportarte como tal.

— ¿Me estás llamando indecente?

— Sí, eres la más zorra del grupo. —asiento riendo despreocupado—. Pero eso es lo que me gusta de ti.

— Gracias. —dice Ana sonriente como si le hubiera hecho el mejor cumplido, acercándose a mi oreja para morderla.

— Compórtate perrita. —comento soltándome de su agarre para agarrarle mano, dándole un duro azote en el trasero antes.

— ¿Y por qué no le has presentado a una novia hasta ahora? —pregunta Ana con curiosidad.

— Porque no tenía intención de hacerlo. —respondo con un suspiro—. Pero no sé cómo mi madre se ha enterado, y quiere conocerla.

— Pues tranquilo, seré la novia perfecta. —contesta con seguridad la castaña.

— Eso espero. —digo cruzando la puerta de mi portal.

Entrando en el ascensor, nos miro en el reflejo del espejo y no puedo evitar sonreír imaginándome la cara de mi progenitora cuando entre en casa con esa preciosidad. Con cierta diversión, le manoseo los pechos a la castaña por encima de la ropa, viendo su cara curiosa y provocadora.

— Podrías vivir más alto. —se lamenta Ana cuando el ascensor se detiene, justo en el momento en el que intentaba arrastrar mi mano al interior de su pantalones.

— Perrita, perrita...

— Podríamos echar uno rápido en ascensor, ¿no te da morbo? —ronronea acercándose más y casi susurrándomelo en el oído.

— Eres insaciable. —digo tragando saliva y abriendo la puerta para salir de nuestro encierro—. Pero hay cosas que hacer.

— ¿Insaciable? No me has tocado en varios días, y estoy muy cachonda porque no me dejas tirarme a otros. —protesta mirándome con pena—. Me siento discriminada, posiblemente soy a la que menos follas.

Sex NoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora